Docentes se hicieron presentes en la jornada de lucha del pasado martes de los trabajadores despedidos del frigorífico Penta, frente a la impunidad patronal y la falta de respuestas del Gobierno de Kicillof. Desde el sindicato docente Ademys se realizó un aporte solidario de $15.000 para el fondo de lucha.
Viernes 24 de abril de 2020 18:47
El pasado martes los trabajadores del frigorífico Penta realizaron una nueva jornada de protesta en Avellaneda.
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El empresario Bruzzese continúa con la fábrica cerrada ilegalmente, no cumpliendo con la conciliación obligatoria y no pagando los salarios de las 240 familias que hoy están sin ningún tipo de sustento económico. El Gobierno de Kicillof, luego de la brutal represión dirigida por Berni, sigue sin dar ninguna respuesta. Los trabajadores exigen al Estado que garantice elementos de seguridad e higiene para todas las familias ante la disparada de casos de Covid-19 en el distrito.
Desde el sindicato docente porteño Ademys, se hicieron presentes para acompañar la medida de los trabajadores y colaborar con el fondo de lucha, aportando $15.000.
Ivana Otero, Secretaria de Cultura de Ademys y miembro de la agrupación 9 de abril se hizo presente en la acción de lucha:
“Vinimos a dar un fondo de lucha a los trabajadores de Penta porque la situación es crítica, nos decían que ni siquiera tienen para la garrafa, para alimentarse, y esto tiene responsables: el empresario que hace lo que quiere, que plantea un lock out, y el Gobierno nacional que habla de los empresarios miserables, pero no tiene una sola medida contundente para que los trabajadores no estén en la calle sin trabajo. Además, el gobierno provincial encima mandó a reprimir, dejando a trabajadores hospitalizados”, sostuvo Ivana Otero, haciendo responsables a la empresa que despide y a los gobiernos, tanto de Kicillof como de Alberto Fernández, que en lugar de defender a los trabajadores que las empresas despiden y dejan con sus familias en la calle en medio de la pandemia, cuidan a los empresarios, ya sea mandando a reprimir como a los trabajadores de Penta, o negociando homologar los despidos a través del Ministerio de Trabajo, como sucedió con los miles de Techint.
La docente también se refirió al rol de los sindicatos, ya que no se hicieron presentes en ningún momento para solidarizarse y defender a los trabajadores:
“Y los sindicatos, ¿por qué acá no están? ¿Y la CGT, la CTA, por qué no defienden los puestos de trabajo decenas de rabajadores que están en la calle hoy?”. Otro ejemplo de esto es el Secretario General de la UOM, Caló, que negoció la rebaja del 30% de los sueldos de los trabajadores metalúrgicos para que no los despidan, cuando los sindicatos deben pelear porque no haya ni un solo despido, ni suspensión, ni rebaja salarial.
Como trabajadora de la educación, también contó que “venimos a acompañar porque sabemos lo que es cuando una familia se queda en la calle”, porque como docentes de las escuelas, conocen a las familias que se quedan sin ningún tipo de salida laboral, en una situación desesperante, como les pasa a los trabajadores de Penta.
“Hoy tiene que haber más que nunca un salario de cuarentena de $30 mil para todos los laburantes que la están pasando mal, en base al impuesto a las grandes fortunas”, finalizó, ya que los $10 mil de la IFE que entregará el gobierno son insuficientes, mientras hay sectores como los bancos, grandes empresas y terratenientes que continúan amasando fortunas.
El día miércoles, los trabajadores de Penta nuevamente realizaron una jornada de lucha, esta vez en el Puente Pueyrredón, para exigir el cobro de sus salarios, denunciar el cierre ilegal de la plata y pedir respuestas al gobierno nacional.
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