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Red Internacional
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Migrantes. Cámara de Diputados aprueba exigencias económicas para migrantes

La nueva medida consiste en que, para tener residencia, deberán acreditar estar sobre la línea de la pobreza o bien tener estabilidad laboral.

Insurgente Libertad

Insurgente Libertad Egresado de Derecho

Miércoles 10 de octubre de 2018

Con esta nueva normativa, el proceso de la obtención de la residencia definitiva por parte de extranjeros tendrá dos exigencias, según aprobaron este lunes los miembros de la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara de Diputados, durante la discusión del proyecto de ley de migración presentado por el gobierno.

La propuesta inicial del Ejecutivo señalaba que quienes quisieran optar por la residencia permanente, debían demostrar no padecer insuficiencia de medios de vida en Chile. Sin embargo, esta única condición no encontró apoyo entre la oposición. Ante esto, el Ministerio del Interior ingresó una indicación que plantea una opción alternativa, al permitir que se acredite estabilidad laboral.

Así, según quedó plasmado en el proyecto, “se entenderá por insuficiencia de medios de vida que permitan su subsistencia y la de su grupo familiar a la situación de aquellos hogares cuyos ingresos son inferiores al mínimo establecido para satisfacer las necesidades básicas”. En tanto, la estabilidad laboral dependerá de que el extranjero, durante su residencia en el país, haya realizado “cualquier actividad económica lícita, de forma autónoma o dependiente, que permita acreditar ingresos, al menos, la mitad de los meses de residencia temporal del país”.

De esta manera, quienes no logren acreditar ninguna de las dos condiciones, podrán extender su residencia temporal por 24 meses más, con el objetivo de lograr superar estas barreras.

Reacciones del Oficialismo y el Frente Amplio

Según informó La Tercera, para el diputado Andrés Longton (RN), la aprobación de criterios económicos para acceder a la residencia permanente es un aspecto “razonable” y acorde a las legislaciones más modernas del mundo en cuanto a migración. Señaló, “Si le queremos dar un enfoque de derechos humanos al proyecto, tenemos que asegurar que los migrantes vivan de forma digna en nuestro país. Si no tienen los medios, tanto para ellos como para su medio familiar, cómo esperamos que puedan surgir”.

En esa misma línea, y pese a manifestarse contraria a estas condiciones en un comienzo, la diputada Catalina Pérez (RD) valoró el acuerdo logrado con el oficialismo al interior de la instancia. “Nos hubiera gustado que ninguno de estos criterios fuese incorporado al debate, entendiendo que el migrante que trabaja y aporta al país no debiese ver limitado el acceso a todos los derechos que la residencia permanente otorga. Sin embargo, celebramos que el gobierno haya cedido en su posición y pudiéramos llegar a un punto medio”, señaló.

Una salida a la limitación de los derechos de los migrantes

De los 170 artículos que posee el proyecto de ley, la comisión ya aprobó 82, principalmente aquellos que establecen definiciones generales y los requisitos para ingresar y permanecer en el país. A partir de la próxima sesión se iniciará la discusión del articulado restante, en que se fijarán las condiciones para solicitar asilo, además de las sanciones migratorias.

El compromiso de la comisión es terminar el debate el próximo 23 de octubre, para así dar paso a la discusión del proyecto en la sala de la Cámara Baja, para que posteriormente pase a ser revisado por el Senado.

La derecha en el gobierno, con estos actos, demuestra una vez más su marcada intención de separar a los trabajadores por status, buscando hacernos creer que el problema de la falta de recursos radica en la población migrante, en la desaceleración económica, o en uno que otro índice negativo en el valor del cobre.

La verdad es que sólo buscan sacar el foco de lo que realmente importa; aproximadamente 18% de la población ocupada tiene un sueldo mínimo "miserable" (276.000), 50% de las y los trabajadores reciben menos de $319.673, la brecha salarial de género llega al 30%, siendo las mujeres las "reinas" del trabajo precario, y es que en ámbito laboral y de "seguridad social" las deficiencias para las familias trabajadoras suman y siguen, mientras que los tiempos mejores sólo para los empresarios.

Los trabajadores chilenos e inmigrantes debemos unirnos para desenmascarar a la derecha y los empresarios que se enriquecen gracias a nuestro trabajo, el trabajo chileno e inmigrante es generador de riqueza social y debería servir como tal. El tema inmigración debe ser parte de la discusión en los sindicatos y en todo movimiento que ponga al centro a los trabajadores, con la perspectiva de conquistar derechos en conjunto y avanzar a la unidad de trabajadores chilenos e inmigrantes