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Red Internacional
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OPINIÓN. Catalunya, la independencia y el eje izquierda-derecha

Recientemente publicaba un artículo sobre el inencontrable “viraje hacia izquierda” de JxCat y ERC del cual hablaba Eulàlia Reguant de la CUP. Ha tenido mucha repercusión en las redes y quiero argumentar porque el eje izquierda-derecha tiene mucha importancia en relación con el derecho de autodeterminación.

Jueves 8 de abril de 2021

Estos días el artículo que publicamos en Izquierda Diario sobre las declaraciones de la diputada cupaire Eulàlia Reguant ha tenido mucha interacción en las redes. Muchas discusiones sobre la CUP, ERC y JxCat. También ha habido otros mensajes sin argumentos, aunque los que menos.

Pero de entre todos destaca la apelación a la unión de los que vuelan la independencia para constituir la república catalana y después ya saldrán las diferencias entre los partidos de izquierdas y los de derechas. Esta idea ha estado muy repetida y merece una reflexión más profunda. Y esto es el que quiero hacer.

El independentismo simbólico de ERC y JxCat

En primer lugar, se tiene que explicar ¿Por qué si son partidos independentistas, no actúan conjuntamente para ejercer la independencia? ¿Por qué impulsaron conjuntamente el referéndum del 1O y el 27O rehuyeron de la república catalana que se había proclamado simbólicamente?

Hay mucha gente que está incómoda en la falta de unidad del gobierno de Torra-Aragonès y en las largas negociaciones secretas entre ERC y JxCat que hacen peligrar la constitución de un gobierno “independentista”. Además una gran parte pide a la CUP que forme parte de esta “unidad”.

Sin embargo, el independentismo de Puigdemont y Junqueras es un independentismo especial. Quieren pactar la separación con las mismas instituciones que oprimen el pueblo catalán y no quieren desobedecerlas. Un oxímoron total. Esto explica que la república catalana haya durado 8 segundos en el primer intento y que el 27O solo haya tenido un carácter simbólico.

Pero lo que no tuvo ningún carácter simbólico fueron los dos millones de catalanes que votaron el 1O y pusieron su cuerpo gritando “somos gente de paz” ante las cargas policiales; o los millones de trabajadores y trabajadoras que hicieron una gran huelga lo 3O a pesar de que las direcciones mayoritarias de CCOO y UGT se opusieron.

Ante esta situación, la mitad del gobierno de Puigdemont, con él al frente, decidió exiliarse en Bruselas. Y la otra mitad, con el liderazgo de Junqueras en lugar de llamar a la resistencia a un juicio injusto como hizo Pablo Hasél y defender la república catalana, decidió asistir a los tribunales del Estado opresor y decir que la declaración del 27O no tenía efectos jurídicos. Estaría bueno que hablaran con los jóvenes del 14O, la juventud precaria y sin trabajo y los miles de heridos del 1O.

Pero la gran diferencia que tienen ERC y JxCat es quien gestiona los millones de la Generalitat, quien negocia con el gobierno central los negocios de las grandes empresas catalanas. Y por tanto qué camarilla política se lleva el dinero hacia casa. Para estos partidos la lucha por la independencia es “simbólica”, es decir, un discurso con el cual pueden sobrevivir como agentes de la burguesía.

El anti independentismo real de la burguesía catalana

En segundo lugar, se tiene que explicar el hecho de que la burguesía catalana no solo no es independentista sino que tiene tantos vínculos con la burguesía española y el poder de Madrid que es completamente contraria a la idea de independencia y defensa el Régimen del 78 con el Rey a la cabeza..

Las grandes empresas con sede en Cataluña estaban mirando con mucha preocupación todo el proceso independentista catalán. Lo dejaron correr en la medida en qué era muy costoso pararlo y tratando de que el partido de Artur Mas-Carles Puigdemont continuara liderándolo a ver si podían sacar dinero desde Madrid (la idea original de Mas con su pacto fiscal).

Pero los días previos al 1O todo empezaba a salirse de los límites soportables. La movilización de millones para votar. Y “peor todavía”, la huelga general del 3O. Todo hacía peligrar el entramado institucional. Y cuando el Rey pidió orden en su famoso discurso del "A por ellos", todas las grandes empresas catalanas empezaron a sacar su domicilio fiscal del Principado. La Caixa entre los primeros.

Nunca la burguesía catalana ha sifo independentista. Siempre ha usado el sentimiento de catalanidad para hacer el histórico “pez a la cove” gracias a la política de Jordi Pujol y Artur Mas. Esto es el que quieren reeditar JxCat y ERC con un discurso “independentista”. Discurso que Madrid ni quiere sentir.

Si el pueblo catalán quiere realmente ejercer su soberanía y auto determinarse en libertad, tendrá que romper con la burguesía catalana y sus históricos representantes políticos: ERC, JxCat, La Caixa, Gas Natural, etc. y etc. Hace cuatro años que la Generalitat y el Parlament marcan el paso en el mismo lugar y arrodillados ante la represión de Madrid. ¿Cuántos años más pasarán?

La clave del eje izquierda obrera-derecha burguesa

Todos aquellos que piensan honestamente que el eje izquierda-derecha no toca ahora, porque tenemos que buscar las cosas que nos unen, están cometiendo un error importante. El eje izquierda de la clase trabajadora versus la derecha burguesa hace muchas décadas y siglos que actúa.

La gran burguesía catalana busca hacer sus negocios dentro del entramado institucional del Régimen del 78. Por eso, Jordi Pujol y Convergència votaron a favor de la Constitución. La misma Constitución que obedecen disciplinadamente JxCat y ERC. Son respetuosos del Rey y la monarquía porque saben que de esta forma continuarán ganando dinero explotando a millones de trabajadoras.

Luchar para acabar con la Monarquía y este régimen decrépito es la forma con la cual se tiene que acabar con los sufrimientos de la juventud (los mejores formatos y los más precarizados), de millones de mujeres con salarios bajos y una gran opresión, con el paro y la quiebra de miles de autónomos en estos tiempos de Covid.

Por eso, una república desde el eje “izquierda-trabajadores” es una república de los trabajadores y las trabajadoras y el pueblo que busque tener relaciones fraternales con el resto de la clase obrera y pueblos de la península en primer lugar. Por eso, se tiene que ensanchar la base con todos los trabajadores y pueblos del Estado para derrocar el régimen y la monarquía y abrir asambleas constituyentes en todo el estado que permitan ejercer la autodeterminación nacional de aquellos pueblos que así lo quieran. La única forma para tratar de conformar una libre y voluntaria federación de naciones de toda la clase trabajadora.

La única forma de instaurar una república burguesa es en base a la derrota del movimiento democrático catalán. Una derrota así, fortalecería a los enemigos de la clase trabajadora, a la burguesía española y catalana que son firmes defensores de la monarquía y la explotación de millones de trabajadores y trabajadoras. ¿Cómo puede un partido de izquierda y anticapitalista luchar a favor del eje derecha-burgués?

En síntesis, el eje izquierda-derecha hace décadas que actúa y en estos años de processisme también. Junqueras y Puigdemont; Torra y Aragonés defienden la propiedad privada de las empresas catalanas mientras millones de trabajadores y pequeños autónomos son tirados en la calle y sin ingresos. ¿Es esta república la de la izquierda independentista?