Ya han pasado más de cinco años del conflicto de Gamonal que se desató cuando el alcalde de Burgos, Javier Lacalle (PP), intentó imponer un proyecto inmobiliario especulativo en el barrio obrero de Gamonal y fue derrotado por la movilización. Ahora el PSOE pretende recuperar el proyecto.
David Medina @David_jacobino
Viernes 16 de agosto de 2019
Asamblea durante el conflicto de Gamonal, enero de 2014.
Este barrio de Burgos, el más extenso y con más población de la ciudad, tiene un largo historial de lucha y auto organización. El precedente directo de la lucha de Gamonal fue el conflicto en Eladio Perlado (una de las principales avenidas del barrio), en 2005, con los mismos componentes: especulación urbanística, desprecio y criminalización del barrio.
El conflicto de Gamonal comenzó en 2013. El ayuntamiento de Burgos decidió la construcción de un bulevar en la calle Vitoria, uno de los principales ejes de la ciudad. La población se mostró en contra de una obra vista como faraónica, con un coste altísimo (que intuía sería mayor aún), con una duración prevista de más de un año que reduciría a la mitad los carriles en una de las principales vías de entrada y salida a la ciudad. En un barrio donde el aparcamiento siempre ha sido difícil, se reducirían las plazas en 300 para crear un parking subterráneo de pago, a un precio enorme que solo garantizaba el alquiler por 40 años como máximo. Esto desde luego no fue visto como un proyecto beneficioso para el barrio, sobre todo cuando se recortaban líneas de autobús o se cerraban escuelas.
Detrás de esta obra se encontraba uno de los referentes de la burguesía local burgalesa, Antonio Miguel Méndez Pozo, apodado tanto como "el jefe" como "el cacique", dueño de empresas de construcción y del grupo de información regional Promecal (el Diario de Burgos, el más leído de la provincia, es parte de ese grupo). Méndez Pozo llegó a ser condenado a siete años de prisión por falsedad documental, estafa y desacato. En su momento estuvo muy relacionado con Aznar y fue quien encabezó el proyecto del bulevar.
Al principio la oposición al proyecto comenzó con una recogida de firmas y manifestaciones, pero pegó un salto en enero de 2014, cuando se bloqueó el acceso a la obra. Con ello de desató una feroz represión y enfrentamientos con la policía que duraron cuatro días, mientras desde los medios se lanzaba una infame campaña de criminalización de las y los vecinos del barrio.
Te puede interesar: Movilización popular en el barrio de Gamonal, con enfrentamientos con la policía
Te puede interesar: Movilización popular en el barrio de Gamonal, con enfrentamientos con la policía
Nada de lo anterior se diferenciaría mucho de otros tantos ejemplos de represión en el Estado si no fuera por la auto organización del barrio en asambleas (alrededor de la Plataforma de vecinos contra el Bulevar de Gamonal), la difusión estatal del conflicto y la gran ola de solidaridad que cosechó: más de 40 ciudades hicieron concentraciones en solidaridad con Gamonal. Durante la lucha también se ocupó el ahora conocido como centro social recuperado (C.S.R.) de Gamonal ahora en peligro de desalojo. Tras una semana de lucha y resistencia, se consiguió que el alcalde suspendiera las obras y que se dejara la calle en su estado anterior.
Tras la derrota del Ayuntamiento, sin embargo, la represión continuó y muchos de sus referentes fueron encausados y condenados. Es claro que vencer al cacique local y sus secuaces [era algo que no estaban dispuestos a tolerar. La continuidad del CSR de Gamonal fue clave para impulsar el apoyo a las encausadas durante los juicios, así como para mantener viva la experiencia de la lucha de Gamonal. Una experiencia que junto con las lecciones del conflicto será vital ante la nueva embestida que se prepara.
PSOE: promesas y realidad
Antes de las elecciones, durante la presentación oficial de su candidatura, el candidato socialista a la Alcaldía de Burgos, Daniel de la Rosa, se comprometió a transformar la calle Vitoria en Gamonal para “dignificar” el barrio más populoso de la ciudad. Entre sus propuestas, prometió “cambios radicales” en la ciudad, entre ellos, la construcción de un aparcamiento en rotación y para residentes en la zona de María Amigo, en pleno Gamonal.
Este discurso demagógico, que prometía convertir a Gamonal en “un barrio más integrador, accesible y que fomente la convivencia”, cosechó amplia simpatía en el barrio. De hecho, el PSOE se hizo con el triunfo en las municipales de mayo en gran parte por los votos de Gamonal (uno de cada tres votos recibidos, 11.348 de 33.090, procedieron de las y los vecinos del barrio).
Sin embargo, ahora el PSOE vuelve a poner sobre la mesa el proyecto del bulevar de Gamonal y está evaluando retomarlo tal cual estaba planteado o disimularlo bajo una nueva redacción. El Diario de Burgos salió inmediatamente a saludar a De la Rosa por su iniciativa. Parece que lo que no ha conseguido Méndez Pozo con un gobierno del PP, va a intentarlo ahora con uno del PSOE.
Como bien dice Víctor Atobas, autor de El deseo y la ciudad. La revuelta de Gamonal, en una columna publicada en Diario de Vurgos: “las élites de la ciudad están convencidas de que Gamonal es una gran oportunidad para especular; parece que no piensan desaprovecharla y que esperan a que bajemos la guardia”, y afirma que “la intervención del Bulevar sólo es una parte del plan urbanístico que las élites tienen para el barrio”.
Por eso el proyecto especulativo para Gamonal -un proyecto a largo plazo- tiene como objetivo avanzar en la gentrificación de una zona popular que puede ser valorizada por el capital mediante el aumento de los alquileres y los precios del mercado inmobiliario. Es decir, revalorizar ciertos espacios para la explotación y ganancia capitalista, mientras se expulsan a ciertos sectores de la clase obrera de los centros de las ciudades, dejándolos como “campo libre” para los inversores. Un negocio redondo en el que además de enriquecerse expulsan lo “molesto” del centro, invisibilizan y abren paso a sectores de clase media con inquietudes muy concretas: el consumo.
Las clases dominantes siempre ha buscado y generado sus propios espacios en las ciudades, relegando a los sectores populares a zonas determinadas. Como explica Clara Mallo en un artículo publicado en Izquierda Diario: “desde la trama, el alzado, sus espacios y servicios han sido pensados para la fragmentación y separación de las poblaciones. Por clase, origen y generación”. Pero la novedad que venimos viendo hace ya muchos años reside en la “reorganización, el desplazamiento y la reutilización de ciertas zonas ocupadas por sectores sociales muy concretos, especialmente sectores de la clase obrera más empobrecidos. Espacios que ahora son ‘invadidos’ por sectores sociales más privilegiados. Revalorizar cierto espacio, para reintroducirlos en el mercado es uno de los fines de estos procesos.”
Te puede interesar: Gentrificación y Class War: ¿qué está pasando en nuestras ciudades?
Te puede interesar: Gentrificación y Class War: ¿qué está pasando en nuestras ciudades?
El PSOE está plenamente alineado con este objetivo de los grandes capitalistas y especuladores. Pero esto no es ninguna novedad. El PSOE ha sido históricamente principal sostén del régimen político español y los intereses del IBEX35 y los grandes capitalistas de la “marca España”.
Esto implica un debate en la izquierda burgalesa, en un contexto en el que se ve al PSOE como mal menor y única opción frente a la derecha y la ultraderecha, obviando no sólo el papel histórico del PSOE en la defensa del capitalismo español y sus representantes, sino que las decepciones que sin lugar a dudas traerá el PSOE está en la base de las posibilidades de que la derecha se fortalezca.
Si De la Rosa se propone continuar con el proyecto especulativo de los grandes capitalistas burgaleses, entonces la experiencia y las lecciones de la lucha de Gamonal deberán resurgir con fuerza para enfrentarlo. Y derrotarlo como se hizo con Lacalle. Por ello es necesario apostar.