Este sábado 10 de Junio Convergencia social celebró su 4to aniversario, para lo cual contaba con un invitado estelar, nada más ni nada menos que el presidente Gabriel Boric, quien en su discurso intentó sentar las bases para convencer a su partido de la necesidad de “ampliar sus fronteras”, es decir, buscar las vías para integrar al desfigurado y decadente centro político en sus planes de gobierno y en su falsa cruzada contra la avanzada derechista.
Lunes 12 de junio de 2023
Dentro de su intervención Boric planteó que, “Cuando en redes sociales me encuentro con alguien que dice ‘yo soy del 38%’, me genera una mezcla de orgullo y escozor“. “Escozor, porque digo, si vamos a ser el 38% y estamos orgullosos de eso, no vamos a ser capaces de cambiar la sociedad.”
En otras palabras, busca la misma fórmula que usó en su campaña presidencial de “todos contra el fascismo” que terminó siendo una verdadera vergüenza, ya que en los hechos significó adoptar elementos vertebrales del programa de la derecha con un parafraseo que posa de izquierda en el fondo está transmitiendo la idea de una vieja receta concertacionista, “aliarse con la democracia cristiana y los partidos de centro burgués para supuestamente “enfrentar a la ultraderecha”. Pero claro, esto a su excelencia no genera ningún tipo de escozor.
Cuestión que sin duda volverá a fracasar porque Boric y su comparsa “progresista” son incapaces de enfrentar consecuentemente el avance de la ultraderecha. Mucho menos con los viejos partidos que administraron el modelo neoliberal durante 30 años, lo que los llevó a convertirse en partidos de la elite progresista y alejarse cada vez más de las masas populares. El PS es sin duda un arquetipo de este fenómeno. Por eso su idea va a fracasar porque no se plantea solucionar íntegramente la miseria social provocada por el capitalismo neoliberal
Además Boric en su discurso planteó que su partido buscaba “hacer cambios estructurales, no una mera administración de lo que ya hay”. Cuestión que sin duda suena bien, pero ya mostraron ser justamente eso. una mera administración de lo que ya hay, con algunos retoques performáticos y parafraseos progres, pero que en el fondo
Pareciera que el distinguido señor presidente olvidó todas las concesiones que su gobierno y coalición le han venido haciendo a la derecha, como la aprobación del TPP 11, La designación de Yañez como general director de carabineros, la impunidad en la que quedó la policía luego de su actuar criminal durante la revuelta, las extensiones de la militarización en la araucanía, los injertos flexibilizadores a su proyecto de ley de 40 horas laborales, la ley de gatillo fácil, la mantención de la ley aula segura, el baipaseo a la ley de interrupción del embarazo, el blindaje a las AFP, el dique al retiro del fondo de pensiones entre otras.
Esto último demuestra que en los hechos su forma de “enfrentar” a la ultraderecha es asumiendo los ejes estructurantes del programa neoliberal y represivo de los grandes capitalistas, por lo que resulta ser casi inexplicable como no se le cae la cara de vergüenza cuando plantea que su intención es enfrentar el avance de la ultraderecha.
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Para enfrentar el avance de la ultraderecha hace falta una alternativa revolucionaria, la propuesta de Boric de unidad con la ex concertación nos lleva a un callejón sin salida
Acordamos con la necesidad de enfrentarse a los herederos directos del Pinochetismo, pero la pregunta es cómo. Boric, en concordancia con la posición del PC, dice que hay que hacerlo en un arco amplio que supere el “38 %”. Lo que en el fondo hay que traducirlo como la intencion de levantar una alianza que incluya a la DC, al PPD, al PR y por supuesto al PS, es decir una alianza con la vieja concertación y los partidos neoliberales de los 30 años que la componían.
Receta que ya ha quedado en evidencia política e históricamente que es absolutamente esteril, que lo único que hace es disminuir las expectativas de transformaciones reales en los sectores populares y por esa vía fortalecer a la derecha y ultraderecha.
Pero ¿qué necesitamos realmente para enfrentar a la ultraderecha?, creemos que para dar esta pelea consecuentemente y hasta el final es necesario levantar una alternativa política desde abajo, socialista, revolucionaria y anticapitalista que plantee claramente la necesidad de la organización y movilización obrera y popular con independencia del gobierno de Apruebo dignidad y el llamado “socialismo democrático”.
Estos últimos son quienes quieren convencernos de que la única forma de echar de la fiesta a la derecha es que la izquierda baile al ritmo de su playlist, cuestión que ya quedó totalmente demostrada que para lo único que sirve es para fortalecer las ideas y programa de restauración del régimen político y económico oligárquico y neoliberal.
Sin duda la propuesta de Boric lleva a la izquierda y a las masas a un callejón sin salida, a la falsa idea de que unidos a la concertación se podrán conseguir las demandas que motorizaron la rebelión del 2019 y que el desvío restaurador del proceso constituyente no pudo ni podrá resolver. Es una orientación que lleva a las fuerzas de los trabajadores, mujeres y juventud a la impotencia absoluta, planteando solapadamente volver a confiar en los que prometieron al pueblo de Chile que supuestamente la alegría llegaría.
En la única fuerza que se puede confiar es en la de la unidad de los trabajadores, en las masas autoorganizadas y en la de una alternativa política plantee esta perspectiva en cada lugar donde tenga presencia militante. Solo la alianza de los trabajadores con los sectores oprimidos de la sociedad (mujeres, mapuche, migrantes y juventud) nos puede dar la posibilidad concreta de alcanzar una salida revolucionaria a la profunda crisis política y económica que estamos atravesando, esa es la perspectiva que invitamos a impulsar desde el PTR.