El documento de la CELAC plantea un compromiso con la democracia, pero silencia la lucha del pueblo peruano contra la dictadura de Boluarte. A su vez, convalida las deudas que hambrean a los pueblos de la región. Y hace demagogia con la crisis climática.
Miércoles 25 de enero de 2023 21:35
La VII Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), transcurrió en el hotel Sheraton de Ciudad de Buenos Aires, mientras en las inmediaciones del lugar, la comunidad de peruanos autoconvocados junto al Frente de Izquierda Unidad realizaron un acto en repudio a la dictadura de Dina Boluarte.
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La Cumbre no solo le dio la espalda a la lucha del pueblo peruano, sino que admitió la presencia de la canciller Ana Gervasi, adicta al gobierno golpista de Dina Boluarte -régimen antidemocrático que se ha cobrado la vida de más de 60 personas y que mantiene otras tantas en deplorables condiciones de detención.
Democracia
El documento dice: "Remarcamos nuestro compromiso con la democracia, la promoción, protección y respeto de los Derechos Humanos".
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Sin embargo el documento no toma posición sobre el hecho que conmueve a campesinos trabajadores y estudiantes del hermano pueblo de Perú, que lucha contra la represión, por la libertad de los presos, reclamando que se vaya Boluarte y se convoque a una asamblea nacional constituyente libre y soberana.
Aún más, aunque entre los líderes haya habido algunas intervenciones de repudio a las acciones golpistas de grupos bolsonaristas en Brasil: tampoco hace mención ni toma posición sobre este hecho.
Previo a la Cumbre, tanto el presidente Alberto Fernández, como sus pares de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y de Chile, Gabriel Boric, habían reconocido públicamente al gobierno de Dina Boluarte que alcanzó el poder en Perú a través de un golpe institucional.
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Durante la Cumbre, Boric giró el tono de su discurso y dijo: "Hacemos notar la imperiosa necesidad de un cambio de rumbo en el Perú porque el saldo que ha dejado el camino de la represión y la violencia es inaceptable".
Aún así, ni Boric, ni ninguno de los presentes se hizo eco del reclamo popular de "Abajo Dina Boluarte"; ni de la exigencia de libertad a los presos de las manifestaciones.
Deuda externa
Con la presencia de Christopher Dodd, enviado del presidente Joe Biden, la Cumbre no condenó la deuda externa con la que Estados Unidos a través del FMI -junto a otros organismos internacionales de crédito- someten a los países de Latinoamérica y el Caribe a brutales ajustes y reformas antipopulares, que solo han profundizado la desigualdad y el hambre de los pueblos. Y a las que se han enfrentado trabajadores, mujeres y jóvenes, en distintas protestas y revueltas.
Los Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno de Latinoamérica y Caribe, firmaron un documento donde queda implícito la sujeción a las distintas estafas de la deuda.
Solo llaman a que "instituciones financieras regionales e internacionales, como los Bancos Multilaterales de Desarrollo, mejoren las facilidades crediticias", para afrontar el crecimiento de la deuda pública durante la pandemia. Continuar tomando deuda para pagar deuda.
Demagogia ecologista
La Cumbre estuvo lejos de rechazar los contaminantes negocios extractivistas en la región, que en su mayoría van acompañados del saqueo de recursos por parte de empresas multinacionales.
Días atrás a la visita de Christopher Dodd a la Cumbre, la jefa del Comando Sur estadounidense, Laura Richardson, había manifestado la ambición del imperialismo yanqui por profundizar el saqueo extractivo de los recursos naturales en la región, en particular del litio.
Quienes pretenden encontrar una salida a la crisis climática, sin tirar abajo el sistema que la ocasionó: proponen reemplazar la utilización de combustibles fósiles por las baterías de litio; pero ocultan la destrucción del medioambiente, de la vida y la salud humana que provocan los métodos extractivos de la minería.
El texto dice: "Reconocemos la importancia de incrementar la producción de energías renovables y acelerar la transición energética de manera sustentable, justa, equitativa e inclusiva".
El documento de la CELAC tiende a reafirmar el rol que los países imperialistas quieren asignarle a los países dependientes, para la pretendida "transición energética". Que sean estas naciones las que paguen los platos rotos de la crisis ambiental que generó el sistema capitalista.
Comunicado de la VII cumbre de la Celac by La Izquierda Diario on Scribd
