Después que se conociera el testimonio del ex conscripto Fernando Guzmán, señalando la responsabilidad de ex militares en el caso de Rodrigo Rojas y Carmen Gloria Quintana, el juez Carroza ordenó el careo y detención de siete ex militares, casi todos serían procesados por homicidio calificado consumado y frustrado.
Natalia Cruces Santiago de Chile
Viernes 24 de julio de 2015
Después de 29 años de producidos los hechos y tras la interminable búsqueda de verdad y justicia de los familiares de Rodrigo Rojas y de Carmen Gloria Quintana, por fin la justicia está dando algunos pasos para que los responsables de los brutales hechos sean investigados y condenados.
El testimonio del ex conscripto Fernando Guzmán -quién fue uno de los que estuvo presente el 2 de julio de 1986, cuando una patrulla militar integrada por militares y conscriptos que se movilizaban en un camión y dos camionetas, detuviera a ambos jóvenes, los golpeara, rociara con bencina y prendiera fuego- abrió una puerta que estuvo cerrada durante décadas: la posibilidad de que se rompiera el pacto de silencio entre los militares y se comenzara a investigar sobre los hechos.
Llama la atención de todos modos que a pesar del testimonio de Carmen Gloria Quintana y otros testigos que señalaron durante años los mismos hechos, hasta ahora nada se haya hecho para que los responsables del brutal hecho pagaran con cárcel.
El testimonio de Guzmán permite además ratificar las denuncias que los organismos de derechos humanos han realizado en innumerables oportunidades: el ocultamiento de pruebas y el silencio que siguen manteniendo los militares para garantizar la impunidad.
Interrogatorio a militares
Durante los últimos días el juez Carroza interrogó a funcionaros del Ejército, algunos de ellos en retiro y otros activos, sobre el asesinato de Rodrigo Rojas y el homicidio frustrado de Carmen Gloria Quintana. Luego del interrogatorio el juez decidió levantar cargos a los ex militares, quiénes quedaron detenidos en el Batallón Militar de Peñalolén. Seis de ellos serán acusados como autores y uno como cómplice.
Julio Castañer, indicado por Fernando Guzmán como responsable de haber prendido fuego a los jóvenes, mantuvo la versión oficial que ya en esos años armó la dictadura diciendo que supuestamente llevaban bombas molotov y que se prendieron fuego accidentalmente. También otros detenidos intentaron mantener la versión oficial.
Los siete militares citados a declarar y que serían detenidos son: Luis Zúñiga, Francisco Vásquez, Sergio Hernández, Julio Castañen, Iván Figueroa, Nelson Medina y Jorge Astengo.
Funa a Catañer en aeropuerto de Punta Arenas
Antes de ser trasladado desde Punta Arenas a Santiago, el coronel (r) Jorge Castañer fue funado en el aeropuerto por un grupo de personas, que llegaron con pancartas y un bidóni de bencina y al grito de ¡asesino, asesino! lo denunciaron públicamente.