La CDU de Merkel es la gran derrotada. La socialdemocracia sale primera, pero cae a mínimos históricos. Suben la extrema derecha y la izquierda. Entrevista con Stefan Schneider desde Berlín.
Lunes 19 de septiembre de 2016 12:46
Foto: EFE
Entrevistó: Josefina L. Martínez
Las elecciones regionales en Berlín tienen mucha importancia, no solo porque se trata de la capital de Alemania, sino porque son un antecedente de lo que puede ocurrir en las elecciones generales dentro de un año: allí se jugará la continuidad del partido de Ángela Merkel (CDU) en el gobierno. Y el panorama para la canciller no es nada alentador.
Berlín es una Ciudad-Estado de 3,4 millones de habitantes, uno de los 16 Länder (Estados federados) alemanes. Hace dos semanas se realizaron elecciones regionales en el Estado de Mekclemburgo-Antepomerania, donde la CDU recibió un golpe muy fuerte, quedando por detrás de la emergente Alternativa por Alemania (AfD), fuerza de extrema derecha. Los resultados en Berlín asestan una nueva derrota al partido de Merkel, que retrocede hasta el 17,6%.
“Esta elección tiene dos significados profundos. El primero es que continúa la derrota de los partidos tradicionales. En todas las elecciones del último tiempo vienen perdiendo muchos votos la SPD y la CDU de Merkel y viene aumentando la AfD”, dice Stefan Schneider, director del sitio web Klasse Gegen Klasse.
“Los socialdemócratas logran apenas el 21,6%, con lo cual se convierten en el ‘partido ganador’ más débil de la historia en las elecciones regionales en Alemania. Todo el resto de los partidos quedó por debajo del 20%. Ya antes era muy difícil que saliera una coalición de dos partidos, pero ahora es imposible. Por lo tanto, la coalición más probable es una coalición tripartita entre los socialdemócratas, los Verdes y Die Linke [‘La Izquierda’]. Es decir, que la gran coalición ya no va, perdió votos, y se armará una nueva coalición de gobierno.”
Die Linke (15,6%) y los Verdes (15,3%) quedan casi igualados, con poca diferencia con el partido de Merkel y tendrán casi el mismo número de asientos en el Parlamento. Allí ingresará por primera vez el partido de extrema derecha, alternativa por Alemania (AfD), que se presenta por primera vez en elecciones regionales en Berlín.
“El resultado actual de la AfD es muy significativo, porque Berlín es vista como la ciudad más liberal de Alemania, con un fuerte porcentaje tradicional de partidos de izquierda y partidos liberales. En Mecklemburgo AfD obtuvo más votos, pero su resultado en Berlín es muy significativo, por lo que significa la ciudad.”
Crisis de los partidos tradicionales y mayor polarización política
La “crisis de representación” de los partidos del “centro político” es un fenómeno que recorre a casi todos los países de Europa desde el comienzo de la crisis económica mundial de 2008. Alemania se había mantenido durante más tiempo como un reducto de estabilidad, pero eso ya es cosa del pasado.
“Lo que se ve es que los partidos tradicionales están en una crisis muy grande, una crisis de representación muy fuerte que se puede ver también en esta elección. El único partido que supero el 20% es la SPD, y ellos también bajaron. La conclusión es que se acabó la gran coalición en la capital de Alemania, y la política en Berlín siempre tiene mucha relación con la política en Alemania de conjunto.”, asegura Stefan Schneider. Para las elecciones falta un año, pero el tiempo no parece jugar a favor de Merkel.
“Una tercera cuestión en esta elección, es que la SPD viene gobernando Berlín desde hace 25 años y es en ese tiempo siempre fue perdiendo votos, en cada elección. Y ahora está en una baja casi histórica, y lo mismo con la CDU. La diferencia con la última elección provincial hace 5 años es que en aquel entonces gobernaba una coalición entre la socialdemocracia y Die Linke (2001-2011) y en 2011 Die Linke perdió muchos votos y tuvo que salir del gobierno.”
La izquierda de Die Linke se recompone
El Partido Die Linke (‘La izquierda’ en alemán), es el partido heredero del viejo Partido Socialista Unificado de Alemania del Este, el partido estalinista de la ex RDA. En las últimas décadas ha formado parte de gobiernos regionales y ayuntamientos, en coalición con la socialdemocracia.
“En la parte este de la ciudad de Berlín una gran parte de los votantes de Die Linke es la base social que viene de cuando era el partido único de la Alemania oriental. Ahí es el partido más fuerte, con el 21%. Lo significativo es que en Berlín occidental hace 5 años -como resultado de 5 años en el gobierno Die Linke- sacó solo un 4%, y ahora está sacando un 10 o 11% de los votos en Berlín occidental.”
Stefan Schneider considera que esta recomposición de Die Linke está relacionada con el sentimiento de sectores de la izquierda de frenar el ascenso de Alternativa por Alemania. “Este es un factor importante porque mucha gente decía `hay que votar cualquier cosa contra alternativa por Alemania’.”
Paradójicamente, el miedo ante “el crecimiento de AfD llevó a que ahora los Verdes y Die Linke van a salvar de nuevo a la socialdemocracia en el gobierno”, dice Stefan.
“AfD tiene un discurso que dice así: ‘nosotros somos los únicos que estamos en contra del establishment’. Y los otros partidos parece que le confirman que ‘tienen razón’. Ahora Die Linke va a garantizar que siga gobernando la socialdemocracia, un pilar del establishment”.
¿Para los votantes de Die Linke no aparece como una contradicción que se realice una coalición entre la izquierda y la socialdemócrata en Berlín mientras a nivel estatal se mantiene la gran coalición?, le preguntamos.
“Si, pero, Die Linke se propone como una variante de gobierno también para el estado, para que se repita esta coalición. Hay voces en el partido socialdemócrata que también está pidiendo eso.”
“El resultado de Die Linke por un lado tiene que ver con la oposición a AfD, y mucha gente ha olvidado lo que hizo Die Linke hace 5 años. Y ahora Die Linke se está proponiendo como variante de gobierno. Otro dato importante a tener en cuenta es que la lista de Die Linke para esta elección está formada solo por el ala derecha del partido. Los que estaban en contra de integrar el gobierno, o los que estabas más a la izquierda, quedaron fuera de la lista. Hubo un congreso partidario donde la derecha del partido es muy fuerte. Normalmente se hace un acuerdo de consenso entre diferentes listas, pero ahora la derecha impuso su lista al 100% y no ofreció ningún puesto al ala izquierda del partido. Los que se proponen para gobernar ahora con la socialdemocracia son los mismos que durante 10 años entre 2001 y 2011 estuvieron a favor de las privatizaciones, de los ajustes, etc.”
Berlín, ciudad desigual
Uno de los temas que atravesó la campaña electoral en Berlín ha sido la cuestión de los alquileres y el incremento de las desigualdades sociales en una ciudad donde la precarización del empleo y de la vivienda se hacen sentir en los últimos años.
“Berlín es una ciudad que históricamente ha sido bastante barata en comparación con otras ciudades de Alemania, más barata que Múnich y Hamburgo, o en comparación con Paris o Londres. Históricamente ha sido así, porque Berlín era una ciudad fronteriza, nadie quería vivir aquí…. Pero en los últimos 10, 15 años, es la ciudad con mayor aumento de alquileres en toda Alemania y una de las de mayores aumentos en toda Europa. Mucha gente tuvo que abandonar un departamento en el centro de la ciudad y mudarse hacia la periferia: migrantes, mujeres con hijos, gente con pocos recursos, salarios bajos, etc.”
La socialdemocracia tuvo una política formal hacia esta cuestión de los alquileres, pero sin resolver la cuestión social de fondo.
“Hace dos años se votó una ley que supuestamente rige un poco los precios de los alquileres, para que no suban más que un 10% por año. La socialdemocracia lo celebró como una gran victoria, pero hay muchísimas excepciones a esa ley y casi no se aplica en Berlín. Por ejemplo, los propietarios hacen renovaciones de forma costosa, y con esto justifican la suba de alquileres por fuera de la norma. Por eso la cuestión de los alquileres tuvo mucho peso en la campaña, especialmente Die Linke hizo mucha campaña con este tema.”
Otro lugar donde se manifiesta el aumento de la desigualdad social en Berlín está relacionado con una lógica de privatización de los servicios públicos y el ataque a derechos laborales.
“Eso también es un legado del gobierno socialdemócrata-Die Linke que continuó la ‘gran coalición’. Por ejemplo, una lucha laboral que venimos siguiendo y de la cual hemos escrito varias veces en Izquierda Diario: la lucha del jardín botánico. Esta es una empresa que hace 10 años se fundó por el gobierno de la ciudad para sacar a los trabajadores del convenio colectivo de los empleados del Estado. Se formó una nueva empresa, que se subcontrató por el gobierno de la ciudad, pero ya no bajo el convenio colectivo de servicio público. Una empresa que pertenece al ayuntamiento, pero su forma legal es como si fuera una empresa privada.”
“Lo mismo lo hicieron en el hospital universitario de Berlín, el hospital universitario más grande de Europa. Hace 10 años fundaron una empresa de servicios que pertenece en parte al hospital y en parte a dos empresas privadas muy grandes. Esta se ocupa de toda la asistencia no médica desde la comida, la limpieza, etc. Y esa empresa tampoco tiene convenio colectivo de servicios. Hay muchos ejemplos de empresas fundadas por el gobierno para bajar los salarios y evitar el convenio colectivo. En los últimos años hubo luchas laborales para volver a entrar en el antiguo convenio colectivo.”
“Ninguno de estos partidos representa los intereses de los trabajadores y la juventud”
Stefan explica que en estas elecciones desde el sitio Klasse Gegen Klasse y el grupo RIO hicieron una campaña para llamar a votar en blanco.
“Si se confirma la coalición rojo-rojo-verde, nosotros pensamos que estos partidos no van a dar pasos atrás en ese proceso privatizador y de pérdida de derechos. No creemos que los trabajadores de estas empresas puedan confiar en que este nuevo gobierno les haga concesiones.”
“Nosotros opinamos que estos partidos que están en el parlamento de ningún modo expresan los intereses de la juventud, los trabajadores, las migrantes, las mujeres, y por lo tanto nosotros no podíamos votar a estos partidos. Si bien mucha gente decía que había que evitar que AfD gane más fuerza y por eso votaron a los partidos del régimen, decimos que eso no va a servir, porque son los mismos partidos que con su política privatizadora, represiva, contra los refugiados, contra la juventud, prepararon el caldo de cultivo para que pueda emerger una fuerza de derecha como Alternativa por Alemania.”
“Por ejemplo, en la campaña electoral tuvo mucho peso el asunto de la “seguridad”. La ley de seguridad que rige ahora otorga a la policía la posibilidad de definir un área de la ciudad como ‘área de peligro’ y con eso atribuirse mayores poderes. Es decir, la policía decide arbitrariamente que algunas calles son un área de peligro y se atribuyen más poderes. Esa ley fue votada también por el partido Die Linke en el gobierno, la Ley general de orden y seguridad de Berlín, votada en 2006.”
Stefan concluye: “Si queremos enfrentar a esta nueva derecha y también a las políticas del gobierno y los partidos tradicionales, no podemos apoyar con nuestro voto a estos partidos. Por eso llamamos a votar en blanco. Al mismo tiempo pensamos que hay que intentar fortalecer una corriente en las luchas de los trabajadores, de la juventud, las luchas antirracistas, para expresar nuestra voz política por esa vía, en la perspectiva de formar un frente de la izquierda anticapitalista para enfrentar a estos partidos.”