Otra víctima relató las múltiples vejaciones y hechos de violencia que soportó durante largo tiempo en el cabaret Sheik, donde fue prostituida.
Sábado 12 de noviembre de 2016
La víctima estuvo dos horas hablando ante los magistrados del tribunal de Ushuaia como testigo en el primer juicio en el que una víctima, Alika Kinan, querella a sus proxenetas por explotarla sexualmente y al Estado por facilitar esa explotación.
El miedo a represalias hizo que declare sin público y que se resguarde su identidad. En su testimonio pudo relatar con hechos minuciosos el patrón sistemático al que eran sometidas las mujeres captadas para ser explotadas, como era su traslado, recibimiento y la vida dentro del cabaret. En el duro relato la víctima, por momentos entera y en otros llorando, logró trasmitir todas sus miserias ante el tribunal y así confirmar todo lo que había declarado en la primera jornada del juicio Alika, quien fue rescatada del Sheik en 2012.
En su relato habló de las condiciones de hacinamiento en el que convivía con otras mujeres y de cómo se las endeudaba para mantenerlas cautivas una vez que llegaban al cabaret. Estamos hablando de pagar “su parte de la vivienda, costearse los análisis para conseguir la libreta sanitaria que les permitía ´trabajar´ y que era requerida y avalada por la propia Municipalidad de Ushuaia, los productos de limpieza, la ropa, los maquillajes, los zapatos, las joyas, los perfumes. Todos esos elementos eran ofrecidos (y exigidos) dentro del cabaret para que ellas los compraran. Luego, debían pagarlos con su ’trabajo’ sexual. Y así quedaban endeudadas permanentemente, sin posibilidades de salir de esa situación”, expresó la testigo.
Los imputados Pedro Montoya e Ivana García -dueños del Sheik-, además de Lucy Alberca Campos -encargada del lugar- son juzgados “por los delitos de trata de personas con fines de explotación sexual, cometido mediante el abuso de la situación de vulnerabilidad de las víctimas, en razón de ser siete la cantidad de víctimas, y por ser tres los imputados que actuaron de manera organizada”. A los imputados y a la Municipalidad se les solicita una reparación económica de $ 2.300.000.
Más temprano, en la tercera jornada de este juicio histórico, declaró María de Fátima Alderete, médica del hospital municipal de Ushuaia quien durante varios años, se encargó de firmar las libretas sanitarias requeridas por la Municipalidad para las “alternadoras”. “Venían las chicas con los análisis y yo firmaba. Tenía que descartar que tuvieran HIV y otras enfermedades venéreas”, dijo la médica.
El 9 de noviembre se presentaron grabaciones de conversaciones telefónicas entre los imputados y de ellos con otras personas en las que se escucharon diálogos informales que revelaron la captación, el pago de pasajes, la recepción y el traslado de varias mujeres al Sheik, además de detalles de sus "trabajos" y sus condiciones físicas. Los imputados, presentes en la sala, escuchaban sus conversaciones y por momentos sonreían. En el primer día del juicio se negaron a declarar.