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Red Internacional
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Entre la creciente actividad social y la fragmentación política. Bolivia, ¿crisis del MAS o crisis estatal?

La profundización en la crisis política, durante la última semana, motivada por un salto en el rechazo a los aumentos del costo de vida, escases de diésel y gasolina, ajustes fiscales etc., se combina con un agravamiento de la crisis al interior del partido de gobierno con la movilización convocada por Evo Morales centrada en la lucha contra la eventual proscripción electoral a su candidatura para las elecciones presidenciales del 2025.

Sábado 21 de septiembre 18:32

Foto: ABI

La ruptura de los precarios equilibrios económicos que habían permitido al gobierno de Arce gozar de una relativa paz social en los tres primeros años de su gestión, ha provocado un agravamiento de la debilidad gubernamental y un salto en la actividad social, que amenaza la gobernabilidad en los próximos meses.

El gobierno de Arce enfrentaba una peligrosa carrera de velocidades entre una fuerte tendencia a la caída de reservas internacionales y de dólares por un lado, ya que el Estado ha cubierto el déficit del sector privado en la balanza comercial entre 2015 y 2020. Esto agravó las dificultades para la importación de diésel y gasolina, fundamentales para mantener la estabilidad económica y de precios. Por otro lado, mediante un esfuerzo de acelerar la exportación de litio, ante el agotamiento de las reservas hidrocarburíferas.

Según el gobierno, este año, se debía exportar cerca de 50 mil toneladas del estratégico mineral para duplicar esa cifra el 2025, sin embargo, lo cierto es que este plan fracasó. Las reservas no dejaron de caer mientras la exportación de litio se esfumó ante el enorme retraso de todos los planes de producción. El resultado de tal desbalance fue el aumento de precios no solo de productos de importación sino también de la misma producción interna, socavando la economía obrera, campesina y popular.

Este colapso de los equilibrios económicos re actúa sobre los equilibrios políticos, socavándolos y alentando un estado de deliberación y reorganización en todas las organizaciones sociales y sindicales, que empiezan a cuestionar activamente el rol del Estado en el control de sus organizaciones y el papel cómplice de los dirigentes. Esta actividad/agitación social, creciente, se ha manifestado en el inicio del bloqueo de carreteras impulsado por una fracción de la Federación de Trabajadores Campesinos Túpac Katari, de las 20 provincias del norte de La Paz, quiénes han demandado la renuncia del presidente Luis Arce y del vicepresidente, David Choquehuanca, además de rechazar las alzas en el costo de vida y la exigencia de la devolución de su sede sindical hoy en manos de una fracción pro gubernamental.

En el mismo sentido, días atrás, una fracción opositora de la federación de juntas vecinales de El Alto ocupó físicamente la sede de la FEJUVE alteña en manos de otra fracción oficialista. A esto se suma, la lucha de las trabajadoras de Aseo Urbano, de la ciudad de El Alto, que desconocen a su sindicato pro patronal y pro gubernamental mientras amenazan desafiliarse de la Central Obrera Regional (COR) alteña debido a su corrupción y complicidad con despidos y ataques a los derechos laborales de sus mismos trabajadores.

En Cochabamba, se ha producido un nuevo bloqueo y movilización de los vecinos y vecinas de la zona de K’ara K’ara, rechazando el contrato de la Alcaldía con la empresa CIMA/Colina que establece el monopolio de la empresa privada para el manejo de residuos sólidos durante 25 años. Pese a los intentos de disuadir a lxs vecinos mediante promesas de inversiones, industrialización de la basura y otras, las mismas no prosperaron y ya va una semana en que la basura se acumula en las calles cochabambinas lo que pone en evidencia el lugar estratégico del trabajo de la reproducción social en el capitalismo. Mientras escribimos estas líneas nos informan de una brutal represión policial contra las y los movilizados, represión reforzada por grupos paramilitares de la RJK (Resistencia Juvenil Cochala) que han comenzado a hostigar a lxs trabajadores y vecinos movilizados.

La creciente actividad social con el anuncio de movilizaciones, huelgas y bloqueos como el de gremiales, maestros y algunos sindicatos fabriles son expresión de este malestar social creciente que no es capitalizado por ninguna formación política y que por lo tanto no detiene la dinámica a la fragmentación a derecha y a izquierda. La disputa al interior del MAS, trasladada al plano estatal, acelera las tendencias centrífugas y acrecienta la debilidad estructural del gobierno.

Evismo y renovadores: entre la proscripción, la violencia y la represión

En este fluido y dinámico clima social, se agrega la disputa al interior del MAS entre el ex presidente Morales y los renovadores encabezados por el presidente Luis Arce, quienes pretenden proscribir la candidatura de Evo Morales para el 2025, recogiendo de esta manera la agenda política de la derecha y el golpismo del 2019.

Es que luego de los 14 años de gobierno de Evo Morales, caracterizados por una hegemonía larga, sin antecedentes en nuestra historia, y luego de un giro cada vez más autoritario en los últimos años de su gobierno, la reacción resultante fue una cerrada y sólida oposición de todo el arco político opositor a una eventual candidatura de Morales que terminó saldándose con el golpe de estado y las subsiguientes masacres que le siguieron. Hoy a esa cerrada y sólida oposición a Morales, encabezada y sostenida por las clases medias “blanco-mestizas”, se le han sumado sectores del MAS vinculados a la tecnocracia que administra el Estado y afines a esas clases blanco mestizas.

La convocatoria por parte de Arce a un eventual referéndum para resolver la posibilidad del fin de los subsidios a los combustibles así como para terminar de clausurar las aspiraciones electorales de Morales, empujaron a este último al único recurso posible en estas condiciones como es la movilización y ocupación callejera. “Marcha para salvar a Bolivia” fue el slogan elegido por el expresidente para iniciar una pulseta política con el gobierno central.

La marcha del evismo contra la proscripción electoral, y por un conjunto de demandas como la exigencia de renuncia de Arce y Choquehuanca y contra el alza del costo de vida, arrancó en la localidad de Caracollo el pasado lunes 16 y pretende hacer su ingreso a la ciudad de La Paz este 23 de septiembre. Sin embargo, a poco de haberse iniciado la caminata, en la localidad de Vila Vila, fue emboscada por cooperativistas mineros y funcionarios públicos, quienes comandados por el viceministro de Cooperativas Mineras, Mauricio Guzmán, agredieron la movilización dejando decenas de heridos buscando disuadir a Morales y a sus seguidores de continuar la marcha.

Por su parte los Ponchos Rojos, de la federación Tupac Katari, también habían anunciado una gran movilización con bloqueo de caminos y cerco a La Paz sin embargo, la misma, se redujo a pocos puntos de bloqueo, hacia el lago Titicaca y Copacabana, no logrando mostrar la contundencia que esperaban. David Mamani, dirigente de los ponchos rojos, del sector opositor al gobierno, denunció que los responsables de garantizar el plan de lucha en la carretera Oruro-La Paz se habían transformado, repentinamente, en miembros afines a Arce. Su distancia con el evismo se expresó cuando denunció que les habían apedreado en sus puntos de bloqueo dando cuenta de que se organizan de manera independiente de las dos alas del MAS.

Con estos antecedentes, Evo Morales, planteó que se retiraba de la movilización ante la “satanización” que el gobierno estaba realizando aprovechando la presencia del ex presidente, sin embargo este anuncio por parte de Morales fue retirado a las pocas horas debido a que provoca la desmovilización del evismo. Lo hacía anunciando que el ingreso a la ciudad de La Paz se realizará por diferentes accesos, respondiendo de esta manera a los anuncios tanto del presidente como de la alcaldesa de El Alto, de impedir el ingreso de la movilización mediante una contra movilización oficialista. Tanto Arce, como diversos sectores renovadores del MAS, han convocado a una gran concentración en la localidad de Ventilla, a las puertas de El Alto, contra el “golpismo y por la democracia”. De más está decir que tal convocatoria pre anuncia nuevas escenas de violencia y pugilato.

La debilidad del gobierno de Arce se expresa en el fortalecimiento de sus tendencias autoritarias. Tal es así que esta vez mientras los empresarios exigen medidas que prohíban los bloqueos Arce se les adelantó con la Resolución Constitucional 040/2024, del 16 de febrero, en la que se prohíbe llamar a bloqueos y “provocar intransitabilidad de carreteras”. Con estas disposiciones fueron condenados, en un proceso abreviado, a tres años de cárcel cuatro Ponchos Rojos que realizaban el bloqueo de carreteras.

Las cada vez más fuertes tendencias represivas y antidemocráticas del gobierno de Arce marcan una paradoja histórica, como es el terminar el ciclo político “progresista” con el mismo MAS sancionando un método de lucha que en definitiva fue el que permitió la apertura de este ciclo y el ascenso del MAS al gobierno.

Enriquecimiento agroindustrial con incendios y complicidad estatal

Este contexto de crisis económica y política no estaría completo sino abordamos el desastre ambiental provocado fundamentalmente por los agroindustriales quienes son responsables de casi el 50% del inicio de los incendios pese a que controlan el 16% de tierras, en una búsqueda de ampliar y extender la frontera agrícola. Lo hacen con la complicidad y el apoyo de toda una batería de leyes que alientan y favorecen el agro negocio, impulsadas primero por los neoliberales y completadas con las leyes incendiarias aprobadas por el evismo y continuadas por Áñez y Arce.

El nivel de destrucción provocado ya supera las 5 millones de hectáreas, rebasando con creces las 3 millones y medias del año pasado y preanunciando nuevos y más desastres ambientales motivados por la sed de tierras y ganancias. Diversos estudios afirman que la mortandad de fauna silvestre supera posiblemente los 10 millones de animales, poniendo en riesgo la biodiversidad regional con el peligro de continuar el fuego, de llegar a un punto de no retorno donde la reparación y reconstrucción sean tareas imposibles.

Es que con el fin del ciclo exportador de gas e hidrocarburos el gobierno de Arce ha optado por una orientación que se basa en recostarse de manera creciente en el empresariado, particularmente minero y agroindustrial, adoptando todas las recetas neoliberales para combatir la crisis. Hablamos de más ajuste fiscal con despidos y reducciones salariales y de derechos, reducción o paralización de las obras públicas, mayor flexibilización y precariedad laboral. Es sobre esta base política que el arcismo y los renovadores del MAS están tejiendo una agenda común con la oposición de derecha, empezando por el trabajo en común para avanzar en la proscripción electoral de Evo Morales, el acuerdo de los 10 puntos alcanzado con empresarios y exportadores y la negativa a establecer cualquier tipo de control y retención de los dólares de exportación.

Esta última medida deja en manos de los exportadores la continuidad de la retención y especulación del billete verde, agravando con esto la situación de los sectores populares mientras la clase dominante se enriquece aceleradamente con la especulación financiera.

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Recuperar los sindicatos e impulsar la movilización independiente de evistas, arcistas y derechistas

La agitación popular que empieza a sentirse en cada sindicato y organización social intenta ser canalizada por las diversas expresiones del MAS y de la burocracia, que en sus disputas han disparado un fenómeno de deliberación sindical y política en los centros de trabajo y en algunos casos se producen acciones radicalizadas en la búsqueda de recuperación de sus organizaciones.

El vergonzoso papel de la cúpula de la COB (Central Obrera Boliviana) que ha instalado una vigilia en las puertas del parlamento, exigiendo que la ALP (Asamblea Legislativa Plurinacional) apruebe los créditos y el endeudamiento externo que reclama Arce para contener la crisis, contrasta con el valiente papel cumplido por el sindicato de los trabajadores del BCB quienes en los años 80 tomaron el edificio exigiendo el no pago de la deuda externa. Hoy la burocracia sindical pelea para agravar el endeudamiento y que las leyes pro empresariales del gobierno sean aprobadas.

Este comportamiento es el que está alentando tendencias antiburocráticas que toman distancia no solo de los renovadores del MAS sino también del evismo, que anunció más de un millón de personas en la marcha y aun no llegan a 20 mil.

Es sobre estas tendencias a la deliberación y a la recuperación de nuestras organizaciones sindicales y sociales, que es posible alentar una política de independencia de todas las alas del MAS que han trabajado estos 17 años para preservar la sociedad capitalista, evitando que las grandes movilizaciones revolucionarias que iban del 2000 al 2008 adquieran un carácter anti patronal y anti capitalista. Trabajaron para recomponer el peso social de la burguesía y las clases dominantes y hoy pretenden que la crisis la vuelvan a pagar las clases populares y las y los trabajadores del campo y la ciudad.

La urgencia de sostener una política independiente de todas las expresiones burguesas del régimen, es fundamental para poder pelear con las manos libres. Para desenmascarar las trampas que desde los progresistas le ponen al movimiento de masas, como por ejemplo el aun dudoso referéndum de Arce donde pretende que votemos a favor del aumento de precios de hidrocarburos, o también la consulta para definir si se proscribe a Evo Morales o no.

Rechazamos todas estas trampas que buscan inclinar aun más a la derecha la situación política. Rechazamos todo recorte a los derechos y libertades democráticas. Exigimos la libertad de los ponchos rojos encarcelados. Defendemos el derecho de Evo Morales y del evismo a marchar sin violencias ni emboscadas gubernamentales como en Vila Vila. Rechazamos los intentos de proscripción del evismo que renovadores del MAS y derechistas impulsan, pese a que fue el mismo Evo quién en su gobierno alentó también una serie de medidas proscriptivas contra sus opositores.

Exigimos el fin de toda la legislación neoliberal sobre la tenencia de tierras y que ha venido históricamente facilitando los negocios criminales de los parásitos agroindustriales así como de toda la legislación incendiaria aprobada durante los gobiernos de Evo Morales y continuada por Áñez y hoy con Arce. Exigimos la nacionalización sin indemnización de la agroindustria, responsable del golpe de estado del 19 y de la destrucción de la Amazonía, la Chiquitania y El Chaco.

Fuera la burocracia sindical y su vergonzosa vigilia en las puertas del parlamento. Exigimos impulsar la movilización para imponer el monopolio estatal del comercio exterior y la creación de una banca estatal única, controlada y gestionada por lxs trabajadores. Con estas medidas se podrá brindar créditos baratos al servicio de las economías de las y los pequeños comerciantes, artesanxs, pequeños productores. Solo así podremos poner fin al festival de especulación que los empresarios agroindustriales, banqueros y mineros realizan con la complicidad de arcistas, evistas y derechistas.

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Alto al alza del costo de vida. Aumento generalizado de salarios para todo el pueblo trabajador. Que la crisis la paguen los agroindustriales, banqueros y empresarios.

Es momento de empezar, sobre la base de la autoorganización, a luchar por impulsar estas y otras medidas porque son las únicas que pueden poner un freno de emergencia a la situación de profunda crisis a la que nos están empujando. Debemos construir una perspectiva que luche por una sociedad en la que no gobierne un puñado de parásitos capitalistas. Solo la lucha en la perspectiva de un gobierno de las y los trabajadores, del campo y la ciudad, en alianza con el movimiento campesino, con las comunidades indígenas, los sectores populares, el movimiento de mujeres y de las diversidades y disidencias sexuales y de género, puede ofrecer una salida para vivir una vida que valga la pena ser vivida.


Javo Ferreira

Javo Ferreira nació en La Paz en 1967, es fundador de la LOR-CI en Bolivia. Autor del libro Comunidad, indigenismo y marxismo y parte del consejo editorial de La Izquierda Diario Bolivia. Fue docente de la Universidad Obrera de Siglo XX en Potosí e impulsor del PT de la COB el 2013.

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