La nueva medida de Jair Bolsonaro en Brasil, es armar a las escuelas como cárceles. Esta vez, y en el regreso de vacaciones de las y los estudiantes, algunos establecimientos públicos se encontraron con docenas de policías armados en los patios.
Sábado 4 de mayo de 2019
La visión de militarizar a los colegios de parte de Bolsonaro se transforma en ejercicio cotidiano de su gobierno, llegando incluso a integrar a militares dirigiendo las filas en los patios, y elaborando nuevas reglas. Todo esto, con un discurso de “Mejorar las escuelas”, debido al bajo desempeño de los colegios del país, en comparación con estándares internacionales.
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Son 36 nuevos centros educacionales que se suman al plan de educación militarizada de Brasil, donde académicos cuestionan la posible adaptación masiva que genera el modelo excluyente de Bolsonaro, arriesgando el sistema público y gratuito,modificando contenidos con los mismos militares en el ámbito de la disciplina y conducta, en la dirección del Ministerio de Educación.
Por otra parte, el gobierno de Brasil, tilda a la educación de su país de contener “Ideología Marxista”, lo que implica que desde el Ministerio de Educación se revisará textos escolares de historia, con el objetivo de cambiar la palabra dictadura entre 1964 y 1985, a un “régimen democrático de fuerza”.
Otras de las medidas de Bolsonaro en la educación, es el ataque al movimiento de mujeres y a la diversidad sexual, donde buscan sacar contenidos al respecto, y eliminar incluso asignaturas que dan espacio para el debate y la reflexión, como la filosofía y la sociología.
La educación privatizada de Chile es un ejemplo para la ultraderecha de Brasil, así como la militarización y misoginea de Bolsonaro es un ejemplo para la criminalización de la juventud y los grupos antimujeres y diversidad sexual en Chile, además de agregar al tercer factor, Estados Unidos y su inserción imperialista.