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Red Internacional
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CÓRDOBA. Cacho Buenaventura, un mal chiste del kirchnerismo cordobés

A diferencia de otros años, donde los cierres de las listas electorales culminaban relativamente en paz, las últimas semanas de la política cordobesa dejan mucha tela para cortar.

Jueves 30 de abril de 2015

Con la confirmación por parte del gobierno de la fecha de la elección (luego de cerrada la interna propia), el delasotismo tiró la pelota al campo de la oposición burguesa y obligó a apurar definiciones, las cuales venimos reflejando en La Izquierda Diario y han dejado varios heridos.

El kirchnerismo cordobés, que luego de la renuncia de Scotto a su cargo de diputada nacional, venía con pocos motivos para reír, optó por una táctica “amplia” y una imagen lavada. A la candidatura del sciolista Accastello, le agregó un cambio de nombre (En Córdoba Podemos) y un armado que incluye a radicales, pejotistas varios y a desilusionados del juecismo, aparte de una cordial relación con el gobernador De la Sota.

A estas movidas le sumó la sorpresiva candidatura a vicegobernador del humorista cruzdelejeño “Cacho” Buenaventura. Con un Luis Juez decaído y con poco humor debido a su acuerdo con la derecha del PRO y la UCR, la vertiente humorística cordobesista pretende tomarla el kirchnerismo. Ya circulan chistes en la peatonal sobre los ministerios que ocuparían “el Tío Brito” y el “Negro Sombra de Horno”, famosos personajes creados por Buenaventura.

Muy conocido en la provincia de Córdoba, “el Cacho” cuenta con una trayectoria ligada al gobierno de Unión por Córdoba, participando de los spots de campaña del oficialismo y siendo la figura publicitaria de las principales empresas estatales.

También es reconocido por ser un hombre habitual del principal medio radiofónico de la provincia, la derechista Cadena 3. Este medio tiene el mérito de haber colocado diputados y legisladores de su riñón en las listas de todos los partidos patronales de Córdoba.

El perfil de humorista popular del Cacho, intenta sumarle una imagen al intendente de Villa María, que tiene una alta valoración sobre una supuesta buena gestión en su ciudad pero es poco conocido en la provincia. Por ahora lo viene logrando. En las últimas 48 horas se habla solamente de la flamante fórmula. Pero también logró abandonar toda referencia y perfil progresista que pretendía tener para convertirse en una copia “reducida” de Unión por Córdoba.

Por las redes sociales estallaron en bronca muchos militantes de base del kirchnerismo e inclusive varios de sus cuadros. El ex cura Nicolás Alessio, referente territorial de la populosa seccional quinta, señaló por Twitter que era “una estrategia de los 90’, máxima de imagen y mínimo de contenido”.

La derrota que significó la ida de la ex rectora de Carolina Scotto sigue golpeando sobre quienes pretendían construir un espacio de centroizquierda progresista y encuentran en el kirchnerismo cordobés un modelo sciolista, cada vez más noventista y farandulero. Las explicaciones de algunos de sus dirigentes son inverosímiles, hablan de una “movida táctica magistral” y que se suma por “su carisma, como buen hombre; no como cuadro político que quiere definir una a una todas las líneas de gestión”.

La candidatura de Accastello sigue en consonancia con la línea de los partidos tradicionales de Córdoba de ubicarse cada vez más a la derecha del escenario político, tomando nota de que los tres candidatos que más miden en las encuestas para presidente se alinean del centro a la derecha de la escena política.

En la provincia de Córdoba se ve a diario la persecución y represión policial, la precarización laboral, los despidos y suspensiones, los femicidios y la no aplicación del protocolo de aborto no punible. Para estos partidos patronales los problemas de la juventud, las mujeres y los trabajadores no ocupan su agenda. Algunos kirchneristas le ven el lado positivo a la reciente incorporación, las reuniones de Carta Abierta por lo menos van a tener algún punto divertido.