El cierre de negocios y fábricas en EE.UU. ha traído consigo un importante aumento del desempleo, sobre todo para los migrantes.
Jueves 16 de abril de 2020
Desde que EE.UU. se ha vuelto la zona cero de la pandemia por Covid-19, con más de 100 mil contagios y más de 7 mil muertes, el confinamiento y el cese a las actividades no esenciales han traído una drástica reducción de ingresos para millones, sobre todo para migrantes.
En apenas unas semanas, en el "gigante del norte" se han pedido 16 millones de apoyos de seguro de desempleo.
La gran mayoría de los empleos perdidos son en el sector de la construcción y de servicios donde la mayoría de los trabajadores son inmigrantes o afroamericanos.
Lo anterior ha implicado una caída significativa en la recepción de remesas, que en México es el mayor ingreso de divisas extranjeras, representado el 3% de PIB nacional. Se trata de una de las fuentes de ingresos de millones de familias en situación de pobreza que dependen de esto para cubrir sus gastos diarios.
Lo anterior es crítico, pues desde 2008 el ingreso de remesas no ha dejado de ir al alza, sin embargo, este mes ya se registró la caída del 10%, y se estima que para este año la caída sea de un 17%, lo cual pone en riesgo a millones de familias.
Se estima que en el 28% de los hogares que reciben remesas, éstas son el único ingreso que tienen, mientras que el 32% es el principal, lo cual implica un fuerte golpe a los bolsillos de quienes menos tienen. Mientras tanto, el gobierno mexicano busca palear esta perdida con créditos a la PyMEs o el aumento a las pensiones de adultos mayores, monto que en total no suma el nivel de ingresos que se perciben del envío de dólares a México.
El escenario recesivo en el que recién está entrando la economía tiene pocas alternativas, la mayoría preparan la reducción de programas sociales y la inminente pauperización de las condiciones de vida. En EE.UU. y México serán los más pobres los paguen los estragos de la crisis.