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Red Internacional
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Editorial. Cambiemos en campaña: negocios, cinismo y “mercado rosa”

La batalla electoral, el Frente de Izquierda y la necesidad de enfrentar al Gobierno en las calles. La revolución de la alegría y los globos de colores no son suficientes para los reclamos de las personas LGTBI.

Tomás Máscolo

Tomás Máscolo @PibeTiger

Pablo Herón

Pablo Herón @PhabloHeron

Viernes 11 de agosto de 2017

Fotografía: BA Diversa (sitio oficial del Gobierno de la Ciudad)

"Yo voto como cristiana" fueron las cínicas palabras de Elisa "Lilita" Carrió, la principal precandidata a diputada por la lista de Cambiemos, a la hora de abstenerse para votar la Ley de Matrimonio Igualitario en la Cámara de Diputados. En ese momento su partido era el Acuerdo Cívico y Social (ACyS) y no solo se posicionó contra el Matrimonio Igualitario sino que fue defensor de la Sociedad Rural en el conflicto con el campo.

Hoy Carrió, integra las filas de Cambiemos y nada demuestra que opine distinto. Así es que Cambiemos lleva en su lista también lleva como primer candidato a legislador a Andrés "Andy" Freire, Ministro de Modernización, Presidente del Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires y organizador del "Buenos Aires Diversa", una serie de eventos que tienen como objetivo el desarrollo del negocio del turismo LGBTI en la ciudad.

Furia

Sin Zoom, Angel, Toms o tetera por cerrar, la gran mayoría no puede acceder a las ofertas del hotel de Alan Faena, ir a los saunas del microcentro o almorzar y cenar en los restoranes pitucos para las personas paquetas LGTBI. Mientras el promedio de vida de una persona trans es de 35 años, para el gobierno nuestras grandes necesidades radican en llenarle los bolsillos a dueños de hoteles, bares, empresas de transporte aéreo y agencias de turismo, como si fuéramos el adorno descartable al finalizar la fiesta.

Las cifras que importan son los porcentajes de rentabilidad, no importan cuántas son las travas las que mueren por año por el hecho de asumir su identidad. Por eso están muy atentos a los números que dan las organizaciones como la Cámara de Comercio Gay Lésbica Argentina, según la cual un 15% de ingreso a la Ciudad en la categoría de “turismo de ocio” corresponde al turismo LGBTIQ, que implica unos 445 mil visitantes por año a la Ciudad de Buenos Aires según el Instituto Nacional de Promoción.

Basta recorrer tres puntos de la Ciudad como constitución, Once y Flores para ver cuál la realidad de gran parte de las personas trans. Más allá de la prostitución, que es algo que está tan naturalizado que nadie se enteró que Yesica estuvo un día detenida de forma injusta porque se le ocurrió a la policía, la violencia y la discriminación a la que están sometidas las personas LGTBI no sera tolerada. Esas razzias de la policía de la Ciudad son moneda corriente pero eso no significa que la organización empiece a dar respuesta a esos atropellos, como cuando el 28 de junio cientos de personas LGTBI irrumpieron en la Capital para gritar: Justicia por Diana Sacayan, ni una trava muerta más.

Según el estudio Orgullo en el trabajo (Pride at Work) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) realizado en el año 2015 y focalizado en personas trans en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mar del Plata y en localidades del conurbano bonaerense "el 79% de las personas relevadas en la investigación recurren a la prostitución como medio de vida".

Pero no todas las travestis son prostitutas, como tampoco todos los homosexuales son como Piter Robledo. Se intenta escribir sobre un problema de clase, que aún hoy sigue estando vigente en cada marcha. En un país que es ejemplo de leyes para la población LGTBI , insistimos que la igualdad ante la ley no es la igualdad ante la vida.

Lavada de cara

Desde que Cambiemos asumió en el gobierno, vació el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, destinó migajas presupuestarias al combate a la violencia machista e incrementó las razzias en manos de la policía que sufren las personas trans y travestis. También le dieron la Subsecretaría Nacional de Juventud al falso progresista de Pedro Robledo, que apenas asumido despidió a 35 trabajadores, y hasta hicieron que Patricia Bullrich pose para los medios junto a una policía trans reincorporada a la Policía Federal -ahora de la Ciudad-, así buscan lavarse la cara como defensores de los derechos de las y los LGBTI. Sí, de la mano de esas mismas fuerzas a las que mandan a reprimir a los trabajadores que luchan por sus puestos de trabajo y acusadas de haberse llevado a Santiago Maldonado, desaparecido en democracia.

Segunda marcha nacional contra los travesticidios: la policía no querian que se avance

En el día del orgullo con la presencia de Horacio Larreta y Diego Santilli se inauguró la primer Casa Trans, un lugar que tiene como objetivo la contención, acceso a testeos de salud, talleres de capacitación y asesoramiento legal para personas trans. Una medida paliativa mínima con sabor a poco, y es que el circo de Cambiemos cobra múltiples formas, se embanderan como defensores de los valores republicanos pero no implementan las leyes ya votadas y aprobadas en los parlamentos que implicarían verdaderos avances para nuestra realidad, como el caso de la provincia de Buenos Aires donde tras 20 meses en el gobierno aun está en discusión la reglamentación del cupo laboral trans.

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En la ciudad lo mismo, donde la ley N° 4.376 insta a Larreta a "Promover la inserción económica, social, laboral, política y ciudadana, el acceso a puestos de decisión y la integración en las políticas de desarrollo de las personas LGTBI". Hay millones para publicitar agradeselfies, campeonatos de asado, el marketing electoral y equipar a las fuerzas que meten presas a las travestis, pero no para implementar medidas que apunten a combatir la realidad de marginación estructural de las y los LGTBI. Otra expresión de lo poco que le importa la vida y los derechos de los putos, las tortas y las travas al oficialismo.

Nuestras vidas o sus ganancias

Andy Freire, afirmaba en un twitter hace algunos años que así como existe el orgullo gay, debería existir el orgullo PyMe. En palabras de un político “emprendedor”, proveniente del ámbito de los negocios y con sed de ganancias, era de esperarse que ni siquiera tenga tacto como para entender el orgullo LGBTI como una respuesta política a una situación de marginación. Es que para ellos los derechos de la diversidad sexual no solo son una vía para lavarse la cara, también son una cuestión de mercado.

Hay otros números que, sobre todo personajes ligados al Opus Dei como Esteban Bullrich, no quieren que se conozcan demasiado, esos millones que recauda del Estado la Iglesia Católica año a año a través de exenciones impositivas, del pago del sustento para el clero y subsidios cuantiosos para los colegios privados que controlan. Así garantizan la subsistencia de esta institución milenaria que no pierde el tiempo en difundir su discurso misógino y homolesbotransfóbico, una realidad que mantuvieron los diferentes gobiernos, tanto del kirchnerismo, los gobernadores peronistas y Cambiemos. Millones que podrían destinarse para garantizar una educación y salud públicas, laicas y de calidad a la cual las personas LGBTI puedan tener acceso.

Es por estas razones que el Frente de Izquierda, con sus principales figuras como Nicolás Del Caño y Myriam Bregman, exige la separación de la Iglesia del Estado y con su campaña buscó que hasta en el último recoveco del país resuene bien fuerte que nuestras vidas valen más que sus ganancias.

Los jóvenes y la diversidad sexual no podemos permitir más postales como la de expo-joven con miles haciendo filas para conseguir un trabajo de miseria, le decimos basta a la discriminación por nuestra identidad de género u orientación sexual y a que la Iglesia se entrometa en nuestras vidas. Por eso también pusimos el cuerpo junto a las leonas de PepsiCo y exigimos que no haya #NiUnaMenos sin trabajo.

Retomamos lo mejor de las gestas combativas como en Stonewall, reivindicamos la lucha de activistas como néstor Perlongher en el frente de Liberación Homosexual, por eso lleva en nuestras listas hay luchadoras y luchadores LGTBI en todo el país.

Para enfrentar el plan del macrismo y pelear por los derechos de la diversidad sexual, por una vida que merezca ser vivida, necesitamos más diputados y legisladores del Frente de Izquierda, porque están donde hay que estar, en las calles y organizándose día a día poniéndole el cuerpo a nuestras luchas.


Tomás Máscolo

Militante del PTS y activista de la diversidad sexual. Editor de la sección Géneros y Sexualidades de La Izquierda Diario.

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