Magisterio. Calendario escolar 2023-2024: desatiende necesidades educativas de estudiantes

Hace unos días fue anunciado el nuevo calendario para el ciclo escolar 2023-2024, y publicado en el Diario Oficial de la Federación. Desde el sexenio pasado se han impuesto calendarios escolares, principalmente al nivel educativo básico, en donde nunca se consulta a las y los profesores cuales son las necesidades ni se basan en ellas para diagramarlo.

Las autoridades educativas en conjunto con la SEP y el gobierno, se empeñan en que las escuelas estén abiertas el mayor tiempo posible, -y para ello cada año se recortan más los días de descanso-, sin que haya condiciones o servicios básico en ellas, el solo abrir la escuela no es garantía de que estén dadas las condiciones para el aprendizaje.

Este nuevo calendario escolar tiene 3 jornadas de taller intensivo de formación continua, un equivalente de 11 días, al igual que 8 sesiones de CTE, que en la realidad, los directivos no tienen ninguna preparación pedagógica ni mucho menos educativa al ofrecerlos y solo es puro discurso de que “si l@s maestr@s nos ponemos la camiseta la educación en nuestros estudiantes mejorará”, pero tampoco nada se habla de las carencias de las escuelas, ni de las políticas gubernamentales que afectan a la educación.

Además, se han multiplicado las tareas administrativas para la docencia, cubriendo así la falta de personal administrativo para tales fines, y no han dado solo 3 días para tal descarga administrativa, uno para cada trimestre, lo que no solo es una burla, sino que, desde el año pasado, esos días se han utilizado como CTE extraordinarios.

Y sumado a esto, se dice que el calendario consta de 190 días, pero para las y los maestros es de 220 días laborales en la realidad.

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Actualmente, maestros y maestras estamos muy cansados, agotados, ya que la carga laboral se aumenta cada ciclo escolar, desde el llenado de papeles administrativos, evaluaciones, rúbricas, adecuaciones curriculares, y un sinfín de labores burocráticas que ocupan todo nuestro tiempo, y a muchos nos demuestra que los planes de estudio no están hechos para atender las necesidades de los estudiantes, las planificaciones y elaboración de material didáctico, etc. pues son las verdaderas labores de una maestra o maestro para el desarrollo de su tarea de formadores, las que debemos cumplir fuera del horario laboral y/o en los fines de semana, lo que equivale a muchas horas no pagadas, invisibles para la SEP y las autoridades, pero son las horas más valiosas de nuestras vidas, con nuestros hijos, seres queridos y familia.

Y todo esto con un escuálido salario en donde ya la gran mayoría de las y los docentes tenemos hasta más de 2 trabajos para poder solventar los gastos en casa. Sin olvidarnos que, en el caso de las maestras, también las labores de la casa, el cuidado de los mayores y la crianza de hijos, representan una jornada más, no remunerada, teniéndola encima que compartir con las labores escolares.

¿Qué las maestras y maestros son unos flojos? Eso sí que nadie lo cree

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Vacaciones escolares en otros países

De acuerdo a datos de la OCDE en países como Finlandia con la mejor educación en el mundo, tienen 13 semanas de vacaciones; en España tienen 14.8 semanas de vacaciones, Alemania 14 semanas, Portugal 17 semanas, Irlanda 17.8 semanas. Mientras que México 8 semanas para los alumnos y 7 semanas a los docentes e incluso en el verano se nos dice quieren intimidar a los profesores diciéndonos que no son vacaciones ganadas, que solo es un receso escolar, y que, en cualquier momento, si las autoridades educativas nos necesitan debemos regresar, quitándonos de un plumazo una conquista histórica del magisterio, su derecho al descanso y esparcimiento.

No todos saben que los y las maestras mexicanas ocupamos entre el segundo y tercer lugar en el ranking de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con más horas trabajadas por año. Entonces si las escuelas permanecen más tiempo abiertas con respecto a otros países ¿porque hay rezago educativo en nuestro país? ¿Por qué no tenemos la mejor educación del mundo?

Recuperar el derecho al descanso, una tarea para el magisterio

Veamos porque no tenemos la educación que necesitamos: México destina 3.6 veces menos por alumno en educación primaria y 3.9 menos en nivel secundaria, que el promedio de los países de la OCDE. Además, las escuelas carecen de servicios básicos, y de acuerdo a datos del Coneval en nuestro país, de las casi doscientas mil escuelas que tiene la república, hay cerca de 89 mil que carecen de drenaje, 39 mil 568 que no tienen red de agua potable y 9 mil 989 no cuentan con energía eléctrica. Sumado a esto, también el 49% de las escuelas no cuentan con equipos de cómputo e internet.

Casi todas las escuelas cuentan con mobiliario deteriorado, insuficiente y que no atienden las necesidades básicas de las y los alumnos, por ejemplo, en mi escuela no hay rampas de discapacitados y yo tengo un alumno que utiliza silla de ruedas.

Otra gran problemática que la autoridad invisibiliza, es que en la gran mayoría de las escuelas hace falta docentes, mientras que la USICAMM y la SEP se niegan a cubrir la demanda de profesores y profesoras. Además de no contar con el personal educativo muy necesario como psicólogos, médicos, nutriólogos, etc. que puedan monitorear la salud física y mental de las y los estudiantes, una necesidad que se ha vuelto más que urgen luego de la pandemia.

El hacinamiento en los salones es otro problema muy frecuente en los centros educativos, y aunque la OCDE recomienda que haya 14 alumn@s por maestr@, en nuestras aulas el número de niñas, niños o adolescentes es de 35-60 estudiantes.

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También, al pensar en nuestros alumnos y sus familias, sabemos que la gran mayoría no puede acceder a unas vacaciones, ni siquiera el poder imaginarse en podérselas pagar. Aunque las vacaciones forman parte de los derechos laborales, pocos sectores de trabajadores cuentan con ellas, además que la clase trabajadora para asegurar sus vacaciones debe de ahorrar o solicitar créditos. En nuestro país hace unos meses se reformo que l@s trabajador@s debían tener hasta 12 días de vacaciones, eso hasta tener mínimo un año laborando en el mismo lugar, sin embargo, con el outsorcing y los contratos temporales que ofrecen a la gran mayoría de trabajadores no llegan ni al año.

Es por eso que las y los trabajadores debemos de exigir la creación de centros y espacios recreativos públicos para toda la familia. Si el Turismo es una actividad que según le preocupa al gobierno, esta opción debe volverse un derecho, y que todo trabajador pueda acceder en conjunto con su familia, sin endeudarse con créditos o tener que ahorrar años cuando apenas nos alcanza el salario.