Miles de jóvenes son precarizados en los call centers en todo el país, sufriendo las consecuencias en su salud. LID recibió denuncias de distintas provincias.
Jueves 21 de julio de 2016 00:00
Los call center se han convertido con el pasar de los años, en una de las formas de trabajo más precarizadas para miles de jóvenes, en todo el mundo. En su mayoría mujeres, muchas madres y sostén de familia. Todas las grandes empresas, bancos, automotrices, contratan a las “empresas prestadoras de servicios de atención al cliente”, o mejor conocidas, “call center” para tercerizar sus campañas de ventas y los dolores de cabeza de atender a los clientes descontentos.
Atento, Action Line, Next, Teleperformance, Blue Connect, son algunas de las que residen en nuestro país. Como informa Atento en su página: “En Argentina, comenzamos operaciones en el año 2000 y hoy somos líderes en la industria con presencia en Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Mar del Plata, Salta y Tucumán. Contamos con más de 3.700 posiciones de atención y 9.000 empleados.”
La falta de estabilidad laboral, los altos ritmos laborales, la continua rotación horaria (sábados, domingos y feriados, turnos nocturnos), los casi inexistentes descansos (te cuentan los minutos para ir al baño), la diversidad de campañas, malos salarios, enfermedades psiquiátricas, de espalda y también de las cuerdas vocales y disminución de la audición, son algunos de los problemas que se repiten en estos trabajos.
La falta de regulación sobre esta tarea, junto con la falsa representación gremial se han combinado para que las empresas prestadoras de servicio dispongan de absoluta libertad para avanzar sobre las condiciones laborales, de la mano de los gobiernos de turno. Nestor Kirchner en persona ha estado en la inauguración del edificio de Atento, uno de los call center más grandes del país, con múltiples campañas para empresas como Telefónica y Movistar.
La mayoría de los trabajadores de los call center están encuadrados en el sindicato precarizador de comercio. Este sindicato, casi siempre, designa a un delegado a dedo, no votado por los trabajadores para mediar con la empresa y garantizar el orden.
En el gremio telefónico los trabajadores han luchado incansablemente contra la tercerización y precarización y siempre se encontraron con el obstáculo de la propia directiva del sindicato. En 2001, se dio la lucha contra las pasantías (trabajo en negro con que se explotaba a jóvenes estudiantes universitarios) que trabajaban para Telefónica y Telecom para la atención del 112 (call center),
Luego de la toma de edificios, a pesar de la negativa de la conducción de Foetra que decía que eran “estudiantes”, se logra el pase a planta de los miles de pasantes, aunque la empresa desconoce la antigüedad que en muchos casos llegaba a los 4 años.
En 2004, se da la lucha contra los call centers tercerizados como en ATENTO (en el edificio inaugurado por Néstor Kirchner), lucha que fue abandonada por la propia dirección de Foetra, imponiendo una dura derrota al conflicto. Párrafo aparte merecen los gremios del interior nucleados en la Foeesitra, que siempre han avalado la precarización y por eso las empresas han deslocalizado las llamadas al interior del país.
En el pasado, las operadoras tenían un descanso de 10 minutos cada 50 minutos de atención, reclamo histórico de los call center. Con la lucha y organización, los trabajadores de planta, habían conseguido que se respetara la jornada reducida de 6.30hs, 2 descansos visuales de 10 minutos cada uno y un refrigerio de 30 minutos. Como resultado de estas luchas, se ha presentado en el Congreso, un proyecto de ley del teleoperador, para que todos los call center logren estas mejoras.
Si bien esto no es la solución de fondo, ya que con estos ritmos se siguen enfermando los trabajadores, sería un avance lograr un convenio propio de la actividad, con estas conquistas.
El lobby empresarial impidió que este proyecto de ley pudiera ser tratado, con el aval de los diputados de los partidos tradicionales. La lucha por el pase a planta permanente y el convenio de la actividad, así como mejorar las condiciones laborales, bajar los ritmos de atención, eliminar la multiplicidad de tareas, y por la estabilidad laboral, se encuentra vigente. Solo con la organización democrática e independiente de las patronales y las burocracias sindicales, con delegados de base votados por los propios trabajadores, y la movilización se podrán conquistar estos derechos.
Desde La Izquierda Diario ponemos este medio a disposición para denunciar y ser un canal de expresión de esta juventud precarizada, como sucedió en Rosario (ver nota). Y desde la agrupación Violeta seguiremos luchando contra la precarización y tercerización laboral y por unir lo que las patronales y los gobiernos se empeñan en dividir: al conjunto de los trabajadores.
Voces de los Call Centers
Zona Sur-GBA
“Una fuente de precarización y despidos”
El 14 de Julio, luego de tres meses, fui despedida de Recsa, una empresa tercerizada que gestiona cobranzas telefónicas a Cablevisión, Fibertel y otras.
En el momento que entré a trabajar empezaron “nuevas modalidades de trabajo”, que de nuevas nada tienen. Recsa realizó un cambio de horario: quienes tenían contrato viejo con un descanso de 45 minutos, pasarían a tener 20 minutos, al igual que los contratos más nuevos. Nos tomaban el tiempo que utilizábamos para cargar datos, si buscábamos alguna bebida para tomar, incluso el tiempo de ir al baño.
Estas son las alternativas de trabajo para la juventud. Me despidieron hace unos días, pero no voy a bajar los brazos. Por eso, creo que es necesario aprovechar el espacio que nos brinda La Izquierda Diario para denunciar estos atropellos y que nos sirva para empezar a organizarnos junto a otros trabajadores.
Abril, trabajadora despedida del call center Recsa hace unos días.
Ciudad de Buenos Aires
Ajuste y prepotencia patronal sin límites
Me desempeñé como operador telefónico durante 3 años en PyD S.A. y de forma tercerizada trabajé para el diario La Nación. Pero el día 27 de junio fui despedido de forma injusta y discriminatoria. Durante esos 3 años sufrí, junto a mis compañeras y compañeros, todo tipo de hostigamiento por parte de los jefes. En los sectores de venta la presión es aún mayor y si no les rendís terminas en la calle, como material descartable. En una empresa de más de 250 empleados no teníamos ningún tipo de derecho sindical y el Sindicato de Comercio es cómplice de esta situación.
A los sueldos de miseria que se cobran se suma las computadoras no acondicionadas para estar 6 o más horas trabajando ocasionando problemas en la vista, los headset que provocan inconvenientes auditivos, las sillas que ocasionan problemas en la espalda y la obvia tensión de vender o atender clientes como si fuéramos una máquina.
Toda esta situación es un enorme negocio tanto para las empresas tercerizadas como para las que contratan sus servicios, en mi caso el diario La Nación, que amasan sus fortunas a costa del fraude laboral que ejercen contra los trabajadores. Con el ajuste macrista en curso, las condiciones empeoraron y la empresa comenzó a inventar causas contra los que más reclamamos o nos hacemos respetar ante su prepotencia. Aperciben, suspenden y despiden con una impunidad escandalosa.
Los miles que poblamos esos box en cientos y cientos de oficinas en los edificios de la ciudad de Buenos Aires existimos, somos trabajadores y estamos hartos de la vista gorda que hacen los dirigentes sindicales como los de Comercio o Telefónicos. La bronca se acumula en las calles porteñas.
Emanuel Torres
Rosario
Easy Call: “nos tratan como máquinas”
A raíz de las últimas noticias, ya conocidas por todos gracias al diario de izquierda, me atrevo a escribir esta nota para que sepan lo que ocurre en Easy Call, empresa dedicada a la venta telefónica de tarjetas de crédito y productos de empresas de telefonía.
El maltrato, la presión y la desconsideración son moneda corriente. Fuera del break (recreo) nos niegan la posibilidad de ir al baño. Gritos y hasta insultos es algo que escuchamos durante las 6hs de laburo. Soportamos reuniones donde nos aprietan para que vendamos porque “es tu trabajo”.
Si nos enfermamos, debemos hacer una consulta con la médica laboral que justifica o no el ausentismo dependiendo de su humor. Y si un compañero falta, tenemos que hacer las ventas que él no hizo.
Ofrecemos un servicio que jamás se cumple y luego tenemos que aguantar que nos llamen (y con toda la razón) los clientes para repudiar el funcionamiento de la gestión.
Dynatacphone: “no nos dejan ir al baño aunque tengamos cistitis”
Carta de una trabajadora
Leímos con mis compañeros las notas sobre los call centers que se publicaron en La Izquierda Diario. Trabajamos en Dynatacphone y padecemos las mismas cosas que este diario denuncia.
Padecemos al mismo dueño que Easy Call y los supervisores hacen lo mismo. No nos dejan ir al baño, había una chica con cistitis y tampoco la dejaron ir. Nos lavan el cerebro con lo del compañerismo y se cagan en nosotros, nos pagan comisiones en negro. Estamos anotados como empleados de comercio y no telemarketers. No están incluidos los sábados y nos obligan a ir igual. Un chico se quebró por caerse de la escalera un sábado y como no estamos anotados ese día la ART no lo cubrió.
Los supervisores nos tratan de inútiles, inservibles, estúpidos, nos gritan, nos basurean, nos hostigan. A las madres, cuando se enferman sus hijos, les dicen que vengan a trabajar igual. Confío en ustedes para poder difundir estos reclamos.
LID Rosario: envíanos tu denuncia 9 341 5061148
Tucumán
Atento: “estamos cansados de tantos manoseos”
Entrevista a un trabajador
¿Qué resoluciones se discutieron y votaron?
Continuamos en estado de alerta y movilización, rechazamos cualquier disminución horaria, basta con las persecuciones y aprietes para que los compañeros sean obligados a firmar.
¿Cómo se llevó a cabo la asamblea?
La asamblea se desarrolló en muy buenos términos con una asistencia muy alentadora por parte de los compañeros. Estamos cansados de tantos manoseos por parte de Atento.
¿Cuál es el ánimo de parte de los trabajadores?
Hay un descontento total e impotencia porque siempre tenemos que pagar nosotros los ajustes, muchos firmaron bajo presión pero apoyan todo lo que podamos hacer. Hay cansancio de ver tanta injusticia y que el gremio que nos tendría que representar (SEOC , Sindicato de Empleados y Obreros del Comercio) hace oídos sordos por estar en acuerdo con la empresa.
Contános tu experiencia vía Whatsapp al (0381) 155 395 749
La situación de las mujeres en los call centers
A raíz de las amenazas de Atento Tucumán a sus empleados para que acepten la reducción de horas se ha puesto en discusión las terribles condiciones en las que trabajamos los empleados de estas empresas. Y las mujeres nos llevamos la peor parte.
Hace tiempo trabajo en Atento Tucumán, la empresa se vale de todo tipo de mecanismos para hostigarnos y presionarnos. El principal y más directo es el supervisor.
Al tiempo de ingresar quedé embarazada, logré la primer renovación de contrato, entonces notifiqué a mi supervisor del embarazo y pedí que me informara sobre cómo presentar los papeles, pasaron las semanas y nunca dieron respuesta. Recurrí a la oficina de RRHH y presenté los papeles correspondientes. Cuando llegó la hora de la renovación me notificaron mi desvinculación. A los días me notificaron de la reincorporación (no pueden correr a una mujer embaraza que lo notificó previamente a la empresa) pero se las ingenieron para amedrentarme, no me dejaban ir al baño, me obligaron a trabajar estando enferma (¡40° de fiebre!) extraviaron certificados médicos, me descontaron días en los que no falté y no me pagaron días por supuestas faltas durante mi licencia por maternidad.
En los call centers sufrimos los vejámenes de una patronal prepotente y avasalladora. Si sos mujer tenes el agregado de sufrir la discriminación de una empresa misógina que te hace saber a través de sus capataces que nuestro lugar es la casa y si queremos trabajar nos tenemos que aguantar condiciones paupérrimas. Pero algo comenzó a cambiar, hay bronca, hay hartazgo. Por eso me sentí feliz al saber que esta semana mis compañeras y compañeros tragaron saliva, se pusieron firmes y le dijeron ¡esta vez no pasarán!
Testimonio enviado por una trabajadora.
Salta
Atento: “Estamos cansados de que nos maltraten”
Les escribimos desde Salta Capital. En nuestra ciudad, lamentablemente estamos solos, no contamos con el apoyo de ningún gremio, tampoco por parte de ATACC donde nos asociamos estos últimos años.
La gran mayoría de los trabajadores estamos siendo hostigados desde hace dos semanas con las amenazas de despidos si no firmamos el acuerdo. Si bien nos dijeron que era “voluntario” el primer día, al segundo, como no obtuvieron los resultados esperados, directamente nos reunieron y nos dieron el ultimátum que si no firmábamos nos pasarían al nuevo contrato con la reducción de horas de manera obligatoria.
Estamos cansados de que permanentemente nos maltraten. Nos prohíben ir al baño, buscar agua para desayunar. Quieren que todo eso lo hagamos en nuestra media hora de descanso, que nos lo dan a veces a las doce del mediodía o más tarde.
Este mes hubo docenas de despidos por esa causa, muchos compañeros quedaron en la calle sin un peso solo porque le cortaron la llamada a un cliente que los estaba insultando.
Estamos yendo a trabajar con miedo y angustia.
Esperamos que a través de ustedes nuestran voces sean oídas, y desde ya agradecemos que muestren la realidad que obreros como nosotros estamos pasando.
Carta a la redacción.
El ejemplo de Rosario
Juani D’Annunzio
El anuncio de la patronal de Blue Connect de que no iba a depositar el aguinaldo en tiempo y forma encendió la mecha en los trabajadores que estamos hartos de los sueldos miserables, las condiciones de trabajo y el despotismo con el que se manejan estas empresas que nos consideran material descartable.
Al mismo tiempo que se masticaba la bronca en los pasillos por esta noticia, se empezó a viralizar la nota de La Izquierda Diario que hacía pública esta situación. Después de una hora de publicada se extendió por todo el call center, motivo suficiente para que la empresa se envalentone y me despida por expresar este descontento de todos los compañeros y por ser militante y candidato del PTS y del Frente de Izquierda, como muchos otros trabajadores. La denuncia que publicamos alcanzó 15 mil visitas en un día.
Esta persecución no hizo más que extender y aumentar el malestar, que se expresó en las decenas y decenas de compañeros y compañeras que participaron por primera vez de las asambleas que convocó el sindicato presionado por toda esta bronca que venía de abajo: se exigió el pago total del aguinaldo en tiempo y forma en conjunto con mi reincorporación. Ante la amenaza de parar, la empresa decide dar marcha atrás con mi despido y deposita la mitad del aguinaldo.
La organización desde abajo en asambleas, junto con la apropiación que los trabajadores hicimos de La Izquierda Diario leyendo, compartiendo y escribiendo denuncias y testimonios fue una combinación clave para torcerle el brazo a la patronal y lograr nuestras demandas.
Producto de este proceso empezamos a recibir decenas de denuncias de compañeros de otros call centers queriendo hacer públicas las condiciones laborales invisibles para la población (y para el Sindicato). La viralización de las notas y denuncias que publicamos tuvieron un alcance inesperado: más de 60 mil personas se enteraron de las condiciones laborales a las que somos expuestos los que estamos del otro lado de la línea cuando recibimos reclamos porque las empresas brindan servicios deficientes o cuando estamos obligados a vender cada vez más.
Queremos extender este ejemplo, que otros jóvenes y trabajadores tomen al diario como propio. Si La Izquierda Diario no difundía lo que pasaba y los trabajadores del call no lo tomaban como herramienta para difundir sus demandas y peleas, sólo hubiese quedado la visión de la empresa que llamó a uno de los medios más reconocidos de la ciudad para decir que no había ninguna disconformidad entre sus operadores. Los grandes medios quieren callar a los trabajadores, por el contrario La Izquierda Diario está a disposición de todos los trabajadores que quieren difundir sus denuncias y sus luchas.