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Red Internacional
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Economía. Brasil, el dólar alcanza su mayor cotización en 9 años

Jueves 18 de diciembre de 2014

El real sigue en caída. Ayer bajó 1,7% para cotizar a 2,734 por dólar. Esta es su cotización más baja desde marzo de 2005. La devaluación acumulada en lo que va del año alcanza el 19%. Factores como la caída de precios del petróleo, los efectos más palpables de la crisis internacional sobre la economía brasilera, los escándalos de corrupción en Petrobras, la relativa mejoría de los índices de la economía estadounidense y las incertezas en relación a cómo será la intervención del Banco Central frente a este movimiento de la moneda norteamericana, explican el alza.

Qué cambia

Muchas veces cuando los trabajadores vemos en los grandes medios noticias como estas no entendemos claramente el efecto de estos sucesos sobre nuestras vidas. Las oscilaciones de la moneda estadounidense parecen ser algo tan distante que es difícil establecer alguna relación directa con nuestra vida cotidiana.
Sin embargo, como vivimos en una sociedad donde el dinero tiene un poder casi mítico y el dólar es la moneda que ocupa el papel principal dentro de la jerarquía que se establece entre las diferentes monedas nacionales, sus oscilaciones, alzas y bajas terminan afectando nuestro día a día.

Los efectos del aumento del precio del dólar en relación al real son contradictorios: por un lado, con una moneda estadounidense más cara, resulta más difícil para los capitalistas brasileños comprar mercaderías en el exterior, y como gran parte de las mercaderías producidas en el país contienen componentes importados, esto encarece la producción y dificulta las inversiones, haciendo que muchas veces los capitalistas prefieran guardar o invertir en acciones en lugar de invertir en forma productiva. Por otro lado, la desvalorización del real podría impulsar las exportaciones brasileñas, puesto que las mercaderías producidas aquí serían más baratas en el mercado internacional, donde el dólar es la moneda corriente; pero con el desaceleramiento de la economía global, a partir de la crisis, el primer factor tiende a predominar y los efectos negativos del alza del dólar son preponderantes.

Otro factor negativo en relación al alza del dólar es que refleja la falta de confianza de los inversores internacionales en la economía de Brasil, lo que disminuye el flujo de dinero hacia la economía nacional, dificultando aun más las inversiones de los capitalistas brasileños y produciendo la desaceleración de la economía. Para combatir esta fuga de capitales el remedio a ser administrado por el Banco Central brasileño es el aumento de la tasa de interés (Selic) que es la tasa de referencia para las diferentes instituciones financieras, que impacta tanto en las inversiones (pues es más caro para los capitalistas tomar dinero en préstamo para inversiones) como en el consumo (pues las tasas de interés para el consumo, que ya son exorbitantes, aumentan aún más).

Así, este aumento de la cotización del dólar tiende a reflejarse en una mayor desaceleración de la economía brasileña, con sus obvios efectos negativos para los trabajadores, como el aumento del desempleo, la reducción salarial, etc.

Quién paga la crisis

Es evidente que en este momento los patrones y todos los medios ligados a sus intereses vendrán con el viejo discurso de que tenemos que ajustarnos los cinturones, que tenemos que estar juntos para superar el difícil momento, etc. No era ese discurso que usaron cuando la economía crecía, en aquel momento las ganancias eran para las patronales y para los trabajadores restaban más horas de trabajo y bajos salarios. Cuando hay ganancias, son para ellos, cuando hay pérdidas, son de todos.

Los trabajadores tenemos que prepararnos para no ser engañados por maniobras como éstas y avanzar para que la crisis caiga sobre las espaldas de quienes la produjeron.