Willy Moonteiro Duarte fue asesinado a golpes por 4 jóvenes ultraderechistas blancos con antecedentes de violencia.
Martes 8 de septiembre de 2020 23:36
Willy Monteiro Duarte, un joven de 21 años murió este fin de semana en Colleferro, cerca de Roma, después de haber sido burtalmente golpeado por cuatro jóvenes. Willy, nacido en la capital italiana, era hijo de inmigrantes de Cabo Verde.
Según los informes los agresores ya se encuentran detenidos. Se trata de Marco y Gabriele Bianchi, y Mario Pincarelli y Francesco Belleggia y se les acusa de homicidio doloso agravado. Llama poderósamente la atención que, a pesar de los antecedentes de los agresores y sus inclinaciones políticas, los investigadores rápidamente descartaron que el asesinato haya sido por motivos raciales.
La noticia causó conmoción en todo el país y la víctima apareció en las tapas de la mayoría de los diarios. Varios artistas plásticos realizaron un sentido homenaje a Willy y repudiaron el ataque que le causó la muerte.
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— rosamaria (@rosamariarose) September 7, 2020
A #WillyMonteiroDuarte che da grande voleva fare il cuoco... ❤️
Di @KutoshiK pic.twitter.com/ZircWEMwkn
— Farabutto Partigiano (@giusvo) September 7, 2020
Según los periódicos, el asesinato tuvo lugar en la madrugada del domingo en la parte trasera de un edificio. Monteiro Duarte regresaba a casa con otros amigos y presuntamente presenció una pelea. Según las primeras reconstrucciones, Monteiro Duarte se habría acercado para calmar la pelea, pero fue agredido.
El padre de otro de los chicos que escapó del ataque explicó que acababan de salir de un local cuando notaron que había una pelea y se acercaron para calmar los ánimos.
"Mi hijo y otros lograron escapar, el pobre Willy se quedó en el suelo. Lo golpearon hasta matarlo y lo patearon en la cabeza. Cinco a uno. Cobardes. Mi hijo era muy amigo de Willy y está en shock", explicó a los medios.
El primer ministro, Giuseppe Conte, dijo estar "conmocionado" y se comunicó por teléfono con los padres del joven. El líder de la Liga, Matteo Salvini, afirmó que Willy era "un chico de oro" y pidió "penas ejemplares para los agresores".
Ambos políticos, que se pelean por ver quién es más derechista, lloran lágrimas de cocodrilo ante lo que fue un escándalo público. Pero ellos mismos rechazan la llegada a Italia de los inmigrantes desesperados que cruzan el mediterraneo en busca de una mejor vida. Los mismos inmigrantes que podrían ser los padres de Willy.