En Chile la brecha salarial entre hombres y mujeres es de un 21%, siendo que el promedio de los países OCDE es de 14%. Una realidad que se hace cada vez más insostenible.
Miércoles 21 de marzo de 2018

Esta brecha se traduce en condiciones precarias de vida y laborales para millones de mujeres que buscan un sustento entrando al mundo laboral, en donde se encuentran, además de discriminación y acoso, con esta arbitraria diferencia salarial.
Ante esta situación los pasados gobiernos han intentado acortar esta brecha sin determinar medidas que garanticen la justa igualdad salarial, es decir que por igual trabajo se reciba igual salario.
La reforma más reciente es la de la ley 20.348 del año 2008, por la que se incorpora al Código del Trabajo el derecho de las mujeres a ganar lo mismo por el mismo trabajo, pero esto dependiendo de su iniciativa individual y particular de reclamar este derecho. Quedando solas ante el empresario.
Por esta crítica situación es que el actual gobierno de Piñera ya empezó a echar a andar la discusión. Este lunes la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Pla, se reunió con parlamentarias de su sector para armar una agenda para el gobierno.
Sin embargo nada podemos esperar del gobierno de derecha. Sabemos que buscarán convertir cualquier demanda en su contrario, en vez de ir a los bolsillos de los empresarios obligando a que paguen la misma remuneración, buscarán desviar el foco hacia temáticas que no afecten sus intereses y que también son los intereses de los grandes magnates del país.
Mientras en la Nueva Mayoría o Chile Vamos celebran la igualdad formal, en la Constitución y las leyes, nada asegura a las mujeres la igualdad ante la vida. Es por esto que cada vez son más mujeres las que reclaman sus derechos, en la calle, las fábricas y establecimientos educacionales, y es a esta fuerza a la que le temen los empresarios.
Es por esto que se apuran y buscar hacer reformas que calmen las aguas antes que, por la rabia y el descontento que produce la desigualdad, estas se eleven en un mar de miles de mujeres, como vimos en las imágenes del paro de mujeres en España o Argentina, o como fue el movimiento por #NiUnaMenos.