Cada vez más lejos de la lucha, la burocracia sindical se inclina por llamar a votar. Sus elegidos, todos políticos patronales: Cristina Kirchner, Sergio Massa y Florencio Randazzo.

Celeste Vazquez @celvazquez1
Miércoles 20 de septiembre de 2017
En los últimos días la burocracia sindical ha sido noticia por tres motivos que en nada contribuyen a la defensa de los derechos de los trabajadores, atacados una y otra vez por el gobierno de Cambiemos: en primer lugar, la postergación del Confederal pactado para el 25 de septiembre próximo; en segundo lugar, la reunión que mantuvieron varios dirigentes –los triunviros de la CGT Carlos Acuña (Estaciones de servicio) , Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento) y Héctor Daer (Sanidad), más Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Francisco “Barba” Gutiérrez (UOM) - con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, en el que mostraron su aval al blanqueo de trabajadores como primer paso de la reforma light o gradual impulsada por el gobierno (a diferencia de la brasilera); y en tercer lugar, el llamado por parte de varios de estos dirigentes a votar por candidatos de “la oposición” al macrismo, como Cristina Kirchner de Unidad Ciudadana (UC), Sergio Massa de 1 País y el ex ministro kirchnerista Florencio Randazzo de Cumplir. Todos integrantes de espacios políticos que en el Congreso han colaborado votando las leyes de ajuste de Mauricio Macri.
El Gobierno Nacional, en estos 21 meses de gestión ha contado con dos invalorables ayudas. En las calles, la burocracia sindical pactando una tregua sindical, que de tan escandalosa se ha convertido en traición. Y en el Congreso, el kirchnerismo, así como también otras variantes del peronismo, y el massismo, entre otros, votando todas las leyes necesarias para que Macri pueda avanzar en su plan de ajuste, sin poner en riesgo la gobernabilidad. Recordemos que el oficialismo no tiene mayoría propia ni en la Cámara de Diputados, ni en la de Senadores. Sin embargo, leyes claves como la del pago a los Fondos Buitres, el Blanqueo de capitales, el Presupuesto 2017 y muchas más, pudieron ser aprobadas gracias a los votos provenientes del Frente para la Victoria (FPV) en el Senado, el PJ de Diego Bossio y la fuerza comanda por Sergio Massa, entre otros.
A casi un mes de las elecciones legislativas de domingo 22 de octubre, los dirigentes sindicales han llegado a la conclusión de que frente a un gobierno que aplica tarifazos; que permite -y en muchos casos produce, ya que es patrón en algunas ocasiones- despidos y suspensiones; que reprime a trabajadores en defensa de sus puestos de trabajo – como lo hizo con los trabajadores de PepsiCo – y que encubre el accionar de las Fuerzas Represivas a su cargo –como la Gendarmería- en un caso gravísimo como es la desaparición forzada de Santiago Maldonado; no nos queda otra que “ponerle limites”, como le gusta decir a Cristina Kirchner, en las urnas.
Hace unos meses dejó claro esta posición Rodolfo Daer, secretario del gremio de la alimentación, cuando en plena lucha de los trabajadores de PepsiCo se negó a lanzar un plan de lucha en defensa de los puestos de trabajo y para explicar su traicionera actitud expuso: “en las elecciones de octubre se le va poner un freno, no con un paro".
La burocracia y sus candidatos a favor de la gobernabilidad de Macri
Con algunas diferencias entre ellos sobre a quién votar, la burocracia se mantiene unida en mantener la traición y en mostrar expectativas en que a través del voto, y no de acciones contundentes, se puede dar un mensaje de rechazo al rumbo económico y político del Gobierno Nacional.
El primero en anunciar su apoyo a la candidatura de Cristina Kirchner fue Héctor Daer, conocido por sus saltos de bandos, ya que paso de estar en el espacio de Massa, luego apoyar a Florencio Randazzo en las PASO y ahora a apoyar a Cristina. Daer expresó que “en octubre voy a hinchar por el peronismo y por el que haga más fuerza al gobierno” en clara alusión a la candidata a senadora por Unidad Ciudadana.
Por otro lado, Schmid, denunció haber sido “malinterpretado” por los medios. Según él, su llamado a “un voto opositor en la provincia de Buenos Aires”, no fue en apoyo a Cristina Kirchner. Tuvo que salir a explicar que él vota en la provincia de Santa Fe, pero que si votaría en Buenos Aires lo haría “por Florencio Randazzo”, mientras que sostuvo que en la provincia donde vota, sí lo hará por el candidato kirchnerista, Agustín Rossi. Mientras que Acuña afirmó que “mi candidato es Sergio Massa”.
Al llamado de los triunviros se agregó el llamado de Pablo Moyano, del sindicato de Camioneros e hijo del legendario Hugo Moyano, quien manifestó que para frenar la “flexibilización laboral” impulsada por el macrismo hay que votar opciones dentro del peronismo. “En la provincia de Buenos Aires, están Cristina y Massa, ojalá que los trabajadores les den su voto”, agregó. Y para ser más explícito su voto a Cristina se refirió a Jorge Taina, que secunda su candidatura, y enunció que “ojalá entré”. Tengamos en cuenta que la única posibilidad de que Taina ingrese a la Cámara de Senadores, es si Kirchner se ubica primera en la contienda electoral.
Los burócratas sindicales cada vez más lejos de la lucha y más cerca de las urnas en apoyo a candidatos cuyas fuerzas son garantes de la gobernabilidad de Macri.