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Red Internacional
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REPRESIÓN PATRONAL. Boletinaje laboral, medida represiva que viola el derecho al trabajo y la organización

Públicamente el buró laboral o boletinaje no se reconoce, pero es ampliamente conocido su uso por parte de las empresas para fichar a trabajadores. Es una práctica represiva usada contra los trabajadores que se organizan por defender y conquistar derechos.

Miércoles 20 de enero de 2021

El buró laboral consiste básicamente en la elaboración de una lista negra de trabajadores por los patrones o bien empresas terceras que se dedican a realizarlas para venderlas a los empleadores. Se trata de una práctica ilegal conocida comúnmente como boletinaje.

Para entender mejor esta práctica podemos hacer una analogía con el buró de crédito, aquella lista en la que las instituciones financieras y los bancos enlistan a los clientes deudores para negarles o dificultarles la obtención de créditos y servicios bancarios.

El uso del buró laboral por su parte, obstaculiza a los trabajadores obtener empleo. Dentro de esta lista se incluye a aquellos trabajadores que han demandado a los patrones por despido injustificado, por violación a sus derechos laborales, etc.
Se incluye a aquellos trabajadores que han intentado procesos de organización en su trabajo para demandar mayores salarios, prestaciones, mejores condiciones de trabajo o que han peleado por una representación sindical auténtica y democrática.

Práctica represiva que viola derechos

El boletinaje es una práctica ilegal, prohibida por el artículo 133, fracción IX de la Ley Federal del Trabajo. Pero esta prohibición no impide en la realidad su uso por parte de las empresas como medida de represión, para castigar a los trabajadores que reclaman sus derechos y como forma de amenaza para el resto de los trabajadores.

La creación de listas para el buró laboral o boletinaje, es una práctica que viola el derecho a la organización y la protesta de los trabajadores. Castiga a quienes se atreven a organizarse en sus centros de trabajo y a manifestarse para exigir cumplimiento de sus derechos o demandar mejores condiciones laborales.

Con el aval de los sindicatos charros, este castigo ilegal también se aplica a quiénes se atreven a pelear por democracia y libertad sindical, ya sea construyendo agrupaciones sindicales o sindicatos independientes.

También es una práctica que ataca el derecho al trabajo, pues se busca marginar del ámbito laboral a los trabajadores que se incluye en estas listas negras, negándoles la contratación en nuevas empresas y a sus familias el sustento económico.

Y finalmente también se viola el derecho a la protección de datos de los trabajadores, que ven expuesta su información personal y legal mediante un uso indebido hecho a sus espaldas y que evidentemente no autorizan.

Tres casos ejemplares de represión y boletinaje

Ejemplos de esta medida de represión existen muchísimos, podemos encontrarlos a lo largo de todo el país y en todo tipo de empresas.

Rescatamos para esta nota tres casos muy representativos de trabajadores despedidos y boletinados. En Honda de Jalisco se trata de los compañeros del Sindicato de Trabajadores Unidos de Honda de México; en Audi Puebla del Comité de Destitución Pacífica y en General Motors de Silao, de la agrupación Generando Movimiento.

En estas empresas trasnacionales se han organizado grupos de trabajadores para recuperar sus sindicatos de manos de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y construir sindicatos legítimos que sean verdaderos defensores de los trabajadores.

En estos tres casos, los trabajadores que han encabezado los esfuerzos organizativos para pelear por recuperar sus sindicatos de la burocracia sindical, por democracia y libertad sindical, por mejores condiciones laborales y salariales, se les ha despedido y boletinado, orillándolos a la informalidad y la precariedad.

A pesar de ello, en todos estos casos, los trabajadores han mantenido su lucha por reinstalación y por sindicatos auténticos.

La lucha contra el boletinaje laboral es una pelea contra la represión, en favor del derecho al trabajo y a la organización de los trabajadores, debería ser una batalla que tomen en sus manos todas las organizaciones de trabajadores y sindicatos que se consideren independientes y democráticos.