La CUP quiere que ERC y JxCat se pronuncien para hacer un nuevo referéndum antes de que acabe la legislatura. Ya se han hecho dos y este sería el tercer intento...
Jueves 30 de septiembre de 2021
Esta semana se está celebrando el debate de política general en el Parlament catalán con una nueva discusión entre los integrantes del gobierno a causa de la detención del presidente Puigdemont. Enfrentamiento que se añaden a la ampliación del aeropuerto, de la mesa de diálogo, y cualquier asunto que pueda suceder.
La CUP para marcar posición propia ha decidido presentar una propuesta de resolución para hacer un nuevo referéndum de autodeterminación antes de que se acabe la legislatura. Los dirigentes de la CUP quieren que los dirigentes de JxCat y ERC se comprometan a hacer algo.
La CUP también se opone a la mesa de diálogo de Aragonés y Pedro Sánchez. Sin embargo, continúa el apoyo cupaire al gobierno catalán. Esta iniciativa de volver a hacer un referéndum es un intento para tratar de tener una voz diferenciada ante la política autonomista de ERC y JxCat.
Es difícil pensar que las fuerzas de Junqueras y Puigdemont vuelvan a convocar un referéndum después de cuatro años haciendo políticas autonomistas. Junqueras dejó claro que el referéndum quedaba para las calendas griegas. ERC se encuentra “ensanchando” la base con Pedro Sánchez. La presidenta del Parlament, Laura Borràs también se ha sumado a las voces contrarias a convocar el referéndum en esta legislatura. Y la legislatura de Quim Torra ha demostrado que JxCat no esta por la labor.
El referéndum del 9N de 2014 fue reconvertido por Artur Mas en un “proceso participativo”. Sin embargo, participaron 2,3 millones de personas, a pesar de la fuerte oposición del gobierno de Madrid. Artur Mas dijo otra de sus célebres frases “yo no desobedecí”. Como no podría ser de otra forma, el campeón de los “recortes” siempre ha estado obediente.
El referéndum del 1O también ha sido descafeinado por el mismo gobierno de Puigdemont-Junqueras que habían prometido un referéndum vinculante. Sin embargo, Carles Puigdemont proclamó una república por ocho segundos y suspenderla inmediatamente. Y finalmente lo 27O su gobierno hizo una declaración simbólica. Cómo decía la Clara Ponsatí, su gobierno “jugaba de farol”.
Estos dos referéndums ya han demostrado la verdadera voluntad de JxCat y ERC. No hay dudas al respeto. Prueba de esto es la estrategia completamente autonomista del nuevo gobierno. Ahora la clave de ERC y JxCat es gestionar los millones de las ayudas europeas y arañar alguna partida al gobierno de Sánchez. Lo mismo que hacía Artur Mas, antes de irse a la papelera de la historia o su padrino, Jordi Pujol.
La colaboración que los dirigentes de la CUP tienen con el actual gobierno los está llevando detrás de la gran burguesía catalana. Primero como impulsores del gobierno conjuntamente con en Pere Aragonès y después con la investidura del gobierno.
Esta propuesta de convocar un tercer referéndum con los que no desobedecieron y que “jugaban de farol” no es una alternativa para ejercer el derecho de autodeterminación. El camino de ERC y JxCat es un camino fraudulento y fracasado. No quisieron aprovechar que los trabajadores y el pueblo estaban en la calle con la gran jornada de la 1O y la huelga general del 3O.
Los republicanos y JxCat, como no podía ser de otra forma, son temerosos del pueblo organizado, puesto que protegen los negocios de los grandes empresarios. Prueba de esto es el proyecto de ley de Pere Aragonès por precarizar más el trabajo público.
Si la CUP quiere de verdad un embate democrático para poder ejercer el derecho de autodeterminación negado la 1O y lo 9N, no solo tendrá que luchar contra el gobierno central y sus cloacas, también tendrá que sacarse de encima el pesado legado de Puigdemont y Junqueras rompiendo el apoyo al gobierno catalán y llamando a la clase trabajadora y el pueblo a luchar independientemente de la burguesía catalana y sus agentes políticos.