Boy eating the bird’s food(el joven que comía comida de pájaros) un título sugerente para una película. A los pocos minutos del inicio descubrimos el porqué. Nada superfluo, sino la más absoluta literalidad. Un joven comparte con su pájaro la comida en medio de la crisis griega.
Clara Mallo Madrid | @ClaraMallo
Sábado 5 de septiembre de 2015
Con esta misma franqueza, Ektoras Lygizos dirige su primer largometraje. Un cine “austero” y profundamente real.
Día tras día, las noticias desde Grecia abren los periódicos y noticieros de todo el mundo. La situación económica, los planes de la Troika, las condiciones impuestas en los rescates, y la capitulación de sus políticos ante los poderes del capital internacional son conocidos por todos.
En esta película Ektoras Lygizos ha sabido mostrarnos la crisis griega en su aspecto más cotidiano, una manera directa de acercarnos a esta situación a través de la vida de un joven desempleado. Todo lo que leemos en los periódicos, el joven director Lygizos logra traerlo al primer plano a través de los ojos de este joven griego, asfixiado por el hambre. Un retrato que se vuelve al mismo tiempo general y tremendamente cercano.
Más allá de la búsqueda cotidiana por sobrevivir, por parte del solitario y aislado protagonista, se intuye lo demás, lo que hay detrás de la vida de este joven griego, la crueldad de un sistema que lleva a millones de personas a la extrema pobreza.
Lygizos no se olvida de ello, y va más allá, encerrando esa idea en cada una de las escenas mediante imágenes, la puesta en escena y mediante una cuidada simbología.
Boy eating the bird’s food es sobre todo un film que habla del castigo, un castigo a los trabajadores y sectores populares griegos. Y habla de sentimientos, de rabia, desesperación, y desamparo. Todo ello centrado en el joven contratenor que busca desesperadamente empleo.
El joven director heleno nos regala un retrato, un retrato de la crisis griega en el plano humano. Para ello se sirve del uso de la cámara con sentido documental para intentar otorgar sensación de realidad y proximidad al joven griego y lo que siente.
Los periódicos hacen el resto, nos aproximan como la cámara de Ektoras Lygizos a la vida de este joven.
Ektoras Lygizos (Atenas, 1976), se lanzó como director de cine en 2004 con su primer corto Pure Youth. Boy eating the Bird’s Food es su primer largometraje, una historia franca y cruel que ha cosechado un buen reconocimiento con distintas nominaciones y premios en festivales internacionales como el Festival de Toronto o Festival de Karlovy Vary.
Un retrato de la supervivencia griega que logra trasmitir una atmósfera de frustración y rabia que todavía no encuentra una vía de escape, pero continuamente a punto de estallar. Una dirección magistral que retrata de una manera franca y abierta la realidad de la “austeridad” impuesta.