En la víspera, el presidente Donald Trump anunció que militarizará la frontera con México para contener el flujo de inmigrantes indocumentados, por lo menos hasta que se construya el muro que se pretende edificar en la línea limítrofe. Peña Nieto responde “estamos listos para negociar”.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Jueves 5 de abril de 2018
Este jueves Enrique Peña Nieto fijó la posición de México sobre la más reciente declaración del gobierno de Donald Trump donde aseveró nuevamente el despliegue de la Guardia Nacional de Estados Unidos en la frontera sur.
Por medio de un vídeo difundido en redes sociales, Peña Nieto lanzó un mensaje a su homologo “Presidente Trump: si usted quiere llegar a acuerdos con México, estamos listos”. El diálogo del gobierno de Peña resaltó nuevamente la “unidad nacional”, ésta ocasión fundamentada en total acuerdo con los candidatos presidenciables a pesar de las diferencias entre partidos o fuerzas políticas rumbo a las elecciones.
“Por ello, ante los últimos acontecimientos el Senado de la República, de manera unánime, condenó ayer las expresiones ofensivas e infundadas sobre los mexicanos y demandó el trato de respeto que exige la relación entre países vecinos, socios y aliados.” Más adelante continuo “A este llamado se sumaron los candidatos a la Presidencia de la República. Independientemente de sus naturales diferencias, todos coincidieron en rechazar medidas contrarias a una buena vecindad.”
Una vez más, Peña demuestra el carácter servil de su gobierno y del conjunto del régimen mexicano cuando están en juego los intereses del imperialismo estadounidense. Y es que no hay que olvidar que la política interna de Trump se ha intensificado, pero que ha representado una continuidad gobiernos como el de Obama y George Bush (hijo).
La expresión de esto es la intensificación de las medidas militares en la frontera sur de México con Guatemala donde cientos de miles de migrantes son retenidos, deportados o cuyo destino queda a la merced del narcotráfico en las miles de fosas clandestinas que se encuentran a lo largo y ancho de todo el país.
Así, el discurso de Peña es acompañado de una política de despojo y entrega de los recursos estratégicos que se profundiza con las reformas estructurales y la pérdida de conquistas para el grueso de los trabajadores y sectores populares. Con el escenario electoral en puerta son los millones de trabajadores, las mujeres y la juventud en ambos lados de la frontera los que tienen la última palabra si enfrentan la militarización de manera organizada.