Los últimos datos publicados por el INE revelan una caída del 25% de natalidad en la última década provocando la preocupación de los grandes capitalistas y sus representantes que buscan cómo fomentarla sin tocar sus propios intereses ¿quién es el culpable?
Lunes 26 de agosto
Los datos son claros: cada vez nacen menos personas
Según el INE ha habido un decrecimiento de nacimientos de un 25% comparando los datos de 2024 entre enero y junio con los datos de 2014 pero ha habido un aumento del 0.28% si lo comparamos con los nacimientos de 2023, habiendo nacido unas 440 más este año en el mismo período de tiempo.
Lo que indica, pese a ese pequeño aumento, la tendencia general es que cada vez disminuye más la población que forma una familia, siendo que solo en las “madres” mayores de 40 años se observa un aumento en los alumbramientos destacando que las mujeres de 45 a 49 años han tenido un aumento con respecto a 2014 de un 76.7%.
Esto no es casual puesto que en esas franjas de edad se encuentran en el Estado Español tanto los hombres como las mujeres con sueldos brutos más altos, a comparación con quienes tenemos los sueldos más bajos en la franja de entre 16 a 29 años se encuentra en 1009€. Este es uno de los factores más importantes a la hora de pensar por qué no hay más nacimientos entre les jóvenes de clase obrera.
Los estadísticos señalan que el decaimiento demográfico tendrá importantes repercusiones económicas, aunque evidentemente no señalan para quién, y crean una dependencia para el crecimiento demográfico en los flujos migratorios. Esto junto a la imposibilidad de formar una familia estable por una crisis de la vivienda, los sueldos y la inflación son tomados por la derecha para crear un descontento como salida reaccionaria a un problema que es inherente al capitalismo.
La salida reaccionaria al problema de la familia
Como hemos podido observar es cada vez más común que haya menos nacimientos cada año (aunque con excepciones como lo es 2024) siendo la tendencia general que los jóvenes “rechazan” tener descendencia. Pero los datos también revelan que esto tiene que ver más con las condiciones de vida de la clase trabajadora que con algún tipo de conspiración maquiavélica del feminismo, el lobby queer o teorías del gran remplazo racial como pretende señalar la derecha u otros sectores reaccionarios.
Una de las principales razones que se han podido ver sólo con los datos es que en la franja de edad donde más han aumentado los nacimientos son en los mayores de 40 años que a su vez poseen los mayores ingresos en sueldo medio. Esto tiene sentido ya que actualmente quienes cargan con el peso de la crianza y el mantenimiento de les hijes son los padres, madres, tutores… por tanto solo quienes creen que puedan llevar a cabo dicha inversión la llegarán a hacer.
El otro gran factor es que la clase trabajadora no tiene vivienda. Como señalaba en otro artículo el alquiler medio ha aumentado un 50% en los últimos 8 años y la propiedad de vivienda se encuentra en un sueño cada vez más lejano puesto que con un sueldo medio tardaríamos décadas en poder llegar a pagar una hipoteca y, teniendo en cuenta la intermitencia del trabajo y la precariedad en general, esto es imposible.
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Otro factor social que se puede apreciar pero que es condicionado directamente por los dos anteriores son la popularización de anticonceptivos que permiten, al contrario que en épocas anteriores, que los jóvenes trabajadores tengamos una decisión activa en la maternidad/paternidad.
Estas imposibilidades materiales son aprovechadas por la oposición de derecha y la extrema derecha para realizar ataques reaccionarios contra mujeres, migrantes y personas LGTB en base a que una parte de la clase trabajadora sí desea tener una familia a su vez defendiendo el derecho de los grandes capitalistas a tener nuevas filas de trabajadores a las que explotar.
La derecha ataca al feminismo, el derecho al aborto, las familias LGTB, los derechos LGTB, los migrantes… como responsables de que las parejas de jóvenes trabajadores que lo deseen no puedan tener familias. Para la derecha, la culpa de que te preocupe no poder tener hijos es del lobby queer, la ideología de género y las feminazis que le comen la cabeza a los niños con tonterías de derechos y no de los grandes capitalistas que, para extraer un mayor beneficio económico, mantienen sueldos de miseria; o de los fondos buitre que imponen alquileres inasumibles.
En algunos casos la derecha acusa a las familias migrantes, —más numerosas por cuestiones sociales y culturales,— de estar remplazando a las familias españolas blancas.
La derecha se alimenta del deseo de formar una familia y fomenta la división de la clase trabajadora cuya única oportunidad de acabar con el problema de la familia se basa en la lucha por la unidad de sus sectores y por un programa anticapitalista que se enfrente a los problemas reales que impiden formar familias.
Un programa que reduzca la jornada laboral y aumente los sueldos para tener tiempo y medios para tener una familia quien lo desee, que esa decisión sea libre y no esté condicionada a las condiciones materiales y de precariedad bajo las que vivimos millones de personas; un programa que pelee por la construcción de vivienda pública y expropie a los grandes poseedores para que nadie quede en la calle, la creación de lavanderías, guarderías, centros de cuidado y atención a niños y ancianos… públicos para que el peso de la familia recaiga en la sociedad en general y no en las mujeres en particular. Un programa que permita a quienes lo deseen tener una familia a la vez que se da libertad sexual a través de la educación sexual integral, una ley trans completa, la expulsión de la Iglesia de la educación… Al final un programa que busque destruir las bases sobre las que se asienta el capitalismo: la explotación, el imperialismo y la familia patriarcal.
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