Escenario Bonaerense. Buenos Aires: la paritaria docente y una decadencia social que avanza

El miércoles, a tres semanas de que comiencen las clases, se realizó la primera reunión de la paritaria docente; una maniobra que el gobierno de Vidal repite año tras año y que en 2018 llegó a su punto máximo cuando el gobierno provincial decretó el aumento salarial unilateralmente.

La reunión terminó en un fracaso. Los dirigentes docentes rechazaron el intento del gobierno de hacer un “pagadios” con el 15,5% que perdieron los docentes durante el 2018, cuando la inflación del 47% sepultó el 32% otorgado por Vidal. Parafraseando a Macri, Vidal dijo “ésta te la debo”. A cambio, la propuesta oficial ofrecía una cláusula trimestral de ajuste de acuerdo a la inflación. Además de recuperar lo perdido en 2018, las y los docentes tendrían que recibir un aumento inicial del 29%, que es la inflación estimada por el propio gobierno para este año; la cláusula gatillo debería actualizar los salarios si la inflación real supera, como es de esperar, la estimada en el papel.

La pérdida del 15,5% en términos reales sufrida en el 2018 convirtió a los docentes en uno de los sectores que más perdieron durante el año. Y ahora el gobierno quiere cumplir a rajatabla con el “déficit cero” impuesto por el FMI.

Según el sitio Chequeado.com, si se hace la comparación desde el momento en que Vidal llegó a la Gobernación hasta septiembre de 2018, los salarios reales de los docentes también cayeron: perdieron un 13%.

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La reunión paritaria ganó en tensión cuando desde el gobierno se impidió su transmisión por televisión. Se trata de una cuestión mínima que podría servir para democratizar la discusión paritaria, aunque para lograrlo totalmente -además de la transmisión pública- requiere de la participación de paritarios elegidos en asambleas, que participen con mandatos de la base y que sean revocables. Los funcionarios se oponen a la televisación y los dirigentes sindicales aborrecen lo segundo.

Hay que destacar, como lo señalamos en la columna anterior, que estas paritarias se desarrollan en medio de una cruzada para demonizar a los docentes. Las Mesas Educativas no son más que reuniones políticas organizadas por el PRO donde los docentes y padres que no comulgan con el gobierno son echados, como ocurrió en distintos distritos; además Vidal ordenó a sus legisladores que también se involucren en esta “guerra contra los maestros”.

Ante esas truchas Mesas Educativas, desde cada escuela tendrían que convocarse a reuniones con los padres y la población, no solo para enfrentar la ofensiva gubernamental, sino también para unir en un solo reclamo el de los docentes y el resto de los trabajadores, jóvenes y mujeres que también sufren sobre sus espaldas las feroces consecuencias de la recesión y la decadencia provincial, que por supuesto incluye al sistema educativo y que sufren hijos e hijas del pueblo trabajador.

Los bonaerenses padecemos una decadencia que no toca fondo

La semana se inició con una noticia que pinta de cuerpo entero la profunda recesión que vive el país en general y la PBA en particular. Solamente en el mes de enero se cerraron 2536 comercios, a razón de 82 por día. La suba sideral de los alquileres, los tarifazos sin fin y la brusca caída del consumo son los causales de esta cruda situación, que ha dejado en la calle a unos diez mil empleados.

Del total de estos cierres ocurridos en la región del AMBA, la PBA concentra una mayoría significativa. La Plata, Lomas de Zamora y Banfield, Lanús, Florencio Varela, Quilmes, Morón, Lanús, San Justo y Ramos Mejía se convirtieron en los lugares más golpeados por esta oleada de cierres, que también involucra a nuevas Pymes.

De esta forma la provincia gobernada por María Eugenia Vidal suma otro record, que se une al primer puesto en la desocupación del país y a la concentración de los mayores bolsones de pobreza e indigencia a nivel nacional. Un alto porcentaje de la población bonaerense sufre una cruda decadencia en sus niveles de vida.

A este duro escenario hay que sumarle los tarifazos que no paran. La semana pasada hablamos del nuevo aumento en las tarifas eléctricas a los usuarios de Edelap (empresa abastecedora de la ciudad de La Plata y zonas aledañas) y de varias cooperativas eléctricas que suministran energía en distintas regiones del interior de la provincia. Pero los tarifazos siguen pegando: ahora el gobierno provincial convocó a audiencias públicas -una verdadera truchada- para definir otro aumento de los peajes, cuyo valor crecería alrededor de un 33%. A partir de este nuevo aumento, el viaje de ida y vuelta por la autopista Buenos Aires-La Plata pasará a costar $170 en las horas pico y $133 el resto del día; viajar a Mar del Plata costaría $578, sin contar el combustible que también se vuelve cada vez más difícil de costear. Además, hoy subió nuevamente el transporte público en Capital Federal y el conurbano, un mazazo que afecta a millones de usuarios. Otra ventanilla para que el pueblo trabajador pague el “déficit cero” del FMI. Frente a esta catástrofe, la política de Vidal es crear “cárceles modelo” para jóvenes, que son las principales víctimas del ajuste; el diputado provincial de la Coalición Cívica Guillermo Castello llegó a plantear además que habría que sacarle los planes sociales a todo aquel que se movilice.

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No podemos ser nosotros quienes nuevamente paguemos las consecuencias de este cuarto saqueo histórico. El Frente de Izquierda y de los Trabajadores es la única fuerza política que lucha y defiende un programa para que esta vez la crisis la paguen los capitalistas.

Hasta la próxima semana.

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