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Red Internacional
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¿HASTA DÓNDE EL AGUANTE? Caso López: desde Echarri hasta Dady, vergüenza y desencanto

Ni bien estalló el escándalo, actores, periodistas y otros íconos mediáticos del kirchnerismo manifestaron sus broncas y dolores. Algo nunca visto antes, incluso frente a hechos más trágicos.

Viernes 17 de junio de 2016

La política se caracteriza por sufrir vaivenes de todo tipo y color. En Argentina, dichos y hechos de presidentes (“Menem lo hizo...”), escándalos como el de las valijas de Felisa Micheli y tragedias como el Nismangate o la mismísima muerte de Néstor Kirchner han producido cimbronazos y crisis de envergadura.

Pero los acontecimientos de la madrugada del martes parecen demasiado, hasta para los maestros de la ficción. Palas, bolsas de dólares, ametralladoras, monjas, conventos y coimas (¡que la Policía se habría negado a recibir! -cuac-) son un combo bizarro y lamentable en el que nadie querría quedar pegado.
 
El operativo “desmarque” fue el método diskursivo de todo el arco político cristinista. Era de esperar que ante tamaño mamarracho no tengan más opción que tomar el camino de soltarle la mano al, hasta diciembre, segundo de Julio de Vido.

Ya se analizó en este diario las respuestas de los diputados del Frente para la Victoria y de La Cámpora, además de las primeras reacciones de los medios kirchneristas como C5N, Crónica TV y personajes como Diego Brancatelli.
 
Pero lo que resultó más que llamativo, sobre todo por lo rápido y publicitado, no salió justamente de la diplomacia k sino de algunas espadas mediáticas del anterior gobierno.
 

El poco discreto desenkanto progresista

“Lo de José López fue un hecho lapidario y violento para nosotros”, se despachó en un programa de chimentos el galán Pablo Echarri, referente del núcleo duro de artistas afines al kirchnerismo.

El actor continuó con un “me siento desencantado y embarrado” y sentenció que es un hecho “bisagra, un golpe fortísimo para el kirchnerismo en general”. Después se mostró categórico al pronunciar que la corrupción atraviesa a todos los partidos políticos, a nivel mundial, y es una de las fuentes primarias de financiamiento de la política.

“Así, lastimado, avergonzado, apaleado te diría, creo que lo que nos debemos como ciudadanos de a pie, pero mucho más los funcionarios, es ponernos a discutir con respecto a la financiación de la política”, sentenció Echarri.

Otro de los que se mostró consternado ante tanta hipocresía hecha sátira fue el exconductor de 678 Carlos Barragán. En una carta dedicada al preso y publicada en su Facebook dice “Hola José: Yo sé que alguno me va a mirar dentro de un rato mientras hago la cola del banco. Me va a mirar por vos, José, por las bolsas llenas de dólares que revoleabas ayer. Y me va a mirar a mí como si yo fuera un chorro. La puta que te parió, José. ¿Sabés para qué tengo que hacer la cola del banco? Para sacar mis ahorros, porque no tengo laburo, y con ahorros pagar mis impuestos la puta que te parió”.

Barragán siguió con su (negativa) oda a José y a su madre, responsabilizándolo de todos los males que generó con este acto de corrupción que deja mal parado al kirchnerismo, y a él mismo.

Eso sí, de Cristina, De Vido y compañía, Barragán, ni noticias.

También una carta por Facebook fue la vía elegida por el humorista Coco Sily para manifestar su pesar por lo sucedido.

Pero él fue un poco más directo contra los superiores de José y también contra el “proyecto”. “Algunos creímos que era un buen momento para hacer autocrítica y rescatar lo mejor y descartar lo peor (…) y transformaron el asunto en una especie de secta en donde casi nada se discute y nada se explica”.

Sily siguió sugiriendo que “no tiremos la pelota afuera, hablemos de nuestros bolsos llenos de guita de la gente, de nuestros traidores, de nuestros chorros y, si querés, un poquito de nuestros payasos chiquititos, de nuestros propios enanos de circo. A mí me parece, capaz que pensás que no, pero creo que la gente de a pie, la que se jugó por este proyecto, merece que alguien (unos cuantos) pongan la caripela”, finalizó molesto el comediante.

Quien no quiso quedar afuera de la manifestación pública sobre lo acontecido en General Rodríguez fue Dady Brieva, el humorista y conductor que en la última etapa del gobierno de Cristina había decidido jugársela por el Frente para la Victoria.

El texto del ex Midachi fue publicado en el portal Nuestra Voces y se titula “Triste y enojado: tenemos que ser mejores”. Allí Brieva (que se define como “un artista peronista y kirchnerista que apuesta a volver”) dice que el episodio de José López “fue como un accidente en la familia. se me vinieron encima varias imágenes y sensaciones. Pensé en que podrían haber más involucrados. Y cuando respiré por segunda vez me di cuenta de que cuando me enamoro no veo. Y sigo creyendo profundamente, apostando a lo que amo”.

Así, las declaraciones de desilusión, bronca y espanto se suceden. Y seguirán, seguramente.

El último sapo

Parece que el exsecretario de Obras Públicas, al fracasar en su intento de enterrar las pruebas del delito provocó heridas irreparables en la moral de muchos exponentes de la farándula y las usinas mediáticas kirchneristas.

Heridas que incluso no se habían abierto frente a otros sucesos tan brutales o quizás peores, pero menos “expuestos”, como el Proyecto X o la desaparición de otro López hace ya casi diez años. O las reiteradas apaleadas violentas de la Gendarmería a obreras y obreros en la Panamericana.

Está hecha de un pelaje extraño la rara avis mediática que el “proyecto” supo conseguir.