Camilo Jofre, es profesor y militante del Partido de Trabajadores Revolucionarios, hoy se presenta como candidato a diputado, junto al Frente por la Unidad de la Clase Trabajadora, por la región de Arica y Parinacota para defender las demandas de los trabajadores.
Domingo 17 de octubre de 2021
"No queremos que sigan gobernando los mismos de siempre. Es hora de que las y los trabajadores pasen al frente y puedan decidir sobre sus destinos", son las palabras que recalcaba el profesor Camilo Jofré.
Nació en la ciudad de Arica, desde muy temprana edad se ha organizado para pelear contra la educación de mercado, formando parte de la juventud que despertó el 2006 y 2011, buscando unir la fuerza del movimiento estudiantil con cada lucha de los trabajadores.
Mientras estudiaba en la Universidad de Tarapacá, donde empezó su militancia en el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR), fue Presidente de la carrera de Pedagogía en Matemática y Computación. Además fue uno de los impulsores de la secretaría obrera-estudiantil (SECO-E), que tenía como objetivo forjar lazos entre estudiantes y trabajadores para pelear unidos por sus demandas, participando en diversas huelgas y manifestaciones del sector público y otros rubros. Fue parte activa en la coordinadora NO+AFP, participando de las grandes movilizaciones contra las jubilaciones miserables que reciben las y los trabajadores.
Siempre del lado de los trabajadores
Durante la rebelión de octubre se organizó en la asamblea pública de Arica, que llegó a convocar a más de 100 personas, y posterior a las grandes movilizaciones en donde “Chile despertó”, defendió los puestos de trabajo de una decena de profesores que venían enfrentando la persecución política y sindical en sus colegios, levantando la Asamblea contra los despidos que reunió a trabajadores de la educación de diferentes establecimientos.
A mitad del 2020 estuvo junto a las trabajadoras y trabajadores de áreas verdes que tuvieron problemas 8 meses seguidos con el pago de sus sueldos, y finalmente por medio del fin de la licitación entre la municipalidad dirigida por Gerardo Espíndola del Partido Liberal y la empresa EVD, dejaron por dos meses sin sueldo y sin finiquito a más de 150 trabajadores. De la misma forma estuvo con las trabajadoras de Unimarc y los trabajadores de Ariztia, quienes exigían mejores condiciones laborales y el fin a los sueldos de miseria.
Fue parte de estas peleas contra el subcontrato en todas estas luchas que tenían esta problemática en común, traducida en la inestabilidad laboral y los bajos sueldos. Así se convirtió en una voz de distintos sectores de trabajadores que se organizan y luchan por mejores condiciones de trabajo y de vida. Exigiendo el paso a planta de todas y todos los trabajadores, para acabar con la precarización laboral, la reducción de las horas de trabajo, dividiendo las horas entre empleados y desempleados, sin rebaja salarial, para que nadie quede sin trabajar.
Actualmente, se vienen pronunciando en contra del veto de Piñera al proyecto de ley que contemplaba mejoras parciales para las condiciones de los docentes del sector público. “Un paro testimonial para echar abajo el veto de Piñera, no basta. Para organizar una gran fuerza y lograr las demandas integradas en el proyecto, e incluso ir más allá, necesitamos levantar asambleas comunales y regionales, que nos permitan organizar un paro efectivo y grandes marchas en todas las ciudades y zanjar un plan de lucha, junto a toda la comunidad educativa”.
Una izquierda consecuente
Camilo nos comenta que “no somos más de los mismos de siempre, que se atornillan en el congreso y ganan sueldos millonarios, hemos sido testigos de cómo políticos de los partidos tradicionales hacen uso de sus atribuciones para generar negocios que van en beneficio de los mismos, teniendo en cuenta los sueldos millonarios que ya reciben por el hecho de ocupar estos cargos públicos”. En Arica, son conocidos los casos de corrupción, tal es el caso de Orlando Vargas –diputado por la zona por el PPD entre los años 2010 y 2014–quien fue formalizado en uno de los escándalos de corrupción más bullados de las últimas décadas en la XV Región y ahora busca nuevamente representar al distrito 1, esta vez como independiente. O el caso de Nino Baltolu quien también va como candidato a diputado, quien fue financiado en elecciones anteriores por Jaime Orpis (UDI), involucrado en el caso Corpesca.
Agrega que “La corrupción es pan de cada día entre instituciones podridas y los viejos partidos de los 30 años. Los diputados y senadores tienen sueldos millonarios, en tanto las y los trabajadores vivimos con lo justo cada mes. Queremos poner fin a los privilegios de políticos millonarios y corruptos, y por eso proponemos que todo parlamentario gane lo mismo que un trabajador.”
“Levantamos nuestras candidaturas para construir una alternativa que no se subordine a la cocina de los partidos de los 30 años como lo ha hecho el Frente Amplio y el Partido Comunista, o la misma Lista del Pueblo. Que no transe las demandas que gritamos en las calles con acuerdos entre cuatro paredes a espaldas del pueblo, como lo hacen estos partidos que se posan de amigos del pueblo, pero desvían toda la fuerza social y descontento contra el gobierno y la derecha hacia el terreno, fomentando ilusiones en las instituciones del régimen.” Enfatizó “A diferencia de ellos nosotros confiamos en qué la única fuerza capaz de conquistar nuestras demandas es con la autoorganización y movilización de las y los trabajadores, junto a la juventud y poblaciones, por eso levantamos una alternativa de izquierda anticapitalista y socialista”
Respecto al financiamiento para llevar adelante sus propuestas, el profesor plantea “Hay que renacionalizar los recursos naturales, bajo el control de los trabajadores. Al mismo tiempo arrebatarle el negocio que tienen los grandes empresarios en la ciudad, como Von Appen, dueño de las empresas del puerto de Arica, quien aumentó su fortuna en medio de la pandemia a costa del trabajo de los portuarios, quienes mantienen contratos inestables y condiciones laborales precarias.
Esto muestra claramente que mientras aumentan las ganancias empresariales, se profundiza la crisis en la educación, vivienda y en salud. Hace unos días atrás lo pudimos ver con el anuncio del cierre del SAPU Marco Carvajal, donde la Municipalidad Arica planteaba que no habían recursos para seguir manteniendo su funcionamiento. Yo creo que plata hay, pero el problema es que sigue quedando en manos de unos pocos. Muchas de los problemas y necesidades de la población, se podrían resolver con las ganancias del puerto.