Las medidas se dan en un momento de proyecciones negativas del nivel de empleo y aumento de la inflación. Se deterioran algunas mejoras parciales en las condiciones de vida de los trabajadores logradas en los últimos años de estabilidad económica.
Viernes 8 de mayo de 2015
(Foto: Gustavo Lima/ Cámara de Diputados)
En la noche del pasado miércoles (06), luego de declaraciones de unidad de los parlamentarios petistas y pemedebistas (PMDB), fue aprobado el texto principal de la primera medida de ajuste fiscal presentado por el ministro Joaquim Levy y el gobierno de Dilma Rousseff. La Medida Provisoria 665 (MP 665) votada ataca el derecho al seguro de desempleo pues duplica el tiempo mínimo de trabajo en una empresa – de 6 a 12 meses - exigido para que el trabajador tenga derecho al seguro.
La votación fue ajustada con 252 votos a favor y 227 en contra. Además del texto principal sobre la MP 665, que fue votada, se presentaron enmiendas como la que se refiere a la cuestión del abono salarial - que antes era del valor de un salario mínimo para los trabajadores que recibían hasta dos salarios mínimos y habían trabajado por 30 días en el empleo –ahora serían necesarios tres meses de trabajo y el monto a recibir proporcional al tiempo trabajado.
Las medidas se dan en un momento de proyecciones negativas del nivel de empleo y aumento de la inflación. Se deterioran algunas mejoras parciales en las condiciones de vida de los trabajadores logradas en los últimos años de estabilidad económica, como la posibilidad de que sectores juveniles de familias obreras accedan a estudiar o cursen en la universidad, a partir del aumento del consumo a través de líneas de crédito más accesibles y mayor estabilidad de la renta familiar.
La votación se extendió durante buena parte del día y estuvo marcada por momentos y episodios de un juego de cinismo y puestas en escena. Durante la tarde Força Sindical (central sindical dirigida por “Paulinho”), burócrata que estuvo junto a Eduardo Cunha y Aécio Neves el pasado 1 de mayo en la Zona Norte de San Pablo, que defiende el Proyecto de Ley 4330 (PL 4330) de tercerización, distribuyó notas de dólares falsos marcados con el rostro de Dilma y Lula. Por la noche, luego de la votación, los parlamentarios que votaron contra las medidas de ajuste pero que son representantes de partidos corruptos y sectores patronales, como el PSC o el PDT que apoyan la tercerización y precarización del trabajo, entonaron la canción de Beth Carvalho “Voy a festejar”, en tono de crítica hacia el PT. Por su lado, los diputados del PT y del PCdoB que votaron a favor del texto que avanza sobre el seguro de desempleo, respondían: “Ustedes aprueban la tercerización”.
Una puesta en escena mientras todos apoyan, incluida la oposición de derecha, una salida de ajustes fiscales y ataques a los trabajadores para retomar el ritmo de crecimiento que permita revertir el escenario económico alarmante y asegure las ganancias empresariales de los próximos años.
Sin embargo, luego de un primer momento de aparente salida consensuada entre todos los partidos patronales y el gobierno de Dilma (que designó a Joaquim Levy y a Michel Temer del PMDB como los ministros que garantizaran esta situación) vienen produciéndose roces y diferencias entre todos los sectores de la base aliada y la oposición de derecha al gobierno.
Una cosa es segura, estas redadas son expresión de la dificultad que todos los partidos patronales vienen enfrentando frente a la “crisis de representatividad” que persiste en el país. Primero se decía que frente a la crisis se fortalecería el PSDB pero eso no se dio. Luego que el PT podría revertir su descrédito ubicándose, a partir de los discursos de Lula, contra el PL 4330. Ahora votando estos ataques vuelve a mostrar su verdadero rostro.
En este escenario cada partido o figura de este régimen degradado intenta “aparecer” distinto al resto. Pero todos se mantienen unidos en su firme compromiso con los empresarios y patrones: atacar los derechos laborales para garantizar sus altas ganancias.
La clase trabajadora aun permanece mayoritariamente a la expectativa. Los sectores que luchan, como los profesores de Paraná, en San Pablo y en otros estados del país, necesitan vencer. Sería una forma de que frente a los ojos de millones de jóvenes y trabajadores que observan y siguen estas huelgas se fortalezca una salida política independiente de los trabajadores.