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Red Internacional
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Gremiales. CGT: el Gobierno ya no prorrogará mandatos por pandemia y vuelven las elecciones sindicales

Desde del primero de septiembre se tendrán que realizan las elecciones postergadas. ¿Se viene una “renovación” o vuelve la rosca? La pelea por recuperar los sindicatos.

Ulises Valdez @CLAVe

Miércoles 14 de julio de 2021 11:53

En abril de 2020, producto de la pandemia y el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, el Ministerio de Trabajo emitió una resolución que suspendía los actos sindicales institucionales. Esto incluía las elecciones para renovar autoridades así como las asambleas de memoria y balance, entre otras. La disposición no despertó quejas de las cúpulas sindicales. Para qué si así estamos bien… Evitó que muchas de ellas tengan que exponerse a las urnas, o ponerse a rosquear entre sus distintos sectores. Además postergó la decisión de las autoridades de la CGT.

En febrero de este año, a través de la resolución 133/21, Claudio Moroni extendió la norma hasta el 31 de agosto.

Como adelanta Mariano Martín en su columna de Ambito, “se calcula que no menos de un millar de organizaciones gremiales, incluida la propia CGT, deberán ir a elecciones en los próximos meses para renovar sus conducciones. En el caso de la central obrera se mantiene el 20 de octubre”. Que paradoja: sería el día de un nuevo aniversario del asesinato de Mariano Ferreyra por parte de una patota sindical.

O sea que a partir del 1 de septiembre empieza a correr un plazo para que se realicen esas elecciones que tiene como límite mayo de 2022. Si bien la autorización es nacional, en ciertos casos deberán recibir la autorización de jurisdicciones provinciales teniendo en cuenta la situación sanitaria.

¿Quiénes son las organizaciones sindicales que tienen sus conducciones prorrogadas? Entre ellas está la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Caló, Sanidad de Daer, Alimentación del otro Daer, La Fraternidad de Maturano, Unión Ferroviaria de Sassia, Peajes de Facundo Moyano, entre otros.

¿Se viene un festival de la democracia sindical? Para nada. Solo para tomar un ejemplo, en muchos de ellos gremios la oposición antiburocrática históricamente tiene trabas para armar listas. Muchas de ellas provienen de la propia Ley de Asociaciones Sindicales. Otras de los estatutos de esos gremios. Un afiliado a la UOM puede presentarse como candidato a Presidente de la Nación con juntar firmas, pero no puede ser Secretario General si antes no dirigió una seccional y fue parte del Secretariado. En otros casos las condiciones antidemocráticas y el fraude son moneda corriente.

¿Se viene una renovación de la CGT? Tampoco. En realidad la apertura electoral obliga a acelerar la rosca entre sus distintas alas, casi todas alineadas con el Frente de Todos. Recordemos que el consejo directivo hoy está “copado” por los “gordos” de Héctor Daer, los “independientes” de Andrés Rodríguez y Gerardo Martínez y otros gremios de peso como la UOM. Camioneros y el Frente Sindical no están participando, y la Corriente Federal de Sergio Palazzo lo hace en ocasiones. Hay sectores del transporte como Maturano (Fraternidad) o Sassia (Unión Ferroviaria) que tienen su propio juego.

No está claro si el moyanismo intentará una lista opositora, si habrá tres listas, si acordarán un triunvirato o se repartirán cargos en una CGT “unida”. Todo eso, como siempre, se discutirá a espaldas de los millones de trabajadores. De los sindicalizados y ni hablar de los precarios.

Ante una situación de crisis social, el peronismo necesita mantener firme su “modelo sindical”. Un modelo donde los sindicatos están subordinados al Estado, que tiene injerencia en las organizaciones obreras, y donde la democracia sindical no existe.

Pero hay otro dato importante. En este año y medio donde los “actos sindicales institucionales” estuvieron suspendidos, la clase trabajadora no “suspendió” sus reclamos. Vimos un aumento de la conflictividad y de los fenómenos autoconvocados. La izquierda y el sindicalismo combativo estuvieron allí. Al calor de la lucha contra el ajuste, es importante impulsar esas luchas y procesos de autorganización, que además son “nuevas fuerzas” para pelear por recuperar las organizaciones obreras y revolucionarlas, poniéndolas al servicio de la lucha para que la crisis la paguen los empresarios.