Si bien la ministra de salud condenó el vacunatorio vip como "incorrecto y reprochable" intentó defender la primera lista difundida por el gobierno.
Martes 23 de febrero de 2021 10:30
Después del escándalo del "vacunatorio vip" que le costó el cargo a Ginés García, la actual ministra de Salud, Carla Vizzotti, aseguró que "la gran mayoría" de los 70 que figuran en la primera lista difundida por el gobierno como beneficiados por haber recibido la vacuna sin solicitar los turnos correspondientes es "personal estratégico".
En un intento de defensa, la funcionaria habló de "intereses mediáticos" detrás del escándalo: "Tampoco podemos subestimar o soslayar que puede haber también algún interés político, algún interés mediático en el contexto de tanta sensibilidad. Pero la responsabilidad del Estado nacional es dar respuesta a la Justicia y estamos absolutamente disponibles".
Además desmintió que hubieran 3000 dosis que habían sido destinadas al Hospital Posadas con fines reservados "De ninguna manera funciona un ’Vacunatorio VIP’ y de ninguna manera había un número de 3.000 dosis para utilización discrecional del Ministerio, sino que se entregan periódicamente dosis en el Hospital Posadas para vacunar al personal de salud del hospital" aseguró y añadió "Este gobierno, el Estado Nacional, ha tomado una medida ejemplificadora y está trabajando para no solamente transparentar lo que pasó sino minimizar la posibilidad que vuelva a suceder. En ese sentido, un ’Vacunatorio VIP’ no hay y no había, fue solamente una situación puntual y me parece que estamos a disposición de la Justicia para aclarar todo".
Basta de privilegios
Este intento de mostrar "transparencia" parece pobre después de un escándalo político, donde quedó a la vista de todos que los amigos del poder político y económico vale más que cualquiera de nosotros. No se trata de un hecho aislado como intenta hacer ver Vizzotti, es una práctica común como muestran las denuncias realizadas en distintas localidades.
Por eso, el Frente de Izquierda Unidad plantea la urgencia de la liberación total de las patentes, junto con la centralización del sistema de salud, incluyendo a los laboratorios, para contar con una producción propia que logre la vacunación masiva de toda la población comenzando por los más expuestos y vulnerables. Para lograrlo todo el proceso, es decir desde la producción hasta la distribución y aplicación, debe estar controlado por los trabajadores de la salud y científicos.