El Ministerio de Salud autorizó un proyecto de investigación de la planta de cannabis para uso medicinal y terapéutico presentado por una firma privada de La Rioja (Agrogenética Riojana Sapem) junto al Conicet. El estudio se enmarca en el programa nacional previsto por la última reglamentación de la Ley 27.350. De esta forma La Rioja se suma a Misiones y Jujuy que ya cuentan con autorizaciones para proyectos de este tipo.
Martes 9 de febrero de 2021 19:27
Foto: Corré la Voz
La autorización del proyecto se da en el marco de un proyecto de investigación del CONICET para estudiar el uso de cannabis con fines medicinales, terapéuticos y paliativos del dolor. La investigación será para analizar cuáles son las condiciones de crecimiento de la planta adecuados para la producción de un producto de calidad y estabilizado, que pueda ser utilizado para fines de investigación posteriores sobre los usos de sus sustacias, sobre todo el THC y el CBD.
La investigación impulsada por Vivero del Oeste Riojano (Agrogenética Riojana Sapem) y el Conicet es parte del Programa nacional para el estudio y la investigación del uso medicinal de la planta de cannabis, sus derivados y tratamientos no convencionales. Su autorización se da en consonancia con la ley 27.350 y la reglamentación en noviembre pasado que establecen un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados.
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Según el texto publicado en el Boletín Oficial este martes, se le da intervención al Instituto Nacional de Semillas (Inase), el cual será el órgano regulador de las condiciones de producción, difusión, manejo y acondicionamiento de los órganos de propagación de la especie, “a fin de permitir la trazabilidad de los productos vegetales y dar cumplimiento a lo normado en la Ley N° 27.350”, es decir el estudio de sus facultades medicinales, terapéuticas y paliativas. El decreto establece que el Vivero del Oeste Riojano y el Conicet deberán presentar informes trimestrales de avance detallando el estado de ejecución del programa nacional de investigación. A la vez, se aclara que el Conicet podrá disponer de toda la información científica para estudios e investigaciones posteriores y para la realización de publicaciones científicas.
La investigación evaluará el comportamiento de seis variedades de Cannabis Sativa bajo distintas técnicas de cultivo, en relación al rendimiento y contenido de cannabinoides. Las semillas, según el texto, serán de 2 variedades con alto contenido de CBD, 2 variedades con alto contenido de THC y 2 variedades con contenido equilibrado de CBD - THC. Todas ellas serán importadas de bancos de semillas europeos y se cultivarán entre octubre y abril, período que tiene las condiciones meteorológicas adecuadas.
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El 30 de diciembre pasado el Ministerio de Salud había autorizado en Misiones a la empresa Biofábrica para desarrollar la investigación con los mismos fines sobre la planta. Aquella vez, la autorización se sumó a la ya existente en Jujuy, donde un proyecto de investigación de este tipo se autorizó por primera vez desde la regulación de noviembre pasado de la ley 27.350
A partir de la reglamentación última de la ley 27.350 en el anteúltimo mes de 2020, se habilitó un registro de usuarias y usuarios, se legalizó la venta de aceites y cremas en las farmacias bajo indicación médica y se implementó que el Estado, las obras sociales y prepagas garanticen su acceso. El decreto de reglamentación se dio tras décadas de criminalización a cultivadores y consumidores. Con aquella reglamentación también el cultivo personal, solidario y asociado de cannabis con fines terapéuticos pasó a tener un resguardo legal que antes no tenía, facilitando que millones de personas puedan tratarse con esos productos con menos riesgo a ser criminalizadas e incluso terminar presas, lo cual representó un paso adelante como resultado de la lucha de años de madres cultivadoras y organizaciones cannábicas.
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Aún resta conquistar una verdadera ley de regulación del uso integral del cannabis y sus derivados, que existe en otros países pero que en Argentina el régimen político y judicial están lejos de atender. Así como la derogación de la ley 23.737 que criminaliza con durísimas penas a quienes portan marihuana y otras sustancias. La legalización de la marihuana para uso medicinal pero también para uso recreativo, es una demanda histórica de amplios sectores de la sociedad. Pero sigue imperando la decisión de los sectores de poder más conservadores y reaccionarios, que parecen gozar de llenar las cárceles y comisarías de jóvenes que portan un par de porros mientras los grandes narcotraficantes (verdaderos magnates de la industria ilegal) son amparados por el aparato del Estado, que incluso participa de esas ganancias.