Defensor de sus privilegios, de las reformas de Temer. Jair Bolsonaro mostró en su trayectoria como diputado que no está del lado de la clase obrera, votando proyectos que atacan los derechos de los trabajadores, se benefició con privilegios parlamentarios como subsidios para la vivienda, incluso teniendo varios departamentos.
Martes 16 de octubre de 2018
En el 2000 votó a favor de la Ley de responsabilidad fiscal, que hizo al gobierno federal controlar el presupuesto de los estados cortando inversión en educación, salud y seguridad.
En 2010 votó a favor del aumento de su propio salario.
Bolsonaro votó en 2016 a favor de la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC). La PEC 241 que congela en 20 años las inversiones en salud, educación, previsión y asistencia social.
En 2017 votó a favor de la reforma laboral de Temer, que impulsó que las mujeres embarazadas trabajen en lugares insalubres, reduce el horario de almuerzo, impone el trabajo intermitente y busca que los trabajadores paguen los costos de los abogados en caso de despidos.
En 2018 votó a favor de la entrega del pre-sal (formación geológica que contiene petroleo) al capital. El Proyecto de Ley permite vender el 70% de los campos del pre-sal a través del régimen de concesión.
Esto significa la entrega del petróleo al imperialismo, haciendo que esa enorme riqueza, que podría resolver los problemas graves de la educación, la salud y la vivienda, vaya al bolsillo de las grandes corporaciones petroleras y sus accionistas extranjeros.
Se ausentó en la votación en primera vuelta de la enmienda que castiga el trabajo esclavo y se opuso a la enmienda que extendió los derechos laborales para empleados / as domésticos / as.
Bolsonaro nunca estuvo del lado de los trabajadores brasileros. Su economista, Paulo Guedes, quien está al servicio del mercado financiero, de los bancos y de los especuladores internacionales, siempre estuvo al lado de los capitalistas y de los exploradores.
Lo que Bolsonaro tiene para ofrecer a los trabajadores y la juventud son salarios miserables, empleos precarizados, retirada de derechos básicos, entrega del patrimonio público a especuladores, más desigualdad social y represión y violencia contra la población pobre y negra.
