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Red Internacional
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CGT en el Hospital Gómez Ulla: “los sindicatos son herramientas de transformación, los problemas no se solucionan en la mesa de negociación”

Entrevistamos a Álex, Elisa, Cynthia, Marta y Rosana, trabajadoras y trabajadores del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid y miembros delegados de la sección sindical de CGT. Nos hablan sobre la situación en este hospital y sobre la lucha que se está llevando adelante en defensa de las condiciones laborales así como de la sanidad pública y de calidad.

Jueves 26 de diciembre de 2024

Hace poco más de dos años trabajadoras y trabajadores del Hospital Gómez Ulla, dependiente del Ministerio de Defensa, constituyeron una sección sindical de CGT. Hoy son el sindicato más votado en este centro aunque su actividad no se reduce a las elecciones sindicales. Les preguntamos sobre esta experiencia y estos más de dos años de organización y lucha.

Como sección sindical habéis conseguido hace poco las 100 afiliaciones. ¿Por qué decidisteis formar esta sección y cuál ha sido vuestra trayectoria en este tiempo?

La sección de la CGT la montamos por falta de un referente sindical en el que nos sintiéramos cómodos, el que entendiéramos que era una herramienta útil para transformar las realidades. Y bueno, han sido dos años de trabajo desde que constituimos la sección y la verdad es que ha sido todo muy rápido aunque no sé si llegar a los 100 afiliados ha sido rápido pero estamos muy contentos porque al final nosotros lo único que ofrecemos es trabajo militante, o sea, no ofrecemos nada, no ofrecemos cursos de formación, descuentos... Pero nosotros lo que queríamos era un sindicato, o sea, lo que intentábamos era un poco encontrar esa ortodoxia de lo que eran los sindicatos, de la organización obrera, de la lucha obrera.

Y bueno, la verdad es que fue todo muy rápido porque nos constituimos en septiembre-octubre. En junio de 2023 fueron las elecciones sindicales, ganamos las elecciones sindicales además con cierta holgura sobre el resto, casi doblando al siguiente sindicato en votos. Y pudimos tener la presidencia y la vicepresidencia de la Junta de Personal, podemos estar en los tribunales de carrera profesional donde creo que se ha hecho un buen trabajo y vamos a seguir haciéndolo. Hemos tenido la oportunidad de poder nombrar a dos compañeras como delegadas de prevención de riesgos laborales donde se hace un trabajo increíble. Y bueno, la verdad es que estamos muy agradecidos. Somos 8 delegados nombrados y 2 delegados LOLS y vamos a nombrar un tercer delegado LOLS, pero el verdadero mérito no es sacar 8 delegados, el mérito es tener 8 delegados trabajando, el haber sido capaces de implicar a distintos compañeros en la participación y en la movilización.

Habéis comentado que creasteis la sección porque hacía falta una alternativa sindical ¿cuál es la visión que tenéis del papel de los grandes sindicatos en vuestro centro?

Respecto al resto de los sindicatos y el papel que hacen en el centro, pues el que hace cualquier gran sindicato, o sea, de parecer que sí, pero luego a la hora de la verdad no. Coincides con ellos en una reunión y ves realmente el papel que tienen. Ellos adoptan una actitud de cara a la administración y delante tuya como trabajador es otra. No hacen nada combativo. Si tienen que firmar una cosa que saben que perjudica a los trabajadores, al final acceden y lo firman.

El ejemplo lo tenemos con la Mesa Delegada donde se acogen a que CGT, a pesar de haber sido la fuerza más votada en el hospital como que no tenemos el 10% de la representación en lo que es todo el Ministerio de Defensa, entonces se nos niega a entrar a la Mesa Delegada. Ahí se deciden cosas importantes, por ejemplo a nivel de permisos con las compañeras y las trabajadoras. Antes se hacía todo aquí y se negociaba a nivel del hospital del centro y ahora se lo llevan a esa Mesa Delegada, donde casualmente CGT no puede participar porque supuestamente no tenemos ese 10% de representación en todo el Estado. Luego te enseñan las actas o los resúmenes que hacen de Mesa Delegada y son cuanto menos vergonzosos en muchos de los pactos o acuerdos a los que llegan.

El Gómez Ulla en todos los preavisos electorales aparece como unidad electoral, la propia administración nos reconocía como unidad electoral y teniendo en cuenta que de los 23 delegados de nuestro centro, 8 eran de CGT, con lo cual el 10% que recoge la ley lo pasábamos cómodamente, incluyendo el hospital de Zaragoza, donde son 9 delegados, es decir, dentro de la red hospitalaria de Defensa nuestra representación es de de 8 sobre 32, es el 25%, es decir, estamos muy por encima del 10%. Sin embargo, en esa mesa, por el personal estatutario del Gómez Ulla y de Zaragoza puede firmar acuerdos el sindicato CIG, que es un sindicato gallego que no se presenta a las elecciones en estos hospitales. Sin embargo, sindicatos como SATSE que tienen 5 delegados aquí y 1 o 2 en Zaragoza, USAE, nosotros mismos, AMYTS, no estamos representados en esa mesa. O sea, ese es el nivel de delirio de la mesa delegada.

Los acuerdos de la mesa no se publican. Nosotros nos enteramos de acuerdos que a nosotros nos afectan por las notas informativas de otros sindicatos. ¿Qué te hace pensar eso? Pues que no son reuniones de un órgano, sino que son reuniones, no sé si decir de amiguetes, pero desde luego es lo que parece. Es decir, que no haya actas sobre los acuerdos que se toman que afectan a 1.800 trabajadores de aquí más los trabajadores de Zaragoza, nos parece increíble.

Haciendo un repaso del año... ¿Cuáles han sido vuestras principales batallas?

Pues una de las más importantes ha sido por ejemplo respecto al cambio de turnos. Por así decirlo, aquí en el hospital eran siempre turnos fijos, mañana, tarde y noches, y el año pasado se implantó el turno de 12 horas en servicios como la urgencia, la UCI… y bueno, la tónica que llevó el hospital al instaurar este turno era de vacilar básicamente a los trabajadores con las horas anuales que tenían que hacer de recuperaciones de jornadas, y a raíz de un poco trabajo a nivel de la sección, de explicar e informar simplemente pasamos de que a los trabajadores y a las trabajadoras les hacían recuperar 15 jornadas anuales a 8 jornadas anuales, en este ámbito seguimos con una lucha bastante intensa porque sigue habiendo muchas cosas que se quedan en el aire.

Otra cosa muy importante para nosotros es que conseguimos que no se privatizara la lavandería. Hace un tiempo empezaron a externalizar ropa al haber falta de personal, al haber acúmulo, y empezaron a externalizar parte de la lavandería, entonces vimos que ahí iba a ser un coladero para que al final eso se quedase así. Entonces desde la sección y los trabajadores empujamos mucho, la gente colaboró un montón, se recogieron firmas…

También con respecto a la prevención de riesgos laborales hemos conseguido muchas cosas. Hemos dado mucha guerra para que arreglaran el suelo de esterilización que estaba súper desnivelado. Los compañeros van con los carros, con todo el material al final se caen, la gente se hace daño, hay malas posturas.. Aunque otros sindicatos se están colgando medallas pero está claro que lo han arreglado ahora desde que nosotros hemos empezado a dar esta pelea.

También otra cuestión que hemos ganado que creemos que es importante es el acceso a la información, que había mucha desinformación, por ejemplo sobre evaluaciones de riesgos de puestos de trabajo, que es que todo el personal tiene que saber cuáles son los riesgos en su puesto de trabajo y no nos daban esa información, entonces bueno es algo que recientemente hemos conseguido.

Otra cosa por la que hemos peleado mucho es el ascensor en el metro, una pelea que hemos dado junto a los vecinos del barrio. Quizá esto no entra dentro de las competencias que normalmente se entienden para una sección sindical pero yo por ejemplo que vengo de comisiones, comisiones es un movimiento político, aunque ahora ya se les haya olvidado como tantas cosas, pero yo siempre he entendido esa labor de movimiento político y social que tiene un sindicato entonces sí que pondría en valor el haber apoyado, el haber acompañado a los vecinos con esta lucha.

También este año se va a empezar a pagar la carrera profesional al personal interino que era algo que veníamos reclamando desde hace mucho tiempo y por fin se les va a pagar al igual que la Comunidad de Madrid el complemento de carrera profesional a las personas no fijas.

Por otro lado, en este hospital había dos problemas muy grandes, uno era la temporalidad que más del 60% de la plantilla renovaba cada tres meses y el proceso de estatutarización para el personal laboral porque en el proceso de estatutarización hubo a mucha gente en su momento, tanto personal laboral como funcionario, que cuando se estatutarizó el grueso de la plantilla a ellos no les permitieron participar en ese proceso y para nosotros incluso antes de formar la sección sindical ya habíamos hecho movilizaciones, manifestaciones reivindicando el proceso de estatutarización para ellos. Eran la gente de los oficios, de la limpieza por ejemplo, que son las escalas profesionales más bajas y que por lo tanto tienen un salario más pequeño. Sobre esto ya hay un borrador, se va a poner en marcha, nosotros hemos hecho un plan, hemos hecho unos libritos informando de las condiciones, los hemos repartido por el personal laboral, tenemos previsto hacer asambleas, intentar dar la máxima información porque hubo gente que en su momento que dijo que los sindicatos, y posiblemente tengan razón, no informaron lo suficiente cuando se hizo el proceso anterior que fue en 2008 y bueno queríamos paliarlo con todo esto y dar toda la información posible.

Un poco al hilo de lo que acabas de comentar del tema del ascensor en la parada de metro vemos que tenéis relación con las vecinas y las usuarias de este centro hospitalario, podéis contarnos un poco más cuál es la relación que tenéis con estos colectivos?

Para nosotros es importante el apoyo de los vecinos desde el principio. Es algo que tenemos que desarrollar más pero nosotros por ejemplo siempre tratamos de vincularnos. Vamos a las asociaciones de vecinos, a la de las Águilas, a la de Carabanchel Alto, con la gente de la Eco de Carabanchel, con la gente de la asociación de vecinos de Aluche, participamos con el RAMA (Red de Apoyo Mutuo de Aluche) en la recogida de alimentos. Hace poco hicimos también una recogida express por el tema de la DANA que también la donamos, hacemos un torneo de fútbol todos los años que también es una manera de contactar con colectivos de aquí. Tenemos vínculo con la asamblea popular de Carabanchel, hicimos aquí una recogida porque tienen multas derivadas de la ley Mordaza por cuantías que son importantes, también una recolecta de caja de resistencia para donarla a los compañeros del sindicato de vivienda de Carabanchel, entonces sí, la verdad es que tenemos bastante relación y nos apoyamos en todo lo que podemos.

¿Cuáles serían las principales problemáticas que vivís como trabajadores en el hospital?

En el hospital el principal problema que vemos, tanto yo a nivel personal como ahora a nivel general, creo que hay un ambiente muy restrictivo. Al fin y al cabo, es un hospital militar, los mandos superiores son militares, la tendencia que tienen ellos es a tratarlo todo a ese nivel. Y el día a día ha llegado a esa lógica punitiva, con castigos por ciertas actuaciones o quejas. Ese es uno de los principales problemas de este centro, que se han establecido esos roles. Una de las tareas que tenemos pendientes es hacer ver que exigir a la administración que se respeten tus derechos no es algo fuera de lo común. Además, todo diálogo con la administración, siempre parte desde un “no” de su parte, es una negativa constante.

Se instauró una política del miedo feroz, durante todos los años en los que la eventualidad laboral era la norma. Si te ponías malo y estabas de baja no renovabas, o sea, o te incorporabas o no te cogías la baja para poder seguir enlazando contratos, incluso casarte o plantearte la maternidad. Han sido años y años de contratos, incluso de un mes. En un mismo año podías tener 4, 5, 6 contratos diferentes. Era una locura. Generó mucho miedo. Renovabas contrato siempre y cuando te portases bien. Ha sido una política de miedo brutal que incluso a día de hoy que, el porcentaje de personal eventual y personal fijo ha cambiado bastante, se sigue implantando.

¿Creéis que eso se extrapola también al ámbito sanitario en general, a nivel estatal, o es algo solo de este centro?

Sí, lo que pasa es que yo creo que el nivel de precariedad es muy alto en la sanidad en general, es una cosa que ha afectado a todos pero con el tema del miedo de cómo lo instauran aquí, yo creo que no es comparable. No te amenazan tan directamente si te pones malo y coges una baja.

Aquí también hay un condicionante que no existe en los servicios de salud, o que existe de una manera menor, que es que aquí no hay bolsa de trabajo. Es decir, aquí está la “dedocracia”. No hay ninguna bolsa de trabajo que sea pública y en la cual puedas ir subiendo tus méritos. Aquí si la administración quiere llamarte, te llama y si no quiere, no te llama más. Con lo cual, te limita mucho a nivel laboral.

Esta precariedad ha tenido una afectación directa, aunque de esto se habla menos, en la sanidad, en la salud de las personas. Cuando precarizas el trabajo, la gente se va buscando unas mejores condiciones. Y esto afecta directamente a la atención que prestamos. No hay una continuidad con los pacientes si cada día le atiende una persona diferente. El compañero que está con un contrato de dos o tres meses, mañana le ofrecen un interino en el SERMAS y se va. Entonces, al final, hay plantillas más bajas, y además el cambio de profesionales es constante.

El mayor problema de la eventualidad, evidentemente, lo tiene la persona que cada tres meses tiene que renovar su contrato, porque no puede conciliar con su vida, porque no te puedes comprar un piso, porque no puedes tener un crío. O sea, te están robando el futuro. Pero a los pacientes también les están robando la vida. Cada vez que vas a una consulta médica y te ve un médico distinto es perjudicial para ti. Cada vez que te ve un enfermero distinto es perjudicial para ti. No se puede prestar una buena calidad asistencial.

¿Cuáles son los conflictos abiertos actualmente en el hospital y de cara a los próximos meses?

Por un lado, hemos notado de un tiempo a esta parte que el nivel de represión hacia la actividad sindical ha aumentado mucho en el hospital; lo digo porque hemos tenido experiencias, no nos dejan por la vía de los hechos solicitar un aula para realizar una asamblea con los trabajadores, incluso solicitándola con 3 meses de antelación. Varias compañeras han tenido que identificarse al personal de seguridad y a la policía militar.

Ahora estamos iniciando un conflicto con el tema de los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE). Porque en otros hospitales de Madrid, son los pinches los que suben la comida preparada de cocina. Aquí no, aquí son las TCAE las que tienen que ir preparando las bandejas, lo que conlleva manipular la comida y nosotras no tenemos el carnet de manipulador de alimentos porque no es una de nuestras competencias. Los auxiliares de pediatría, por ejemplo, para los niños que debutan como diabéticos, tienen una báscula en la cocina para pesarles ellos allí la comida, es surrealista. Esto tiene riesgos y todo esto añadido al trabajo que tiene un TCAE.

Hicimos un escrito a la jefa de recursos humanos y nos contestó que las competencias de las compañeras son revisar, verificar y repartir, en ningún momento se menciona manipular la comida. Las compañeras no se niegan a revisar la comida que suba montada y verificar que está todo bien para el paciente teniendo en cuenta su dieta, sus alergias, etc.

Otro problema que tenemos es que al personal que tiene jornadas de 12 horas, no les conceden los días de asuntos propios. La Jefa de Recursos Humanos ha dicho que, por motivos de organización, la gente con turno de 12 horas no tiene derecho a asuntos propios. Además, hay un desfalco de horas trabajadas y obligan a estas compañeras con ese tipo de jornada a recuperar días cuando quieran, sin avisar, ya sea fin de semana, festivo o navidades. Es una situación vergonzosa, les han quitado directamente el derecho a pedir días de asuntos propios por “motivos de organización”. Todo esto también les coarta el derecho a las horas de formación anuales, es una cosa de locos. Entonces, vamos a empezar a contar las horas trabajadas y empezaremos a hacer reclamaciones de todos los que quieran.

Tampoco cobramos el festivo completo, cobramos como si trabajásemos solo 7 horas, de 12 que son el turno en total. Y las reducciones de jornada también son un problema con este tipo de turnos, pues en el plan para conciliar este turno no aparece contemplado, por lo que si quieres reducir tu jornada para conciliar con el cuidado de hijos o familiares, tienes que renunciar a las 12 horas.

Y seguimos dando mucha caña con el tema de prevención de riesgos laborales. Estamos trabajando muchísimo para incluir medidas a discutir en las reuniones que se hacen con el resto de sindicatos y la jefa de recursos humanos. En la última a la que fuimos, de 33 puntos a tratar, 27 eran propuestas nuestras, de ningún sindicato más, para que se vea el trabajo que hacemos unos y otros.

Viendo las problemáticas que estamos hablando y los ataques a la sanidad que no cesan, las privatizaciones que se están dando en lugares como el 12 de octubre, el aumento del presupuesto del 33% de Muface por parte del gobierno… ¿Cuál es vuestra visión de los retos que tenéis por delante las y los trabajadores de la sanidad a nivel general?

Yo creo que el mayor reto que tenemos es ser capaces de generar una alternativa, una alternativa real, es decir, creo que tendríamos que ser capaces la gente que estamos en sindicatos, que tenemos un sentido de la necesidad de transformar y de considerar que los sindicatos son herramientas útiles de transformación, más allá de sentarnos en mesas de negociación. Creo que sería muy bueno y, que sería necesario, que encontráramos un espacio de coordinación, tanto los sindicatos, con vecinos, con movimientos sociales, porque la tendencia en sanidad es a peor, entonces necesitamos organizar y armar una alternativa real desde el punto de vista sindical, incluyendo a pacientes, que nosotros aparte de sindicalistas somos pacientes de la sanidad pública. Porque los problemas que tenemos no se solucionan a través de mesas de negociaciones con gobiernos “más progresistas en la historia”; el camino pasa por la lucha, por la organización, por la combatividad ante los conflictos y por unir luchas. Creo que es una responsabilidad de todos el organizarnos en un proyecto alternativo a lo que ahora mismo existe a nivel sindical en sanidad o lo que representan los sindicatos que están en las mesas sectoriales.

Hace unos días hemos visto un acuerdo de la CAM, que los sindicatos negocian un acuerdo con un convenio colectivo para el personal laboral que trata de conciliar la movilización de las organizaciones sindicales. ¿Qué visión tenéis? Y ¿Creéis que se están preparando las administraciones para los próximos conflictos que vienen? ¿Qué papel deberían jugar los sindicatos ante eso?

Es muy significativa esa noticia, yo me desperté enfadada realmente. Yo creo que la administración y los grandes sindicatos se están preparando. Esto tiene clarísimamente un objetivo desmovilizador para toda la clase trabajadora.

Tiene que ver un poco también con lo que decíamos. Yo creo que sigue la misma línea, es decir, lo que buscan es acallar la protesta, son negociaciones de despacho a puertas cerradas, y si es posible sin actas, mejor. Promover la no movilización. Y generar la no participación y eso es súper dañino. Nosotros aquí lo hemos vivido en primera persona.

Es decir, nosotros como sindicato no tenemos la fuerza que tenemos simplemente porque nos votan cada cuatro años. Nosotros por nosotros mismos, ¿tenemos capacidad para arreglar el mundo? no. Nosotros representamos a los trabajadores y cumplimos una función, que es afrontar el conflicto, poner la cara y organizarlo pero los problemas los solucionamos entre todos, peleando. Tenemos que entender eso. A mí me da igual tener veintitrés delegados en la junta. Si desde los sindicatos no somos capaces de movilizar y organizar a los trabajadores, no tenemos nada.

Si no somos capaces de generar contrapoder, no tenemos nada. El poder, entendido no solo desde la administración y no solo desde el Estado, sino desde las propias centrales sindicales. El poder tiene que estar abajo, el poder lo tenemos que tener los trabajadores. Y el poder lo tenemos participando.