Heba Abu Nada nació en la ciudad saudí de La Meca, lugar donde fue su familia tras la primera Nakba y la creación del Estado de Israel en la tierra Palestina.
Regresó a su tierra, estudió, y se recibió de bioquímica en la Universidad Islámica de Gaza. Fue poeta, profesora y feminista, luchó por los derechos de las mujeres. El 20 de octubre del 2023 murió a sus 32 años en uno de los bombardeos en Gaza por parte del estado genocida de Israel.
Miércoles 15 de noviembre de 2023 19:49
Heba,
Ya no seré la misma después de haber añadido tu nombre a mis palabras, las palabras que busco desde niña, las palabras que ahora encuentro en la lucha por la liberación definitiva del arte, de las mujeres, y de todos los trabajadores del mundo.
Estos días aterradores salí con mis compañeras a las calles de Buenos Aires, nos pintamos la cara con los colores de la bandera palestina, cintas en los cabellos, los puños cerrados y en alto, como nos enseñó el camino de la resistencia, tu camino.
Mientras te escribo esta carta, mi perro me mira con sus ojos de lobos ancestrales, yo miro a Palestina con mis ojos sin fronteras. Observo una foto tuya donde estás leyendo un libro. Ya no seré la misma después de conocer tu rostro, ahora ya sin vida, pero vital en la vida de las mujeres que, así como vos, vamos a luchar hasta la última bocanada de aire y hasta el último ritmo de nuestro pulso.
La noche antes de que te alcance una bomba genocida, escribiste un último poema, un tatuaje en la historia de tu pueblo, versos que nunca serán borrados, nunca serán robados ni colonizados ni yaceran bajo los escombros de Gaza. ¡Acá están tus palabras, compañera, acariciando el aire mientras flamea tu bandera, que también es mía!
Esa cárcel a cielo abierto, esa cárcel abierta ante la mirada ciega del mundo de los hipócritas, no pudo aprisionar tus manos para que escribas, no pudo matar tu pensamiento donde llevabas a las niñas, mujeres y hombres de tu pueblo, por quienes luchaste.
Heba, no dormiré esta noche, y ya no podré dormir sin odio de clase, sin ánimo de batalla, sin tus ganas de darlo todo por las causas justas, por las razones históricas que llevaremos en el tiempo que tenemos por delante, manchado de sangre Palestina, manchado de otras sangres, de otras hambres, de otras injusticias.
La impunidad no descansará mientras haya motivos, cual tu tierra, para combatirla. Los tanques avanzan todavía, compañera, pero nosotras, las mujeres del mundo, seguiremos adelante más allá de los bombardeos, las mentiras y las complicidades imperialistas.
Tu lucha, ilumina mucho más que el brillo de los misiles en estas horas, tu cuerpo que ahora es luz, en la noche oscura del genocidio, es más poderoso que la pólvora y el fuego asesino. Tus palabras, estrellas permanentes que marcan nuestros pasos, serán desde hoy un punto de partida desde donde abrazarnos y recitar tus poesías mientras alzamos tu bandera, que es nuestra, como tu nombre.
La noche en la ciudad es oscura, excepto por el brillo de los misiles;
silenciosa, excepto por el sonido del bombardeo;
aterradora, excepto por la promesa tranquilizadora de la oración;
negra, excepto por la luz de los mártires.
Buenas noches.
Heba Abu Nada