Oscar “Chiche” Hernández, militante revolucionario argentino, fallecido el 10 del presente mes, obrero delegado de Siderar (fábrica productora de acero) y la ex-SOMISA.
Martes 13 de septiembre de 2016
"No es revolucionario el que no está dispuesto a destruir obstáculos, el que carece de abnegación y espíritu de sacrificio. " L. Trotsky.
He tenido la oportunidad de leer palabras de homenaje en notas y estados de facebook, de diferentes campañeras/os de Argentina, del Partido de Trabajadores Socialistas (PTS), organización hermana del Partido de Trabajadores Revolucionarios, en el cual milito.
Es un orgullo que existan camaradas como Chiche Hernández, que al leer los diferentes homenajes, sientes que el compañero es de los más cercanos y humildes camaradas. Él, obrero desde su juventud, y no cualquier obrero sindicalista, sino que un obrero revolucionario, capaz de saltar montañas rocosas, capaz de hacer lucha política con la mejor de las firmezas contra la burocracia, que participó de procesos como el Villazo -proceso de huelgas contra la burocracia peronista en Argentina-, que de niño le generó odio a “los fachos”. Proveniente de una familia obrera y yendo a todo lugar con la voluntad necesaria de un combatiente, donde queman las papas, con la sola convicción y necesidad de construir un partido de trabajadores que sea revolucionario, para dar vuelta la balanza hacia los explotados y oprimidos, organizando al conjunto de la clase obrera y la izquierda revolucionaria, para vencer.
“Quien se arrodilla ante el hecho consumado, es incapaz de enfrentar el porvenir” León Trotsky.
No hace falta haber conocido a Chiche, para saber que era un gran revolucionario lleno de abnegación, sacrificios y convencido de destruir los obstáculos que se presentaban ante cada época y momento político. Un camarada con una experiencia que no cualquiera puede vivir, de momentos revolucionarios donde la clase obrera iba en ascenso, como también momentos de reflujos y derrotas. Es decir, una experiencia viva de los momentos más álgidos de la lucha de clases. A pesar de todos estos momentos, nuestro camarada no claudicó a la militancia revolucionaria, como a muchos les pasó. Todo lo contrario, hasta los últimos momentos se hizo cargo de la bandera que levantó por años.
A la juventud, que recién nos abrimos camino, nos enseña a no arrodillarse ante ningún obstáculo, mantener la confianza y convicción intacta, recoger la toalla y seguir.
Ese es el legado de Chiche en todo el mundo, y para quienes somos camaradas de ruta. Nos levantaremos una y mil veces, sacaremos lecciones. Porque es un ejemplo de lucha y tradición, la de un obrero revolucionario que no se arrodilló ante ninguna adversidad, nos deja un gran legado a la juventud que sale a la calle a organizarse y luchar, contra los gobernantes, empresarios, que con sus medidas perpetúan y fortalecen este sistema de opresión y miseria. A no bajar los brazos.
Compañero Chiche Hernández, ¡Hasta el socialismo siempre!
Ver Homenaje realizado por el PTS en Argentina
Nancy Lanzarini
Profesora de Lenguaje y Comunicación.
