Daniel Satur @saturnetroc
Viernes 14 de noviembre de 2014
Gonzalo Martín Pecha tenía 18 años. El 16 de octubre de 2013 iba en bicicleta por la calle Morales de Burzaco. Al llegar a la esquina de la Avenida Espora un móvil de la policía municipal lo atropelló y le fracturó el cráneo. La camioneta iba en contramano, pasando semáforos en rojo, excedida de velocidad y con la sirena apagada.
Al volante iba el ex policía y actual empleado municipal Julio César Funes. A su lado lo acompañaba el policía bonaerense Elías Montenegro. Ambos están libres y siguen cumpliendo sus funciones sin mayores sobresaltos.
El encubrimiento y la impunidad, una vez más, tiñen de espanto un caso que involucra directamente al massismo. No sólo porque Almirante Brown es el municipio de Darío Giustozzi, el candidato a gobernador de Sergio Massa, sino porque las “policías comunales” son parte de la batería de iniciativas con las que el ex intendente de Tigre construyó su perfil político derechista y reaccionario.
La Izquierda Diario conversó con Laura Miño, la madre de Gonzalo, quien desde hace poco más de un año denuncia al municipio y a los funcionarios judiciales que tienen a cargo la investigación.
¿Cómo está la investigación sobre el asesinato de Gonzalo?
Desde el principio el fiscal quiso que la investigación la haga la DDI de Lomas de Zamora. Pero cuando desde esa DDI fueron a buscar a los testigos que nosotros indicamos que podían dar precisiones sobre el hecho, los policías dijeron que los testigos se negaron a dar los datos o cuestiones así. Ni siquiera consiguieron los nombres de esos testigos. Pero nosotros fuimos al lugar del accidente y pudimos hablar con ellos. La investigación es un desastre.
En una de las varias reuniones que tuve con Giorgi, él me dijo que no se dejaba presionar ni por la política ni por la policía, pero con todo lo que yo estaba pasando en ese momento le dije claramente que para mí la política, la policía y la Justicia en este país son la misma mierda. Entonces él me dice “señora, en este país se mueren 27 personas por día en accidentes de tránsito”, como dándome a entender que mi hijo es un número más. Para ellos Gonzalo es una estadística, un número.
¿Y desde la intendencia qué hicieron alrededor del caso?
Nosotros tuvimos una reunión con Daniel Bolettieri, el intendente que dejó Darío Giustozzi a fines del año pasado cuando asumió como diputado. En ese momento nos dijo que él no tenía nada que ver con encubrir a los asesinos.
Mi hijo fue atropellado el 16 de Octubre de 2013 y murió al otro día. En ese entonces el intendente era Giustozzi. Ni él ni nadie de su parte se comunicaron con nosotros nunca.
Incluso vos, buscando justicia, llegaste a hablar con el mismo Sergio Massa
Sí, llegué a hablar por teléfono con Massa. A través de un conocido conseguí su número personal. Pero le molestó que yo haya llegado a hablarle directamente para decirle que a mi hijo lo mató la implementación de su programa de patrullas municipales con personal no capacitado.
Lo que pasó es que después de hablar con él hubo un cambio en el trato para con nosotros de parte de la policía. En una de las marchas que organizamos se acercó un comisario y me dice que el intendente quería hablar conmigo. Claro, cuando tocás alto te dan bolilla. Ahí es cuando logramos reunirnos con Bolettieri.
En esa reunión el nuevo intendente nos prometió que Funes iba a ser apartado de la fuerza municipal y que se le iba a retirar la licencia. Todas mentiras. Hoy Funes sigue en funciones, aunque en otra localidad del municipio. Sabemos que ahora trabaja en Glew.
Y la camioneta que atropelló a Gonzalo sigue andando. Los mismos amigos de mi hijo fueron a hacer un seguimiento para saber si estaba guardada, como habían prometido. Pero no estaba guardada. El mismo fiscal autorizó que se siga usando y hasta le polarizaron los vidrios.
La Justicia no avanza en el caso y sin embargo ustedes siguen consiguiendo testigos
Sí. El mes pasado, cuando se cumplió el año del fallecimiento de Gonzalo, hicimos un recordatorio en el lugar del accidente. No llegamos a cortar la calle, sólo repartimos volantes en la esquina. Ahí nos juntamos los padres de Gonzalo, el tío, la abuela y una treintena de pibes que siempre se movilizan por Justicia para mi hijo.
Por uno de los folletos que entregamos, donde figuraban nuestros teléfonos, se contactó un testigo que dice haber visto el accidente y cómo a mi hijo lo atropellaron. Inmediatamente le pasamos el dato a nuestro abogado, Darío Correa, y ya se avisó a la Justicia para que lo llame a testificar. Ahora esperamos a que declare y diga todo lo que sabe.
Ese testigo se suma a otro que ya testificó hace más o menos un mes (aunque nosotros lo habíamos presentado en Diciembre del año pasado). En este caso lo que dijo el testigo es que la camioneta que atropelló a Gonzalo iba sin la sirena prendida, que él no vio el accidente directamente pero que da fe que la sirena de la patrulla municipal no estaba sonando. Y eso contradice lo que declararon en un principio Montenegro y Funes, cuando dijeron que iban a menos de 20 km por hora, con las luces prendidas y todas las medidas de seguridad, sirena incluida. Ellos incluso jamás dijeron que iban en contramano, lo cual fue así. El nuevo testigo dice que sí vio el accidente y que está dispuesto a atestiguar para que se terminen de una vez hechos como éste.
En la última marcha hubo un incidente en el que intentaron amedrentarlos
Sí, mientras estábamos en la esquina de Espora y Morales pasó algo muy feo. Una de las chicas que estaba repartiendo volantes en la cola del semáforo ve que desde una camioneta Partner azul el conductor le apunta con una pistola 9mm (de las que usa la policía) y le dice “no me jodas porque te vuelo la cabeza”. Yo ahí me cruzo delante de la camioneta y no lo dejo avanzar. Terminamos todos en la comisaría. Ahí nos dicen que nos quedemos tranquilos que el conductor quedaba detenido por no tener permiso para portar armas y nos informan que es un agente de seguridad privada. Yo les dije a los policías que el tipo tenía mucha pinta de ser uno de ellos. “No, para nada, señora”, me dijeron…
El caso de Gonzalo Martín Pecha muestra de cuerpo entero la impunidad y el encubrimiento del poder político y del Poder Judicial hacia las fuerzas represivas del Estado. En esta oportunidad el desprecio por la vida de los pibes de los barrios populares tiene la impronta de los caciques del conurbano que integran el Frente Renovador. El mismo que intenta disputarle el poder, el territorio y el manejo de la caja del Estado a Scioli y el Frente Para la Victoria.
Una disputa de poder tan sucia y violenta que se traduce incluso en los medios. Laura cuenta que cuando murió Gonzalo fueron a su casa cronistas de Canal 13 y de Canal 9. Justamente medios que hacen campaña tanto para Massa como para el kirchnerismo. Sin embargo ninguno de esos canales puso al aire la denuncia. Apenas hubo 1 minuto de noticia en el aire de Canal 7. Cuando de impunidad y encubrimiento se trata, entre oficialismo y oposición de derecha no hay mera coincidencia.
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).