El presidente interino de Corea del Sur, Han Duck-soo, fue destituido este viernes por la votación de una mayoría parlamentaria en manos de la oposición. Han duró en su puesto solo unos días tras la votación que terminó en un impeachment contra el presidente Yoon Suk Yeol tras su intento de llevar adelante un autogolpe mediante la declaración de una ley marcial el 3 de diciembre. La crisis política se profundiza.
Viernes 27 de diciembre de 2024 13:01
El presidente interino de Corea del Sur, Han Duck-soo, abandona el complejo gubernamental en Seúl el viernes tras ser destituido en la Asamblea Nacional. Fotografía: Agencia de Noticias Yonhap/Reuters
La crisis política se profundiza en Corea del Sur con la destitución y votación de juicio político al expresidente Yoon Suk Yeol hace dos semanas y a su sucesor como presidente interino Han Duck-soo, este mismo viernes.
Los antecedentes
El expresidente Yoon Suk Yeol había intentado llevar adelante un autogolpe mediante la declaración de la ley marcial en la noche del 3 de diciembre, sacando a las fuerzas armadas a la calle e intentando prohibir toda actividad política. Sin embargo, en medio de una movilización masiva en Seul y otras ciudades y un llamado a huelga del principal sindicato en la misma madrugada del 4 de diciembre la Asamblea Nacional (parlamento) votó la anulación de la ley marcial, que tuvo que ser retirada por el propio presidente Yoon Suk Yeol unas horas después.
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Ese intento frustrado de autogolpe terminó diez días después con una votación de impeachment (juicio político) contra Yoon Suk Yeol y la designación como presidente interino del hasta entonces primer ministro Han Duck-soo.
La destitución de Han Duck-soo
Para avanzar en el juicio político es necesario que seis de los nueve jueces del Tribunal Constitucional (TC) den por válida la votación de la Asamblea Nacional, pero el problema es que en la actualidad el TC tiene tres asientos vacantes por jueces que terminaron sus mandatos en octubre. Las negociaciones para cubrir esas vacantes terminaron en la crisis actual y la destitución de Han Duck-soo.
El Partido Democrático, que tiene la mayoría en la Asamblea Nacional por sobre el oficialista Partido del Poder Popular (PPP), propuso el nombre de tres jueces para que sean nombrados por Han para avanzar en el juicio político a Yoon dentro de los 180 días que establece el plazo de ley.
Han se negó este jueves a aprobar la designación de esos jueces, afines a la oposición, con la excusa de que por ser presidente interino no estaba facultado para tales nombramientos al Tribunal Constitucional. Tras la negativa de Han, la Asamblea Nacional votó su destitución inmediata.
La moción de destitución fue presentada el jueves por el principal partido de la oposición y fue votada este viernes por una 192 legisladores a favor y ningún voto en contra. La cámara tiene 300 diputados, pero los miembros del gobernante Partido del Poder Popular (PPP) boicotearon la votación de este viernes dejando solo al Partido Demócrata que ya contaba con los votos para destituir a Han.
Tras su destitución deberá asumir la presidencia interina el ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, dando cuenta del vacío de poder y la profundización de la crisis política. Así como Han se negó a votar los jueves al Tribunal Constitucional para retrasar una sentencia contra Yoon Suk Yeol, también es posible que Choi Sang-mok siga sus pasos agudizando la crisis.
Si el TC no logra completar los 9 miembros dentro del plazo de los 180 días, la votación podría quedar en manos de los 6 jueces actuales, es decir que deberían votar por unanimidad la habilitación del juicio político y si no lo hacen Yoon podría quedar inmediatamente rehabilitado en sus funciones. Es por esto que la oposición del PD quiere que se completen los asientos vacantes.
Mientras tanto el Partido Demócrata tiene un pie en las movilizaciones y otro en las negociaciones parlamentarias y de palacio, en su intento de volver al poder, sea de forma negociada o por elecciones tras la habilitación de un impeachment.
Por otra parte la declaración de la ley marcial por parte de Yoon a principios de diciembre, que fue la primera desde el fin de la dictadura militar a finales de la década de 1980, rehabilitó a grupos de extrema derecha, prodictadura, que tienen presencia tanto en el parlamento como entre la sociedad y las fuerzas armadas y que implican un peligro para las y los trabajadores y el pueblo coreano.
Como señalaban nuestras compañeras y compañeros de March to Socialism en una reciente declaración "la destitución del presidente Yoon debería ser el comienzo de una gran lucha para erradicar por completo las fuerzas reaccionarias de extrema derecha y borrar la posibilidad del resurgimiento del fascismo en Corea del Sur. El autogolpe del 3 de diciembre, que pretendía eliminar todos los derechos de los trabajadores y el pueblo conquistados con su sangre, fue una insurrección contra el pueblo mediante la conspiración y la violencia antipopulares, que pretendía derrocar el actual sistema constitucional basado en la democracia limitada de 1987. Ahora es el momento de castigar con la mayor severidad a Yoon como jefe de la insurrección, a todos los cómplices y a todos los simpatizantes. En particular, debemos desmantelar el Partido del Poder Popular, la organización colectiva de los cómplices y simpatizantes de la insurrección. El movimiento de las fuerzas reaccionarias debe ser aplastado con fuerzas físicas, no solo con palabras, combinando una poderosa huelga general con un explosivo levantamiento popular. Las fuerzas reaccionarias de extrema derecha, que fueron pro-japonesas durante la ocupación japonesa, que apoyaron a Park Chung-hee y Chun Doo-hwan durante los regímenes militares, y que han formado parte de la corriente dominante de la sociedad coreana incluso después de la limitada democratización de 1987 y sueñan con un resurgimiento del fascismo, ¡deben ser aniquiladas de una vez por todas!". "El Partido Demócrata ha desempeñado un papel importante en el aplastamiento del autogolpe de Yoon, pero su vuelta al poder no servirá de nada para cambiar la vida de los trabajadores y del pueblo que se ven privados de sus derechos básicos en la vida cotidiana bajo el capitalismo. Sólo mediante la unidad y la lucha de los propios trabajadores y el pueblo podremos conquistar una vida verdaderamente humana. Con el mismo poder que ha aplastado el autogolpe de Yoon, avancemos hacia una gran lucha para aplastar la privación de los derechos básicos en la vida cotidiana, ¡para que realmente cambie nuestra vida y cambie el mundo de explotación, discriminación y opresión!".
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