El jefe de Gabinete ratificó esta mañana la negativa a otorgar un bono de fin de año para los estatales, confirmando su política de ajuste para los trabajadores, que ven perder sus salarios frente a la inflación.
Martes 11 de noviembre de 2014 09:06
Mientras se siguen destapando jugosos negocios, como el que el gobierno nacional le entrega en bandeja a la petrolera Chevron, para los trabajadores la política continúa siendo de ajuste.
En su habitual conferencia de prensa, esta mañana el jefe de Gabinete desligó al gobierno nacional del pago de un bono de fin de año para los estatales, al advertir que es “incumbencia propia de cada provincia y su respectiva autonomía de carácter fiscal”.
De esta manera, pateó la pelota afuera y confirmó que el gobierno nacional le da la espalda a los trabajadores también en este tema, luego de un año en el que los salarios perdieron la carrera frente a la inflación tras la devaluación de enero y los techos a las paritarias impulsados por el gobierno nacional, los provinciales, y avalados por las dirigencias burocráticas de las centrales sindicales.
El jefe de Gobierno, Jorge Capitanich, prosiguió diciendo que "cada gobernador de la provincia tiene la autonomía fiscal y financiera para la toma de decisiones", al ser consultado sobre la posibilidad de que el Gobierno otorgue un pago extra en diciembre.
Frente a esta situación, desde la izquierda y el sindicalismo combativo plantean más que nunca la exigencia a las centrales sindicales de un paro de 36 horas por la reapertura de paritarias, un bono de fin de año de 4000 pesos, la eliminación del impuesto al salario y por el apoyo a Lear y a todas las luchas.