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Red Internacional
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Política. Cambio de gabinete y derrota en votación de reforma tributaria: turbulencias en el gobierno de Boric y más gestos hacia la Concertación

El miércoles recién pasado el gobierno sufrió una dura derrota en la Cámara de diputados al no alcanzar los 75 votos para avanzar en la idea de legislar de su proyecto de reforma tributaria. Dos días después se hace oficial un nuevo cambio de gabinete, donde ingresan más ex funcionarios de Bachelet y miembros de la ex Concentración. Debilidades y gestos al régimen de los 30 años.

Viernes 10 de marzo de 2023

Reforma tributaria: derrota en la Cámara

Sólo 2 votos hicieron falta. La idea de legislar la propuesta de reforma tributaria del gobierno fue rechazada por la Cámara de Diputados, ya que sólo alcanzó 73 votos de los 75 que requería para pasar y para que pudiese discutirse. Así se le propinó al gobierno una de las derrotas políticas más duras desde el triunfo del rechazo el 4 de septiembre recién pasado.

Prácticamente toda la derecha votó en contra, mientras el oficialismo a favor, el cual contó además con los votos favorables de la Democracia Cristiana y algunos independientes. La gran polémica de la jornada fue el ausentamiento de Pamela Jiles (PH), Mónica Arce (Independiente-PH) y Viviana Delgado (Partido Ecologista Verde).

El gobierno y el oficialismo salieron indignados de la votación, acusando tanto a Pamela Jiles como a la derecha por el resultado. Es claro que la derecha, nuevamente, ha hecho de todo para evitar cualquier posibilidad de afectar la ganancia empresarial y la fortuna de los más ricos, como hemos visto en este nuevo intento de bloqueo de discusión de la reforma tributaria. No es de sorprenderse con los partidos de Chile Vamos voten contra la posibilidad de discutir reformas tributarias por mínimas que estas sean.

Su maniobra, probablemente, es buscar que, al no poder el gobierno poder presentar esta reforma en 1 año plazo en la Cámara de Diputados, el oficialismo se vea obligado a presentarla vía Senado, donde la propia derecha tiene más peso y control. El Mercurio celebró el inesperado rechazo, pero con mesura y cierta preocupación. Saben que esto expresa la crisis y desorden en el régimen político, que es lo que permite que ganen peso los “extremos” en desmedro del “centro” burgués ligado al gran capital. La línea de los dueños de Chile no es negarle la sal y el agua al gobierno, sino forzarlo a grandes consensos neoliberales como el del nuevo fraude constituyente. En ese sentido, el portazo a la reforma tributaria en la cámara, lo toman como una gran oportunidad para forzar un acuerdo muchísimo más acotado, porque saben que es inviable dejar al gobierno sin algún tipo de reforma tributaria.

Es decir, el gobierno sufrió un duro revés, lo que muestra su gran debilidad política al no poder hacer pasar una de sus principales reformas para su proyecto general. Pese a que el gobierno ha ido recomponiendo lentamente su popularidad luego de la catástrofe de los incendios, tiene debilidades estructurales lo que se muestra en su incapacidad de gobernar el Congreso.
Pero, además, es necesario volver a revisar dicha reforma.

No hay que olvidar que esta reforma terminó siendo negociada en gran medida con el gran empresariado que impuso sus términos, y si bien planteaba un aumento de impuestos a los “súper ricos” y a quienes ganasen por sobre los 4 millones de pesos, esto era totalmente acotado, a la vez que entregaba importantes concesiones, como una modificación del impuesto a las empresas bajando del 27% al 25% como beneficio para aquellas empresas que reinviertan sus utilidades en I+D, a la vez que se negociaba el bajar los permisos de nuevos proyectos de inversión, otro de los reclamos de la CPC y la Sofofa.

Cambio de gabinete: Más gestos a la ex Concertación

Y el día de hoy el gobierno hace noticia por un nuevo cambio de gabinete. Cinco ministros salen y cinco entran en ministerios que se han considerado “de segunda línea”. Pero claramente el objetivo de este cambio es, primero, traer rostros “de bajo perfil” al gobierno, pero además buscar ligazón e integración de antiguos funcionarios de gobiernos de la ex Concertación / Nueva Mayoría, especialmente ligados a Bachelet y en general a la administración de instituciones del régimen.

Veamos. En el caso de la Cancillería (Relaciones Exteriores), sale la cuestionada Antonia Urrejola (cercana al PS, pero muy ligada al propio Boric) y entra en su lugar Alberto van Klaveren, de dilatada trayectoria en cargos del Estado junto a las coaliciones neoliberales de la Concertación, siendo Subsecretario de Relaciones Exteriores por tres años con el gobierno de Bachelet I.

En Obras Públicas salió el muy bajo perfil Juan Carlos García e hizo ingreso Jessica López, con más de 40 años en cargos directivos relacionados con bancos, particularmente siendo Gerenta General Ejecutiva de Banco Estado entre el 2014 y 2018. Claramente una mujer del régimen, ligada a sus principales instituciones.

En Deportes salió la cuestionada ministra Alexandra Benado e ingresó el ex futbolista Jaime Pizarro, quien también fue Subsecretario del Deporte con Bachelet entre el 2007 y el 2009. Por otro lado en Ciencias terminó su mandato Silvia Díaz y fue reemplazada por Aisen Etcheverry.

Finalmente en Cultura salió Julieta Brodsky y fue reemplazada por Jaime de Aguirre, hombre ligado a la Concertación, fue directivo de TVN y de CHV, y fue investigado en 2015 por posible financiamiento ilegal por parte del caso Soquimich que sacudió a la política tradicional y neoliberal.

En el plano de las subsecretarías Boric realizó 15 cambios en diferentes carteras, donde destaca el ingreso de nuevos 6 subsecretarios militantes o ligados a partidos de la ex Concertación, 4 independientes, 2 del Partido Liberal (parte de la coalición Socialismo Democrático) y 3 miembros del Frente Amplio.

Como vemos, si bien es un cambio de gabinete que podría denominarse “acotado” la clave es que se suman nuevos ex funcionarios concertacionistas ya sea a la primera línea de los ministerios o en subsecretarías.

Gabriel Boric y Apruebo Dignidad siguen haciendo gestos hacia los partidos tradicionales y neoliberales de la ex Concentración, mientras al parecer luego de la derrota en la votación de la reforma tributaria, a pesar de haber endurecido inicialmente el tono con la oposición, se han decidido a seguir negociando con la derecha para limar aún más la propuesta de reforma.