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Red Internacional
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Mundo Obrero. CGT, CTA, Moyano y la Corriente Federal lograron la ansiada unidad: en la Mesa del PJ

Las principales centrales sindicales venían con diferencias, pero José Luis Gioja logró lo que el ajuste no había logrado. Yasky, Moyano, Palazzo y Daer tienen frente y programa de gobierno.

Lucho Aguilar

Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2

Viernes 14 de diciembre de 2018 12:57

"Tenemos el movimiento obrero completo", dijo José Luis Gioja al empezar la reunión de la Mesa de Acción Política del Partido Justicialista. Todos sonrieron. Es que esa era una de las noticias importantes de la jornada. La otra, el informe de las gestiones de Rubén Marín para acercar posiciones con otros sectores del peronismo, entre ellos muchos gobernadores y el massismo.

Esta última idea fue resumida por el ex gobernado sanjuanino. “El justicialismo tiene las puertas abiertas para recibir a los compañeros, compañeras y todos aquellos que sientan la vocación de decirle ‘basta’ en las urnas al gobierno de Mauricio Macri”. El mensaje va dirigido a los que no estaban sentados en la mesa. Para eso seguirán las negociaciones con distintos sectores del justicialismo pero también de otras fuerzas, que tendrá como primer test un Congreso Nacional que se reunirá el 22 de febrero. La fecha, que suena apresurada, tiene que ver con que muchos gobernadores van a desdoblar las elecciones.

Pero volvamos al dato más importante: la reunión de este jueves logró la tan ansiada unidad de las centrales sindicales. Como dijo uno de los organizadores a La Política on line, "vamos a un frente electoral opositor donde todo el movimiento obrero organizado estará expresado: Daer, Moyano, Pignanelli y Yasky compartirán el mismo frente y el mismo programa de gobierno".

Es que, efectivamente, en la reunión participaron los referentes de las principales corrientes del sindicalismo peronista. Y para ser justos hay que agregar la presencia de Horacio Ghilini, de SADOP y la Corriente Federal de los Trabajadores que conducen Sergio Palazzo y Vanesa Silley.

Los hombres fuertes de los sindicatos – porque mujeres sindicalistas no había –, compartieron la mesa no solo con Gioja y Marín, sino también con Felipe Solá, Gildo Insfrán, Alberto Rodríguez Saá, Julián Domínguez, intendentes como Gustavo Menéndez y Fernando Gray, así como diputadas del partido.

Hugo Yasky fue uno de los más entusiasmados al salir la reunión. Luego de retuitear a su nuevo conductor, Gioja, también celebró el evento en su propia cuenta.

El dirigente de la CTA dijo que “cada vez que el movimiento sindical estuvo separado del ala política nos fue mal a los argentinos. Estamos para aportar al triunfo del movimiento nacional y popular”. Así dejó claro el rol que van a jugar los “sindicatos opositores” en el armado peronista en los próximos meses.

Digamos mejor: un rol que ya están jugando hace varios meses. Más allá de sus diferencias, las centrales sindicales vienen evitando tomar medidas a la altura de los ataques del gobierno y los empresarios. Ni el ataque al salario y los puestos de trabajo, ni el pacto con el FMI, ni la votación del Presupuesto 2019, ni la “invasión” del G20, fueron motivos suficientes para la famosa “unidad en las calles” que pregonaban desde los micrófonos.

Durante todos estos meses el sindicalismo combativo y la izquierda le han reclamado a los sindicatos opositores un plan de lucha unitario. Algo que, está claro, nunca llegó. La famosa “unidad” de las cúpulas sindicales fue parida por la temprana campaña “Hay 2019” del peronismo. Los tiempos se aceleraron, es cierto. Es que la crisis del gobierno y su debilidad obligan al peronismo no solo a iniciar su interna presidencial, sino también a poner en marcha su “plan de contención” de la bronca obrera y popular para que nada sacuda el cronograma electoral.

En esa carrera, como se dijo en la sede del PJ, “Daer, Moyano, Pignanelli y Yasky compartirán el mismo frente y el mismo programa de gobierno".

O sea, un programa que propone “renegociar con el FMI” pero seguir garantizando el saqueo del país; un programa que continúa la tradición de “pagadores seriales de la deuda” con plata que podría ir a salud, educación y vivienda; un programa donde los derechos de las mujeres quedan para la tribuna mientras en la realidad mandan la violencia machista y el aborto clandestino, como sentenció la carta firmada en agosto por la conducción celeste del PJ; un programa donde las cúpulas sindicales con sus estructuras verticales y machistas pactan a espaldas de los trabajadores la entrega del salario y los puestos de trabajo; un programa donde los Berni y los Pignanelli serán la fuerza de choque para todos los que quieran resistir los ajustes de macristas o peronistas.

Una vergüenza la “unidad sindical” de la Mesa del PJ. Contra el intento de llevar a todo el movimiento obrero a la rastra de los próximos ajustadores, hay que pelear por el avance del clasismo en los sindicatos y “un programa de gobierno” como el que plantea el Frente de Izquierda.


Lucho Aguilar

Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.

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