Carlos Damin es un reconocido médico especialista en toxicología. Profesor titular de la primera cátedra de la especialidad en la Universidad de Buenos Aires; Jefe del Servicio de Toxicología del Hospital Fernández*, y director de FundarTox. La izquierda Diario dialogó con él sobre el consumo de sustancias psicoactivas.

Rosa D’Alesio @rosaquiara
Miércoles 18 de noviembre de 2015
Fotografía: www.sertox.com.ar
¿Hay un aumento del consumo de sustancias psicoactivas?
Nosotros no notamos un aumento de la demanda generalizada, si no sólo en determinadas épocas del año. El consumo de alcohol se puede ver incrementado, por ejemplo, en el día del estudiante y desde ahí hasta diciembre. Pero casualmente el año pasado nos fue un poco distinto a lo que veníamos viendo en estas fechas. Sacando esas variaciones puntuales, no tuvimos un aumento del consumo del 2013 al 2014. Hasta el 2013 veníamos con aumento permanente de demanda de alcohol, con pacientes que llegaban a consulta intoxicados. Los de cocaína se estabilizaron y el consumo de Paco disminuyó. Y siguió aumentando el consumo de las drogas de síntesis, entre ellas la metanfetamina, Éxtasis y siempre aparecen algunas consultas por otras sustancias, como de Éxtasis líquidos. Tuvimos algunos casos de 25iNbome, o la 2CB. Esta última fue noticia recientemente y la denominaron cocaína rosa, la cual nosotros la conocemos desde el 2011. Pero son pocos los casos que nos llegan, dos o tres en el año.
Y estos casos ¿por qué llegan al hospital?
En algunos casos llegan por intoxicación, y en otros porque sienten un síntoma que los desestabiliza y eso los trae a la consulta. Por ejemplo, en las de síntesis comienzan a sentir palpitaciones y en alguno de estos casos, cuando uno habla con el paciente, estos refieren que en otras ocasiones le ocurrió lo mismo, pero por alguna situación esta vez les preocupa. También llegan a consulta por vómitos, por cuadros de hipertensión arterial o frecuencia cardiaca alta. Para nosotros estos son consumos con efectos adversos. Pero también se registran algunos casos de intoxicación aguda. Lo que no se puede hablar, con las drogas de diseño, es de adicción, porque nadie se toma cinco pastillas de Éxtasis todos los días. Normalmente se consumen ocho o nueve comprimidos en el año. Gente que hace un consumo recreativo o de experimentación de estas sustancias.
La ilegalidad de las sustancias ¿disminuye el consumo?
No. En todo occidente la guerra contra las drogas de Nixon, hasta la lucha armada contra el narcotráfico que redobló Bush, demostraron el fracaso de estas políticas, porque el consumo sigue aumentando y Estados Unidos tiene el mayor consumo en el mundo. Es una política fracasada, por lo tanto la prohibición de una sustancia no garantiza que la gente no la consuma.
Además, en los casos de consumo problemático, la ilegalidad no mejora las cosas. Muchas veces hemos recibido chicos judicializado, y eso no hace más que estigmatizarlos. Esto no quiere decir que en casos agudos tengamos que recurrir a una internación compulsiva, pero para esto no necesitamos una intervención penal. Disponemos de la ley civil, del artículo 482, al acudimos nosotros en el hospital. En definitivamente con la ley civil nos alcanza para no recurrir a ley penal, sin estigmatizar a la persona que sufre esta problemática.
Las políticas de disminución de daño ¿sirven para evitar los riesgos en el consumo?
Creo que es la única forma que tenemos. Una es mitigar daños, y otra es prevención y promover hábitos saludables. Pero cuando uno escucha que alguien va a consumir una Éxtasis de forma recreativa, uno tiene la obligación de hacer recomendaciones para que ese consumo no vaya acompañado de riesgos. Más allá que uno, desde la salud, tiene que recomendarles que no lo hagan, pero si este igual estuviera dispuesto a hacerlo, uno tiene que mostrarle cuáles son las formas menos riesgosas. Yo soy médico, no tengo porque decirle a la gente qué tiene o qué no tiene que hacer, pero sí buscar la forma de reducir su daño.
¿Cuáles son las mejores políticas para disminuir la demanda de consumo compulsivo de sustancias?
Tenemos que hacer promoción de hábitos saludables para imponer moda. Deberíamos tener espacios publicitarios para alertar qué hace mal a la salud, y prohibir la publicidad de medicamentos y de bebidas alcohólicas.
La promoción de hábitos saludables es más eficaz que las campañas de prevención.
*El Hospital Fernández está ubicado en el barrio porteño de Palermo. La población que atiende provienen de Palermo, Recoleta y de las dos villas que se encuentran muy cerca del hospital: 31 y 31 bis.

Rosa D’Alesio
Militante del PTS, columnista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario; se especializa en temas de narcotráfico y Fuerzas Armadas.