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Red Internacional
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Tribuna Abierta. Bregman cruzó el discurso negacionista de Javier Milei

Reproducimos a continuación un artículo publicado este lunes en el sitio ANRed (Agencia de Noticias RedAcción).

Martes 3 de octubre de 2023 14:09

Artículo publicado originalmente en el sitio ANRed.


Durante el debate presidencial se vio como el candidato a presidente Javier Milei tomó como propio el discurso de la teoría de los dos demonios. No solo negó la cifra de los 30 mil desaparecidos sino que también repitió el argumento esgrimido por Videla, Massera y toda la Junta Militar. En esté, los asesinatos, desapariciones se limitaron a que el Estado cometió “excesos” y no crímenes de lesa humanidad. La candidata por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman fue quien protagonizó el choque contra el candidato de la Libertad Avanza aunque también increpó a Bullrich por sus elogios a Gerardo Morales y a Sergio Massa que incluso invitó al jujeño a formar parte de su gobierno en que caso que triunfe.


Los argumentos son los mismo que utilizó la junta militar para justificar las torturas y el asesinato a estudiantes, obreros, profesionales, etc. En el video se puede observar como el Almirante Eduardo Massera repite las mismas palabras. Milei incorporó la misma idea que Victoria Villarruel, su compañera de fórmula y conocida por su defensa y sus visitas a los genocidas condenados por la Justicia.

Como ya se expresó durante el juicio a las Juntas, la idea de simples “excesos” por parte del Estado no tiene solides ante los más de 700 centros clandestinos que montó la dictadura para ejercer un plan sistemático de terrorismo no solo contra organizaciones políticas y sociales sino contra la población en general que incluyeron los vuelos de la muerte para la eliminación de los prisioneros y en el que también se planificó el robo de sus hijos e hijas a detenidos desaparecidos.

La candidata por el Frente de Izquierda fue la que enfrentó a Milei en esta temática. Myriam Bregman recordó su labor como abogada en causas de lesa humanidad y mencionó la importancia de enfrentar a la derecha y defender el derecho a la protesta: “Elegí ser parte de esta lucha desde muy joven, cuando estaba en la facultad. Soy abogada en causas de lesa humanidad, contra Astiz, el tigre Acosta. Actué en el juicio contra Etchecolatz, en el que desapareció por segunda vez nuestro compañero, Jorge Julio López. Por eso me indigna, y no voy a naturalizar, que vuelvan las ideas negacionistas, y mucho menos que hablen de libertad de aquellas personas que justifican los secuestros y los campos de concentración de la dictadura. Nuestra lucha nunca fue fácil, nuestra lucha no es ningún curro».

«Y con la misma fuerza condenamos las desapariciones y asesinatos de los pibes a manos de las fuerzas de seguridad bajo gobiernos constitucionales. Luciano Arruga, Facundo Astudillo Castro, Lucas González, no son excesos, son parte de una política criminal sostenida desde el Estado. Hace muy poco, hace semanas, vimos una enorme violación de derechos humanos, la represión al pueblo jujeño. Bullrich lo avaló. Milley dijo que Gerardo Morales había actuado con tibieza. Y Sergio Massa dijo que si llega a ser gobierno va a invitar al represor Morales a conformarlo con él. A la derecha se le enfrenta siempre, porque si no, crece. Por eso aprovecho este lugar, que ustedes votaron que este tema esté acá, para decir ni un paso atrás, ni un paso atrás. Defendemos incondicionalmente el derecho a la protesta. Aunque a las Bullrich Luro Pueyerredón les moleste tanto que el pueblo trabajador salga a la calle. No nos vamos a callar, porque siempre que conquistamos un derecho es porque salimos a manifestarnos, es porque salimos a pelearlo”.

Sobre los 30 mil

Durante su intervención Milei volvió a decir que los desaparecidos no eran 30 mil y que había que ir con «la verdad». En las redes sociales volvió a circular las palabras de Martín Kohan durante una entrevista que realizó Romina Manguel en el programa Va de vuelta, que se emite por Radio Nacional

«La discusión no es entre 8000 casos probados y 30.000 casos no probados. A mi criterio, lo que la cifra 30.000 expresa es que no hay pruebas porque el Estado no da la información respecto de lo que pasó. La represión fue clandestina y fue ilegal, no pasó por ningún sistema judicial, fue tan clandestina como los centros clandestinos de represión y de tortura. Y la cifra de 30.000 expresa que no sabemos exactamente cuántos fueron porque el Estado ilegal, que reprimió clandestinamente, no abre los archivos, no da la información de dónde están los desaparecidos ni la información de dónde están los nietos secuestrados.»

«Entonces la cifra total de desaparecidos hay que postularla, no probarla en términos de una prueba de comprobación empírica. No hay comprobación empírica porque la represión fue clandestina. Situarte en 8000 casos es suprimir la dimensión clandestina e ilegal de la represión. Como si contáramos con toda la información. Es entrar en la lógica perversa de la dictadura que es ‘¿te enteraste de 8000?, ¿pudiste probar 8000?, entonces hay 8000’. No, pude probar 8000 y sabemos que hay miedo a denunciar, miedo a represalias».

«Se postula una cifra a partir de la estimación de los casos no denunciados, porque mucha gente no se anima a hacer la denuncia por miedo. Todavía hay razones para temer. Julio López fue desaparecido en plena democracia, con una democracia relativamente consolidada».

«Entonces existe la necesidad histórica y política de estimar una cifra, de correrse de la lógica de la verificación, porque al que le toca hacer esa verificación es el Estado. El Estado es el que tiene que informar a cuántos asesinó y dónde están sus cuerpos, a cuántos bebés robó y dónde están ahora. El Estado tiene que informar. La dictadura nunca reveló sus archivos».

«A esa clandestinidad de la represión, a ese cinismo macabro de no revelar dónde estaban los cuerpos de los desaparecidos y tener a los familiares buscando en muchos casos hasta hoy, al hecho macabro de que los secuestros producidos en aquel momento siguen siendo secuestros porque sigue habiendo hijos de desaparecidos que no sabemos dónde ni en manos de quién están, al hecho macabro de no dar esa información se responde con la cifra 30.000, que es justamente la denuncia expresa de que la información fehaciente no la tenemos, y no la tenemos por el carácter criminal y clandestino de la dictadura. El que ajusta de 30.000 a 8000, o la sola apertura de esa discusión, en estos términos, incurre a mi criterio en una canallada».