Joe Biden firmó 17 decretos ejecutivos con los cuales, según él, busca revertir las medidas migratorias del Gobierno de Trump. Sin embargo, lo que hizo hasta ahora fue poner en pie un centro de detención para migrantes menores de edad, muy parecido a los de la era Trump y Obama.
Miércoles 3 de marzo de 2021 10:38
Los 17 decretos firmados hasta ahora por el presidente estadounidense Joe Biden sobre temas migratorios únicamente contemplan a las personas que, llegadas antes de la mayoría de edad, recuperarían el derecho a estudiar y a trabajar de manera legal. Es decir no contempla a toda la población migrante sino a las y los beneficiarios del sistema conocido como Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés). Al mismo tiempo Biden inauguró un centro de detención para menores migrantes, no muy diferentes a los que eran señalados como campos de concentración durante la era Trump y también bajo el Gobierno de Obama (que no por nada fue apodado "deportador serial")
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De todas maneras, anuncios como este elevan las esperanzas de millones de mexicanos y centroamericanos a ambos lados de la frontera, quienes huyeron de sus países de origen producto de la pobreza, la violencia o la falta de empleo para poder mantener a sus familias.
Pero esa esperanza choca con la acción de los gobiernos de ambos países. La apuesta actual de Joe Biden y Lopez Obrador se centra en destinar presupuestos de millones de dólares, pero que son apenas suficientes para algunos programas de desarrollo y apoyo social en Centroamérica, con el fin de detener la migración, no de regularizar la situación de millones de personas que viven en Estados Unidos sin ninguna clase de derecho.
El Gobierno de López Obrador ha buscado hacer eco de este nuevo clima migratorio, bajo su propio plan: el de impulsar la regularización provisional vía empleos de entre 600 y 800 mil migrantes, pensando en las necesidades económicas para el desarrollo del gigante del norte. Lo que se podría definir como un plan de mano de obra barata, pero legal.
Por su parte, el Secretario de Seguridad Nacional de Biden, Alejandro Mayorkas, aseguró que están explorando la posibilidad de poder reunir a más de 500 niños y niñas, que fueron separado de sus familias en la frontera México-EE. UU.
La promesa de una reforma migratoria tiene décadas, y hoy se sigue viendo lejana una verdadera transformación que no se quede en la utopía de reformar el sistema judicial estadounidense y que este otorgue todos los derechos a los millones de migrantes que son base de su economía, acabando con el racismo y la xenofobia que siguen prevaleciendo.
Mientras una reforma migratoria sigue congelada los gobiernos de México y EE. UU. sí acordaron mantener el nuevo tratado de libre comercio, T-Mec, que le sigue al anterior TLCAN. Un acuerdo que expolió, empobreció y despojó a millones durante la década de los 90 y los primeros 2000.
Es momento de plantear que la tarea para que ningún ser humano sea considera ilegal en ninguna parte, inicie por las y los trabajadores en Estados Unidos, México y Centroamérica, quienes conformamos una enorme cadena de producción a nivel regional. Es decir, hay que plantear en toda la región plenos derechos políticos, sociales y económicos , que incluyan el derecho a la salud gratuita de todas las personas que migren.
Ni las promesas de los Demócratas que buscan quedar bien ante su base social, ni las de los gobiernos progresistas o de derecha del contienen que se acoplan a los planes imperialistas podrán acabar con las penurias de la región, esto mientras los planes económicos que se implementen beneficien siempre a los mismos.