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Red Internacional
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Opinión. Caso Hermosilla: el piñerismo expuesto a sus propios demonios

Si es que existe una sombra que sobrevuela el Caso Hermosilla, y que los medios y la opinión pública susurran en voz baja, es el fantasma del fallecido Sebastián Piñera, que aparece cada vez más seguido en cada chat nuevo que se conoce del celular de Hermosilla, y que comienza a develar una cadena de relaciones que expone las redes de poder del piñerismo en el Estado y el Mercado a través de la caída de uno de sus hombres de confianza más poderosos

Viernes 30 de agosto de 2024

Hay una escena importante de los chat de Hermosilla, que es reveladora para entender el quién es quién en este caso. Es un chat del 2016 donde el empresario Álvaro Jalaff, dueño de Grupo Patio y beneficiario de la bicicleta financiera de Factop de los hermanos Sauer, organiza con Luis Hermosilla una fiesta donde se celebraría a él mismo, en ese momento en la cúspide de su poder, aplaudido por todo el capital financiero criollo por sus hasta ese momento exitosas empresas, y que tendria ni nada más ni nada menos que al mismo Piñera como invitado de honor. Una ocasión para que el resto de sus socios y amigos reconocieran la nueva posición alcanzada por Álvaro Jalaff, una fiesta de entrada a un nuevo jugador grande del mercado de capitales. “El reconocimiento es para tu relación con tus pares. Para que sepan de tu poder”, le dijo Luis Hermosilla a Álvaro Jalaff en el chat, quien le aseguró la presencia de Piñera en su auto-reconocimiento.

Una puesta en escena digna de la mafia, de las muchas escenas que nos regala el audio y los chat de Hermosilla, pero que comienzan a exponer cómo se mueve el poder en Chile, o más concretamente y de manera más descarnada cómo gobiernan un puñado de grandes empresarios sobre más de 20 millones de personas. La caída de Luis Hermosilla nos muestra hasta incluso los métodos de estos operadores políticos que median en distintos planos para llevar a cabo sus operaciones, que en el caso de Hermosilla en particular tenía una especial llegada hacia el Poder Judicial.

Recordemos que bajo los dos gobiernos de Piñera se nombraron 13 de los actuales 21 ministros de la Corte Suprema, sin contar jueces de las Cortes de Apelaciones también elegidos por el presidente, habría que especular cuántos de estos tuvieron que besarle la mano a Hermosilla, ahora sabemos de algunos, como de Jean Pierre Matus, un abogado ligado a la Concertación que volvió a aparecer en los chats por haberle hecho asesorías millonarias a Hermosilla por la defensa de Andrés Chadwick cuando fue acusado constitucionalmente, y donde ahora se investiga si esos dineros pagados, no son también parte de dineros de Factop.

Pero también su poder llegaba al Ministerio Público, a la Fiscalía, donde estos días se supo que realizó gestiones para que durante las investigaciones del caso Penta-SQM estas no salpicarán a Piñera y a Chadwick, como confirmó a CIPER el exfiscal Nacional, Sabas Chahuán, y donde también se investiga su influencia sobre el ex fiscal Manuel Guerra que llevaba la investigación y como finalmente este termino cerrando el caso Penta, luego este ex fiscal se iría a trabajar con el mismo Chadwick a la Universidad San Sebastián, uno de los refugios laborales de la UDI. Y sin que se quede en el tintero, la salida del ex director de la PDI Sergio Muñoz fue por pasarle información a Hermosilla, por el caso de minera Dominga, que apuntaba directamente a Piñera, y que llevaba también el fiscal manuel Guerra y a quien ahora acusan de haber matado el caso, así como también el caso Exalmar, que también le cerro el fiscal en beneficio de Piñera.

Porque es verdad que Hermosilla se movía en muchos espacios, de hecho durante este gobierno seguía siendo un habitué de La Moneda, casi tal cual como era cuando estaba Piñera, aunque allí se sentaba en el gabinete con Piñera como relata en su libro el ex ministro Gonzalo Blumel, para que decir su relación con la vieja Concertación, en especial a traves de su hermano, pero todo esto no puede confundir, ya que a quien respondia al final del día, siempre fue a Piñera, aunque muchas veces mediante Chadwick, su amigo y socio.

La derecha no sabe qué hacer con el caso, si apenas logra ponerse de acuerdo en su candidaturas, y aun no tienen un proyecto país que ofrecer, más allá de la conservación de lo existente, trata de escudarse en la transversalidad de Hermosilla como operador político, pero es difícil, porque todos los hilos llevan claramente a la derecha, a la UDI especialmente y los grandes empresarios, mientras tanto el gobierno, tampoco puede ofrecer una salida a esta crisis, no sabe que hacer, trata de hacer como la vieja Concertación, alabando a la justicia y rezando porque funcione, la misma justicia que tiene en su máximo tribunal a la mitad de magistrados seleccionados en la oficina de Piñera por Hermosilla.

El poder judicial hoy está en manos de una casta de jueces millonarios, seleccionados por politicos tambien millonarios que ganan como gerentes, y que tienen que dar pruebas de fidelidad a los intereses de los grandes empresarios a través de sujetos como Hermosilla, el de los más conocidos, pero no el único, ya el director de este diario lo señaló en un programa, "si no existiese Hermosilla, tendrían que inventarlo", jueces que al final del día dictan sus fallos de acuerdo a quienes los ponen en sus asientos, incluido como se ha estado viendo estos días hasta el Ministerio Público.

Por eso basta de sueldos millonarios en el poder judicial, que jueces y altos funcionarios ganen como una profesora, que no sea motivo de enriquecimiento la justicia, no como ahora que son una verdadera casta judicial parasitaria de prebendas millonarias que solo le abren más la puerta a la corrupción, y también de la mano que los jueces y fiscales sean elegidos por la población, hay que romper con el sistema de besa manos, que ahora descubrimos, sino siempre lo supimos, donde no solo intervienen todos los poderes del Estado, sino que vía operadores la selección tiene un filtro empresarial que supervisa que se resguarden los intereses del gran empresariado, el filtro que significaba Hermosilla, o una de sus principales tareas que era asegurarse en los máximos puestos del sistema de justicia chileno, estuviesen los mas adecuados a los intereses de las grandes patronales.