Se reunió además con el intendente capitalino Germán Alfaro y la Cámara de Empresarios de la Construcción.
Maximiliano Olivera @maxiolivera77
Martes 15 de diciembre de 2015
En el día de ayer, José Cano inició la serie de reuniones que tiene prevista en torno al Plan Belgrano. El Plan, de jerarquía ministerial, se trata de un proyecto de obras de infraestructuras con plazos a diez años en el que se prevé un monto de 10.000 millones de dólares. Fue parte de las promesas de campaña de Mauricio Macri para hacer pie en el NOA y el NEA, y ahora lo nombró al radical Cano para que esté al frente en las negociaciones con gobernadores e intendentes, la mayoría peronistas.
El intendente capitalino Germán Alfaro fue el primero en reunirse con Cano. Aliados en el Acuerdo para el Bicentenario, Alfaro pidió una serie de obras cuyo costo aproximado ronda los $1.500 millones. El conjunto de obras incluye un plan de desagües pluviales, construcción de edificios municipales y hasta un estadio único.
Ya en el mediodía, Cano fue hasta la Casa de Gobierno y se reunió con el gobernador Juan Manzur. La reunión duró unos 45 minutos y gobernador entregó una lista de obras que considera necesarias y Cano sostuvo que algunas de ellas ya estaban contempladas en su Plan. Se trata de los diques de potrero de Las Tablas y del Clavillo, un plan de tratamientos de cloacas y autopistas. El monto llegaría $21 millones.
Manzur aprovechó la conferencia de prensa para deshacerse en halagos hacia Macri y Cano, emitiendo un mensaje de unidad. “Nos da mucho orgullo que un tucumano ocupe un cargo de esta relevancia. Vamos a acompañar la gestión del presidente Macri en la convicción de que todos formamos parte de un gran equipo”, afirmó el gobernador.
El titular del Ejecutivo provincial reiteró su “orgullo” por Cano y definió que "si le va a bien a Macri nos va a ir bien a todos, se lo dije al presidente y le digo lo mismo a Cano. Vamos a poner todo de nuestra parte para que le vaya bien a él, así le va bien a todo el norte". Sostuvo que las diferencias en los comicios provinciales ya estaban superadas.
En la reunión con los empresarios de la construcción, Cano explicó detalles del plan de obras y los convocó a trabajar en conjunto, comprometiéndose a “defender a las pequeñas y medianas empresas de las provincias”. Agregó que todas las medidas que está tomando el gobierno para beneficiar al campo y la industria también llegarán al sector de la construcción.
Detrás del telón
“Con lo que piden Alfaro y Manzur ya no hay fondos en el Belgrano”, bromeó Cano. Detrás de los discursos de “trabajo en equipo” se encuentran las aspiraciones de Cano y Manzur. El gobernador debe mantener una relación con el Ejecutivo nacional que reditué el flujo de recursos. Los discursos de “unidad” y la foto con Cano también son rédito político para legitimarse tras las denuncias de fraude que realizó el propio radical.
Por su parte “el George Clooney tucumano”, como lo nombró Macri en su jura, anhela que el poder de la caja del Belgrano sea un trampolín para llegar con mejores chances a la gobernación en los comicios de 2019. El gobierno nacional buscará que la chequera sirva para obtener gestos políticos de los gobernadores del NOA y el NEA. Esto será posible en un escenario económico donde las variables no afecten a los fondos.
Por último, Alfaro deberá aplacar sus ansias dentro del espacio opositor del Acuerdo para el Bicentenario. Su padrino político, Domingo Amaya también fue nombrado en un cargo nacional de importancia a la hora de gestionar fondos: la secretaría de Vivienda, bajo la órbita, además, del ministro Rogelio Frigerio.