La aplastante derrota de Macri en las elecciones primarias de este domingo afecta a todo el arco de la derecha regional que lo apoyó. Bolsonaro, desesperado, advirtió sobre un supuesto éxodo de argentinos hacia Brasil.
Lunes 12 de agosto de 2019 15:02
Encolumnada detrás de Trump, la derecha regional apostaba todo al triunfo de Mauricio Macri en las elecciones primarias de este domingo. Su aplastante derrota son malas noticias para los gobiernos de Bolsonaro, Piñera y Duque, y el ultraderechista brasileño fue de los primeros en reaccionar con uno de sus típicos exabruptos.
En un discurso en la mañana de este lunes Bolsonaro comparó la situación de Argentina tras la derrota de Macri con la de Venezuela y dijo que el estado de Río Grande do Sul (en la frontera con Argentina) podría ser como el de Roraima, que viene recibiendo inmigrantes venezolanos que huyen de la crisis.
🎥 "Rio Grande do Sul pode virar nova Roraima se esquerda for eleita na Argentina", afirma Bolsonaro sobre eleições primárias argentinas pic.twitter.com/3iTRbM2nas
— UOL Notícias (@UOLNoticias) August 12, 2019
En su discurso Bolsonaro dijo "¡Pueblo gaúcho! (habitantes del sur del país) Si esa izquierda vuelve a Argentina, podemos tener sí, en Río Grande do Sul, un nuevo estado de Roraima (norte de Brasil y fronterizo con Venezuela) y no queremos eso, hermanos argentinos huyendo para aquí".
Por supuesto no dijo nada sobre la política golpista y las sanciones que el propio Bolsonaro junto a Macri, Piñera o Duque han venido apoyando contra Venezuela, y que no hicieron más que profundizar la situación de catástrofe económica que vive ese país, ya golpeada por la política de Maduro.
Bolsonaro lleva ocho meses de Gobierno y ya ha sufrido duros golpes, que incluyen escándalos judiciales, peleas con los integrantes de la coalición que lo llevaron al poder (militares, establishment económico y el partido judicial), cortocircuitos con el Congreso y una situación económica recesiva que empuja hacia arriba el desempleo y la pobreza.
En este escenario la derrota de Macri, significa un duro golpe para Bolsonaro y para toda la derecha regional que, lejos de ser una nueva derecha que venía para quedarse como sentenciaron algunos analistas, mostró ser un fenómeno político no asentado golpeado por la política proteccionistas de Estados Unidos, la pelea comercial de Trump con China y las tendencias a una desaceleración económica a nivel mundial.
Bordeando el delirio, Bolsonaro comparó a la fórmula Fernández-Fernández, que ganó en Argentina este domingo, con Fidel Castro o Hugo Chávez. Volvió a apoyar a Macri, aunque de forma más solapada, para evitar que la desgracia de la derecha argentina lo termine arrastrando a él también como una profecía autocumplida.
Lejos de las exageradas comparaciones de Bolsonaro, Alberto Fernández y el grupo de economistas que lo rodean ya habían confirmado la necesidad de negociar con el FMI el pago de la fraudulenta deuda externa, devaluar la moneda para tener un dolar "competitivo" para los empresarios del campo y una reforma laboral para favorecer a las empresas.
Los especuladores financieros le dieron este lunes a Alberto Fernández un regalo por anticipado al devaluar casi un 20% el peso frente al dolar, acercándolo a un valor "competitivo", como pidió Fernández.
Es que el panorama económico internacional de terror que está haciendo tambalear a la "nueva derecha" regional, es el mismo que tendrá que afrontar la versión degradada de los ya viejos gobiernos posneoliberales.