Cumpliéndose ya más de un año de tregua con el gobierno, el triunvirato cegetista plantea críticas, mientras busca el apoyo del PJ. El paro aún no tiene fecha y continúan los despidos.
Lunes 20 de febrero de 2017 09:06
Carlos Acuña, miembro del triunvirato cegetista, en el día de ayer planteó refiriéndose a Cambiemos que: "Yo creo que ellos tienen un rumbo equivocado y lo más jodido de todo eso es que ellos creen que van bien”. Y concluyó: “se perdió totalmente la confianza en este Gobierno".
Este tono opositor de la CGT debe ser interpretado más que como un alejamiento, como una reacción elemental de supervivencia de la burocracia cegetista, necesitada de buenas noticias para los trabajadores. Es que la bronca crece con un gobierno que ya anuncio aumentos en las tarifas de luz y gas, que buscara subir el precio del colectivo, que continua dejando pasar los despidos en favor de las empresas y su “lucha por la productividad”, y que como mensaje al resto de los trabajadores deslizó a los docentes que solo planea un aumento del 18%.
La hipocresía de estas declaraciones se vislumbran con los hechos: la CGT ahora coquetea con el PJ, garante durante todo este año de que las leyes más reaccionarias y anti obreras que necesito votar cambiemos en el parlamento, se hagan realidad.
La idea de la reunión de esta tarde con Gioga es medir cuantas fuerzas puede reunir la CGT en la movilización convocada para el 7 de marzo. La expectativa en esta fecha se debe a que una gran movilización puede enlentecer los tiempos para convocar al medio paro anunciado para marzo.
Para el PJ se trata de capitalizar algo del descontento con el gobierno de Macri pensando en las elecciones de este año, y de apurar los tiempos para las candidaturas propias.
La CGT, cambiemos y el PJ, con más o menos disfraces, están del lado de los empresarios en su lucha por imponer un ajuste a los trabajadores, sabiendo que la economía mundial y las expectativas para este año son malas para ellos, a menos que intenten descargar su crisis en el pueblo.
Desde la izquierda clasista, se exige a la CGT un paro ya, no en 40 días, para frenar los despidos, las suspensiones y los aumentos en el costo de vida.

Gabi Phyro
Historiador. Miembro del Comité Editorial de Armas de la Crítica