En medio de una profunda crisis sanitaria y política, Brasil superó este domingo los 50.000 fallecimientos por coronavirus, mientras que los contagios ya superan el millón.
Lunes 22 de junio de 2020 12:34
Brasil superó este domingo la barrera de los 50.000 muertos por coronavirus tras registrar 632 nuevos fallecidos diarios y alcanzar los 50.608 decesos, a poco más de tres meses de la confirmación de la primera muerte en el país, según datos oficiales de las Secretarías regionales de Salud.
En medio de una profunda crisis política y sanitaria, el país ya tiene más de 1 millón de contagiados por responsabilidad directa del Gobierno ultraderechista de Jair Bolsonaro, pero también por la acción de los gobernadores. La jornada del domingo transcurrió también entre nuevas movilizaciones en distintas ciudades del país.
Esta semana, Brasil registró cinco días consecutivos por encima de la barrera de los 1.000 muertos, lo que confirma al país como el segundo del mundo tanto en número de víctimas como de contagios, solo detrás de Estados Unidos.
Las cifras apuntan que el virus sigue avanzando aceleradamente en el país aún cuando los especialistas alertan de que la pandemia todavía no alcanzó su pico máximo.
A pesar del dato de la cantidad de muertos, Bolsonaro no se manifestó sobre las cifras alcanzadas y se limitó a subir una publicación en sus redes sociales en tributo a un militar que falleció tras un salto de paracaídas.
"Peor que el dolor de la derrota, es el dolor de la vergüenza por no haber luchado. Nuestra misión es defender la Patria, nuestra libertad y los intereses de la mayoría de nuestro pueblo", escribió en Twitter el líder ultraderechista, quien viajó este domingo a Río de Janeiro para acompañar al funeral del militar fallecido.
De acuerdo con los datos de las 27 Secretarías regionales de Salud del país, Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil y donde viven cerca de 46 millones de personas, sigue como epicentro de la enfermedad, con 12.588 muertos y casi 220.000 casos confirmados de COVID-19.
El segundo estado más azotado por la emergencia sanitaria es Río de Janeiro, que ya contabiliza 8.875 fallecidos y se acerca a los 100.000 infectados.
En el empobrecido nordeste brasileño, la situación más delicada se encuentra en el estado de Ceará, que alcanzó los 5.523 decesos y podría sobrepasar a Río de Janeiro en número de contagiados los próximos días.
Diversos estados y ciudades brasileñas empezaron a inicios de junio su proceso de reapertura gradual de la economía, pero muchos municipios han dado marcha atrás esta semana debido al acelerado ritmo de expansión del patógeno.
Desigualdad y pandemia
La llegada del nuevo coronavirus a Brasil ha generado una serie de efectos sociales que están directamente relacionados con la desigualdad en el país. De hecho, debido a la creciente precariedad del trabajo, la vida y el sistema de salud, los trabajadores han pagado el precio más alto por la crisis debido a la falta de políticas destinadas a combatir la pandemia actual.
La ausencia de políticas para combatir la crisis está directamente relacionada con el mantenimiento de las ganancias de los grandes capitalistas. A medida que el país rompe récords, Bolsonaro y su ministro de Economía, Paulo Guedes, continúan inyectando miles de millones en los bancos para salvarlos. Los gobernadores, un sector que parecía más racional y también se ubicaba como "oposición" al bolsonarismo, mostraron al adoptar la política de reapertura económica, que su prioridad nunca fue luchar contra la crisis, sino salvar a los grandes empresarios.
Sin el objetivo de obtener más test y camas cuando aún no se llegó al pico de contagios, Bolsonaro y los gobernadores continúan con su política asesina contra los sectores más afectados por los efectos sociales de la crisis actual. Marcada por la falta de medidas para combatir la crisis de salud, esta política también se ve agravada por la intensificación de los ataques contra los derechos de la clase trabajadora.
En este marco, los trabajadores de la salud que han estado a la vanguardia en la lucha contra el coronavirus se volvieron a manifestar este domingo exigiendo mejores condiciones de trabajo y denunciando la forma en que el Estado ha estado manejando esta crisis, a través de Bolsonaro y los gobernadores.
Brasil también se encuentra en el primer lugar en número de muertes entre los trabajadores de la salud, según los sindicatos del sector. Además, hay varios informes de subregistro de casos, lo que significaría una condición aún más alarmante para el desarrollo de la pandemia en el país.
Los actos y manifestaciones simbólicas, así como las actividades en las redes sociales simultáneas a los actos tuvieron lugar en varias ciudades como Brasilia (DF), Fortaleza (CE), Recife (PE), Caruaru (PE), São Paulo (SP) Ilhabela (SP) , Campinas (SP), Cuiabá (MT), Petrolina (PE), Juazeiro do Norte (CE), Maceió (AL), Aracaju (SE), Salvador (BA), Río de Janeiro (RJ), Belo Horizonte (MG) , João Pessoa (PB), Florianópolis (SC), Porto Alegre (RS), Campo Grande (MS), Belém (PA), Londrina (PR), Pacaraima (RR), Canindé (CE) y Curitiba (PR).