La sede del CBC-UBA de Villa Lugano fue inaugurada en agosto de 2014 como parte de un proyecto de inclusión de los sectores populares a la universidad, en este caso los jóvenes del cordón sur de la ciudad. Sin embargo, es muy ingenuo, o una mentira planeada, creer que la cercanía para cursar el CBC es suficiente para que los sectores populares accedan efectivamente a la universidad.
Martes 5 de julio de 2016 09:42
Durante la inauguración del CBC Lugano las palabras “inclusión” e “igualdad de oportunidades” se repiten monólogamente tanto por los funcionarios del gobierno de CABA, como Macri y Larreta, así como por el rector de la UBA Alberto Barbieri. Mismas palabras de las que se jactó el kirchnerismo cada vez que se refería a las universidades del conurbano, las cuales Mauricio Macri criticó arduamente durante su campaña presidencial: “¿Qué es esto de universidades por todos lados? Basta de esta locura”, dejándonos un indicio de lo que sería su giro a derecha, que actualmente se vislumbra con despidos, tarifazos, inflación y reprimiendo al pueblo trabajador
Al parecer, ninguno de los dos gobiernos pudo, ni puede, ni quiere hacerle frente a la necesidad de una verdadera educación inclusiva que logre atender las demandas necesarias para el acceso a la universidad. Así lo reflejan los propios estudiantes del CBC de Lugano que nos cuentan los obstáculos que se presentan a la hora de cursar:
Maribel de 19 años de la villa 1-11-14, que cursa el ingreso a la carrera de Medicina, nos relata que “hace falta una fotocopiadora, también una biblioteca, algunos estudiantes pudieron comprar los libros, pero muchos no porque están caros y no llegan con la plata. Sería bueno que haya libros en la biblioteca, así tenemos más material para estudiar. Además, clases de apoyo con profesores titulares que sean de la cátedra para que los alumnos puedan venir y sacarse las dudas”. También se pregunta “¿Qué pasó con las Becas del Plan Sarmiento? No conozco a ninguna compañera que tenga la beca, y en esta sede hay muchísimos estudiantes que la necesitan. Para mí eso es falso. Están los carteles, llenamos los formularios pero nunca se volvió a hablar de las Becas Sarmiento.”
Otro de los temas que planteó fue que “sería bueno que se vuelva a discutir lo del boleto estudiantil, porque hay personas que viven muy lejos y no pueden venir porque no trabajan y no tienen plata para cargar la SUBE. El boleto está muy caro, todos los días gastas un montón. Yo fui a la terminal para sacar la credencial de estudiante, como en el secundario, y me dijeron que no dan credenciales para universitarios”.
Asimismo, Lucia de 20 años del barrio de Lugano, que cursa el ingreso a Derecho, comparte muchas de las problemáticas que hacen mención Maribel y agrega “Esto se resolvería con voluntad política y presupuesto. Tenemos una compañera que hay días que no viene porque no tiene para la SUBE y hay veces que no puede comprar los apuntes. Otros chicos tienen problemas en la casa y no pueden concentrarse para estudiar, me parece que hay que poner algo como un apoyo escolar o algo así donde te pregunten ¿Por qué te va mal? ¿Qué es lo que no entendés? ¿Qué problemas tenés?”
Tanto Maribel como Lucía, remarcan la importancia del boleto estudiantil para que los jóvenes estudiantes puedan transportarse a la universidad. En el mes de abril en la legislatura porteña se presentaron varios proyectos de ley por el Boleto Educativo que fueron acompañados de campañas y movilizaciones de estudiantes. Como el proyecto del legislador porteño Patricio del Corro del Frente de Izquierda. Como bien dice Maribel, se hace necesario volver a poner en agenda el boleto educativo.
Por otra parte, Nancy de 20 años, también de la villa 1-11-14, que cursa el ingreso para la carrera de Lic. en nutrición nos cuenta que “Los precios del buffet son carísimos y no hay comida, lo que se dice comida, solo sándwiches. Podría haber ensaladas, platos calientes, frutas; algo saludable y que te llene con precios accesibles”. A lo que Maribel agrega “y becas para los que no pueden pagarlo”.
Los diversos reclamos por parte de los estudiantes del CBC de Lugano, reflejan en parte las problemáticas existentes a la hora de ingresar a la universidad. Como sucede con la falta de acceso al material de estudio, la falta previa de un marco teórico básico adquirido en el secundario a la hora de enfrentar la cursada, la dificultad de poder trasladarse a la facultad, y el dilema de combinar estudio y trabajo para poder solventar la carrera universitaria, sin mencionar los conflictos externas que cada alumno puede llegar a tener. Estas son algunas de las variables que producen que de los 50.000 alumnos que ingresan al CBC, solo el 35% logre terminarlo en tiempo y forma.
Pero a estas dificultades, se suman los ataques sistemáticos del gobierno de Cambiemos, con el magro presupuesto salarial a los docentes universitarios, y la falta presupuestaria para el mantenimiento de la UBA. Que llevo a que estudiantes y docentes se organizarán en defensa de una educación pública, que tuvo su máxima expresión en la histórica marcha educativa, el pasado 12 de mayo
Esto nos demuestra que es a través de la organización desde nuestros respectivos lugares de estudio y trabajo, ya sea por medio de asambleas, comisiones o formando centros de estudiantes independientes al gobierno de turno, que los estudiantes pueden transformarse en protagonistas, en la pelea por una verdadera democratización de la universidad, en la defensa de la educación pública, gratuita, inclusiva y de calidad.